Villa Patricia, el palacete fantasma de la Algeciras del siglo XIX, comienza su resurrección
La Fundación Educación Católica empieza esta semana las obras de restauración del singular inmueble, que estuvo a punto de ser demolido
La piqueta amenaza a Villa Patricia
Algeciras/Villa Patricia comenzará esta semana a recuperar el brillo que apagó el deterioro sufrido durante muchos años de abandono. El edificio, uno de los palacetes más singulares de la Villa Vieja de Algeciras, será reconstruido por su propietario, la Fundación Educación Católica que gestiona el Colegio San José-Virgen de la Palma (Adoratrices), con un proyecto valorado en casi medio millón de euros.
Villa Patricia, situada en la calle San Nicolás, está catalogada por el Ayuntamiento como bien de interés urbanístico y botánico. El Plan General de Ordenación Urbana considera ejemplo de arquitectura ecléctica y un residuo de la tipología propia de la Villa Vieja.
El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, y la teniente de alcalde delegada de Urbanismo, Yéssica Rodríguez, han anunciado el comienzo inminente de las obras tras muchos años de negociación hasta llegar a un acuerdo para abordar una ejecución que acabe con el estado de deterioro que presenta en la actualidad el inmueble. Para el regidor, el acuerdo alcanzado permitirá que el colegio y el entorno sigan creciendo, pero sin olvidar el mantenimiento del patrimonio.
Rodríguez informó de que no solo ha actuado la Delegación de Urbanismo, sino también los servicios jurídicos municipales, que han sido los que han estado en contacto permanente con la fundación para llegar al acuerdo. En concreto, los trabajo a llevar a cabo pasan por demoler el piso superior de Villa Patricia, cuyo precario estado hace imposible su recuperación, para, a continuación, proceder con los trabajos de conservación del resto del inmueble. La delegada de Urbanismo también se ha referido a la importancia del edificio, una de las principales razones por las que el Ayuntamiento ha ejercido de mediador en todo el proceso.
El inmueble forma parte de una parcela en la que también se levanta el colegio San José-Virgen de la Palma, vinculado a la congregación religiosa de Las Adoratrices. La Fundación Educativa Católica, propietaria tanto del centro escolar como de la casona, inició hace ahora algo más de cuatro años un expediente para demolerla. La fundación solicitó al Ayuntamiento la retirada de la catalogación como bien de especial protección en el Plan General de Ordenación Urbana.
Aquella iniciativa fracasó a los pocos meses, gracias en gran parte a las alegaciones del Partido Socialista, de Antonio Benítez Gallardo y de la exconcejal María José Jiménez Izquierdo, que llevaron a Urbanismo a ratificar la protección y también a instar a su conservación tras décadas de abandono.
Ahora, la propiedad efectuará la recuperación de Villa Patricia con el objetivo de incorporar la edificación como equipamiento para el centro escolar, según el proyecto técnico al que tuvo acceso Europa Sur y que pasó en mayo por la comisión municipal de Cultura. Fue entonces cuando el proyecto fue derivado al área de Urbanismo para avanzar en los trámites.
La rehabilitación, elaborada por los arquitectos Ricardo García, Raúl Gutiérrez y José Román, planteaba una intervención integral para conservar el aspecto exterior del inmueble conforme a su concepción original, si bien prácticamente solo se podrá conservar el perímetro de la planta baja.
El deficiente estado de conservación de la construcción desaconseja la rehabilitación del resto de elementos, entre ellos el torreón, que han sido escaneados para ser reproducidos de la forma más fidedigna posible. De hecho, el tejado se derrumbó en enero de 2023.
En esencia, los arquitectos plantearon la demolición de las plantas superiores, el relleno con escombros del sótano para inhabilitarlo, y la posterior reconstrucción de las plantas conforme al diseño original. Todos los elementos de la planta baja que se puedan recuperar (molduras y paños de la fachada) se integrarán en la construcción final. Así mismo, será necesario construir un muro interior de refuerzo que aportará la solidez necesaria al conjunto final conforme a la normativa para usos educativos.
El proyecto destaca que la edificación tendrá una planta baja, primera y segunda torreón, con cubierta a dos aguas en dos crujías en sentido este-oeste y con cubierta a cuatro aguas en el torreón. También se recuperará el antiguo mirador, que fue demolido hace años.
Cuando concluyan las obras, la planta baja acogerá un aula de unos 130 metros cuadrados con capacidad para unas 70 personas, mientras que el proyecto no especifica qué usos se prevé dar a las estancias de las plantas superiores.
Toda la intervención está presupuestada en 425.752,98 euros, según el primer cálculo. Si bien estas cantidades pueden modificarse conforme a las necesidades inherentes a la ejecución del proyecto, del que no se han fijado plazos de ejecución.
La casa de las monjas
Villa Patricia, construida en la segunda mitad del siglo XIX, tuvo como último uso la vivienda de las monjas adoratrices. A partir de los años 80, su estado de conservación obligó a desocupar el palacete que se ha ido degradando con el paso del tiempo. Tanto que en 2023 se cayó parte del tejado y llevó a Urbanismo a abrir un expediente contra los propietarios.
La ficha de esta villa de tres plantas y dos bloques de diversa altura subraya que es de estilo eduardiano y fija su cronología entre 1902 y 1906. Luis Guillermo Lombard Damonte fue su promotor, que la bautizó Villa Patricia en honor a su mujer, la gibraltareña Ana Patricia Mendoza. La familia Lombard donó la casa y la parcela a las monjas Adoratrices.
Su deterioro ya era evidente allá por 1995, cuando los responsables del colegio San José-Virgen de la Palma tapiaron puertas y ventanas con el objetivo de que nadie pudiera entrar.
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