El arrastre de latas inunda Algeciras de magia y tradición

Algeciras/Como cada 5 de enero, el estruendo metálico volvió a llenar las calles de Algeciras con el arrastre de latas, una tradición que mezcla bullicio, ilusión y el encanto inmutable de la infancia. Desde la Plaza de Andalucía, cientos de niños arrastraron sus ristras improvisadas, adelantando el ritual por la amenaza de tormenta.

El recorrido, acompañado por la música de la Banda Amando Herrero, culminó en el Llano Amarillo, donde los Reyes Magos hicieron su entrada triunfal en una embarcación, desafiando al cielo encapotado, cada vez más encapotado.

Por unas horas, el ruido de las latas no solo anunció la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar, sino también la esperanza de un futuro en manos de pequeños que, con sus juegos y risas, reafirman que la infancia es una forma de eternidad.