Desmantelada otra gran red que usaba vehículos con dobles fondos para meter hachís por el Puerto de Algeciras

La Policía Nacional detiene a seis personas en la Operación Doha, que desveló el almacenamiento de más de una tonelada de droga en un garaje de Ceuta

La organización contaba con un guardia civil infiltrado

Los detalles de la histórica operación ATAM-Macetero: el paso de hachís hacia Algeciras gracias a la corrupción de un guardia civil

Desmantelada otra gran red que usaba vehículos con dobles fondos para meter hachís por el Puerto de Algeciras
Desmantelada otra gran red que usaba vehículos con dobles fondos para meter hachís por el Puerto de Algeciras

Algeciras/La droga tenía un destino claro: la Península, con el Puerto de Algeciras como punto de paso clave en la ruta del hachís. Pero la Operación Doha, llevada a cabo por la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco), truncó los planes de una red criminal que movía toneladas de estupefacientes con un sistema altamente sofisticado. La intervención policial, ejecutada en la madrugada del pasado 19 de febrero, se saldó con seis detenidos, más de 1.100 kilos de hachís decomisados y la confirmación de que un agente de la Guardia Civil colaboraba con los narcos.

El golpe se produjo en un garaje del polígono del Tarajal, en Ceuta, donde la organización almacenaba la droga antes de embarcarla hacia Algeciras en vehículos preparados con dobles fondos indetectables a simple vista. La Policía Nacional llevaba meses investigando a esta red, que operaba con un elevado nivel de seguridad y medidas de contravigilancia para evitar ser descubierta.

Esa noche, la tensión era máxima. Los agentes sabían que los narcos podían intentar mover la droga en cualquier momento. Por eso, la intervención tuvo que ejecutarse con rapidez. Según informa El Faro de Ceuta, en cuanto la Udyco irrumpió en el garaje, los sospechosos intentaron escapar por tejados, puertas traseras y pasadizos laterales. Ninguno lo consiguió. Cinco fueron arrestados en el acto y un sexto cayó al día siguiente.

El modus operandi de la organización era meticuloso. Utilizaban vehículos de alta gama adaptados con compartimentos secretos diseñados por especialistas. Estos dobles fondos permitían transportar grandes cantidades de hachís sin levantar sospechas en los controles. Los coches llegaban al garaje llenos y salían vacíos, listos para volver a cruzar la frontera.

La investigación arrancó en agosto de 2023, cuando se detectaron partidas de hachís ocultas en coches que llegaron a la Península a través del Puerto de Algeciras. La droga se distribuía principalmente en la Costa del Sol, destino habitual de las grandes redes de narcotráfico que operan entre Marruecos y España.

El trabajo policial permitió destapar una estructura criminal jerarquizada, donde cada miembro tenía un papel específico: desde los encargados de introducir la droga en Ceuta hasta los responsables de su transporte y distribución en la Península. En los registros se hallaron, además del hachís, herramientas utilizadas para ocultar la droga, dinero en efectivo y documentación relevante para la investigación.

Uno de los hallazgos más inquietantes de la Operación Doha fue la implicación de un guardia civil en activo, que facilitaba el paso de los vehículos cargados de droga. Este agente, detenido días antes en otra operación conjunta, trabajaba para al menos tres organizaciones criminales y era clave para garantizar que los coches no fueran inspeccionados en los controles. Se sospecha que la red buscaba ampliar su red de contactos dentro de las fuerzas de seguridad.

La Policía Nacional considera que la operación sigue abierta y no descarta nuevas detenciones. Mientras tanto, los seis arrestados permanecen en prisión, a la espera de juicio por delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.

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