El tiempo nunca pasa en balde

La Casa Millán es uno de los edificios catalogados que se debate entre su permanencia o su desaparición por la falta de medidas para conservarlo. El inmueble forma parte del patrimonio histórico algecireño

Imagen del inmueble con una malla protectora junto a la torre de la Iglesia de la Palma.
Imagen del inmueble con una malla protectora junto a la torre de la Iglesia de la Palma.

03 de julio 2011 - 01:00

La protección del patrimonio histórico de Algeciras es una responsabilidad colectiva. Sin embargo, la vulnerabilidad de los edificios catalogados pone en entredicho la capacidad de una sociedad, la algecireña, por preservar su historia, su pasado en definitiva.

En la ciudad hay una lista de edificios con estas características pero la mayoría se cae a pedazos. Este diario expondrá por capítulos el patrimonio arquitectónico de Algeciras y la Casa Millán abre paso a esta serie. Como esta casa situada en la Plaza Alta casi la totalidad de los inmuebles requiere de rehabilitaciones urgentes si no se quiere perder lo que queda, de ahí la importancia de la nueva delegación creada por el equipo de gobierno.

Patrimonio Histórico, así es como se llama, está dirigida por Diego González de la Torre. Según el edil la novedad surge porque el alcalde, José Ignacio Landaluce (PP), considera muy importante cuidar el patrimonio histórico para que no se pierda la identidad algecireña. González defiende que quien tiene una casa catalogada debe cuidarla aunque reconoce que la mayoría han sido heredadas y muchas de esas personas no tienen medios para conservarlas. "Hay gente que prefiere derribarlas y hacer un edificio nuevo. También los hay que les gustaría vivir en casa de sus abuelos pero tienen dificultades económicas o casos en los que hay muchos herederos y no se ponen de acuerdo. Son cuestiones personales", apostilla.

La Casa Millán data de finales del siglo XIX y su arquitecto es desconocido. Su uso siempre estuvo relacionado con su importante emplazamiento de ahí que fuera comercial, residencial y una consulta médica. Esta casa de dos plantas está situada en la esquina entre las calles Ventura Morón y Teniente García de la Torre y cuenta con un patio central.

Posee una curiosa e interesante decoración fin de siglo consistente en cierro de esquina a la Plaza Alta de hierro colado con filigranas, recercados de huecos con cuadros de molduras y guirnaldas, cornisas y repisas de balcones sobre canes labrados y antepechos de huecos de planta baja de piedra con motivos florales calados, según detalló a este diario Manuel Correro, presidente de La Trocha. La corriente arquitectónica de la Casa Millán es el edecticismo historicista de finales de siglo. Sobre las modificaciones realizadas no se tiene constancia en el exterior. Su estado de conservación es malo, con apariencia de abandono y de hecho, la planta superior tuvo que ser protegida con una malla en 2009 para evitar que los cascotes dañaran a los viandantes. Se trata de un edificio muy singular por la calidad de su fachada y decoraciones. Además forma colección con otros edificios análogos de la época aunque según Correro es de superior calidad a la mayoría. Las intervenciones posibles que se pueden llevar a cabo en la Casa Millán pasan obligatoriamente por su conservación y mantenimiento.

Sólo estaría permitida la adecuación funcional y modernización del interior y para no perder su alma quedaría prohibida la eliminación de los elementos antiguos. Por supuesto, es necesario actuar pronto para rehabilitar integralmente el edificio porque el tiempo corre en su contra.

El Ayuntamiento de Algeciras movió ficha más de una vez en la Casa Millán aunque sin éxito. En febrero de 2008 Urbanismo aprobó declarar el inmueble en situación de ejecución por sustitución. Este hecho significó el comienzo de los trámites administrativos necesarios para la convocatoria de un concurso -regulado en los artículos 151 y 152 de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA)- que permitía realizar la reparación, conservación y rehabilitación del edificio. El procedimiento era similar al de una venta forzosa, ya que la empresa o particular que optara a su rehabilitación pasaría a ser propietario del mismo abonando la diferencia entre las obras realizadas y el precio del inmueble. Esto, sin embargo, no impedía que los propietarios pudieran negociar su venta.

Más tarde, en junio de 2008 Urbanismo desestimó un recurso presentado por los propietarios contra la iniciativa municipal. En el recurso pidieron la nulidad del expediente, argumentando que el edificio lo componen dos fincas registrales, con propietarios distintos. Después, a principios de 2009 el Ayuntamiento se vio obligado a comenzar de nuevo este expediente. El motivo fue que una de las propietarias falleció durante el proceso y sus herederos no se dieron por notificados.

El tiempo deja a su paso una huella indeleble en edificios como la Casa Millán pero la pregunta ahora es si podrá ser admirada por los futuros algecireños.

2008

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