Una tonelada de cocaína oculta en un contenedor de piñas, intervenida en el Puerto de Algeciras

Algeciras/Funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la Agencia Tributaria han intervenido en el Puerto de Algeciras un contenedor procedente de Panamá que, junto con su carga legal declarada de piñas, transportaba 1.086 kilos de cocaína oculta entre la fruta.

La operación se inició al realizarse un control mediante escáner de contenedores, que dio una imagen no conforme con la mercancía que se declaraba para ese contenedor.

Tras la apertura del equipamiento y su inspección física, se encontraron varias filas de cajas paletizadas, que contenían las piñas descritas en la documentación y, tras su descarga, se descubrió la sustancia estupefaciente repartida en 914 paquetes, acondicionados en cajas escondidas entre los palés que cargaban la fruta y que eran idénticas a las que contenían las piñas.

La cocaína aprehendida alcanzaría en el mercado un valor de casi 33 millones de euros.

Esta actuación se enmarca dentro de los esfuerzos realizados por el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en la lucha contra el tráfico ilícito de estupefacientes.  

El muelle de contenedores del Puerto de Algeciras se mantiene como una de las principales vía de entrada de cocaína de España -junto a Valencia y Barcelona- a pesar de la continua comunicación con las autoridades de los países de origen de la droga a través de la Red de Fiscales Iberoamericanos.

La inventiva de los narcotraficantes para transportar droga a través del Atlántico parece no tener límites: bananas, piñas, aguacates y sandías habían servido ya como caballo de Troya. La práctica más habitual es la del gancho perdido: la cocaína viaja oculta con mercancía legal y sin que parezca que el contenedor haya sido manipulado.

Como dato orientativo, en la primera mitad de 2024, el pasado abril, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) intervinieron 1.175 kilos de cocaína oculta en un contenedor que transportaba plátanos de Ecuador. Tres meses después, en julio, agentes de la Policía Nacional diaron con un cargamento de 300 kilos de esta droga escondidos en un barco que llevaba aguacates con destino a la Península desde Perú. Y pocos días después, también la Policía Nacional encontró 440 kilos en otro contenedor que transportaba palmitos desde Chile.