La Virgen de la Palma emerge del fondo de la Bahía para bendecir a 20.000 fieles en El Rinconcillo

El Mero cumple con una tradición cada vez más numerosa y arraigada que este año comienza con una procesión marítima por Getares

Las mejores fotos de la romería marítima de la Virgen de la Palma de Algeciras 2024

Así hemos vivido la romería marítima de la Virgen de La Palma 2024

La Virgen de La Palma, a su llegada al Rinconcillo.
La Virgen de La Palma, a su llegada al Rinconcillo. / Erasmo fenoy

Algeciras/En esta romería, los caballos son de mar, no se ve ni un vestido de flamenca entre tantos bikinis y los hombres no visten zahones, sino bañadores. En lugar de en carretas o en tiendas de campaña, los romeros se protegen del sol bajo un bosque de sombrillas, al que la Madre de Dios llega a lomos de una ola tras descender del barco que la traslada desde el fondo del océano. Cuando pisa, pisa arena, no campo, y no la recibe una lluvia de pétalos, sino de gotas de agua salada, más brillantes que las flores al sol de agosto. Sólo una ciudad tan especial que arrastra latas para llamar la atención de los Reyes Magos cada 5 de enero podía sentir tanta devoción por una Virgen que pasa todo el año sumergida en el fondo de la Bahía. Eso sí, cada 15 de agosto abandona la cueva para reencontrarse con su gente. Y entonces, la playa es una fiesta.

Alrededor de 20.000 personas se congregaron este jueves en El Rinconcillo para recibir a Nuestra Señora de La Palma, la Patrona y Alcaldesa Perpetua de Algeciras, en una romería marítima que el año que viene hará 50 años que se celebró por primera vez (es la edición número 47 por los dos años de pandemia), que hace una década ya que fue declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía y que cada vez presenta mejor salud, porque cada vez es más numerosa y está más arraigada en el sentimiento popular.

El alcalde pone la corona a La Palma junto a Palacios.
El alcalde pone la corona a La Palma junto a Palacios. / Erasmo fenoy

Es curioso, pero la Virgen más querida en El Rinconcillo vive en medio de la rada de Getares. Está a quince metros de profundidad, entre rocas que la protegen de las mareas y los vientos, en un lugar secreto que sólo conocen los buzos de la Sociedad Federada de Pesca Deportiva El Mero. Los herederos de aquellos que tuvieron la idea de sumergir una imagen de la Patrona allá por 1974, decidieron que este año, por primera vez, la talla del linense Nacho Falgueras realizara parte de la procesión marítimas en la ensenada, en los alrededores de su casa. Eran las diez de la mañana cuando los buzos sacaban a la imagen en Getares, mientras en el Rinconcillo mucha gente tomaba ya posiciones en la arena o se acercaba a los bares y restaurantes del barrio marinero para reservar mesa. Si no, después comer es imposible.

Cristina Labrador, madrileña de cinco años, quiere llevarse un vídeo de la Virgen sumergida para enseñárselo a sus maestros y compañeros del cole. Así todos la creerán cuando cuente que en la tierra de sus abuelos la Madre de Dios vive bajo al agua, rodeada de peces, y que sale una vez al año para bendecir a su gente.

Devoción por la Virgen de La Palma.
Devoción por la Virgen de La Palma. / Erasmo fenoy

Es media mañana y frente al Rinconcillo, como es tradición, embarcaciones de todos los tamaños, amén de tablas de paddle surf y alguna canoa, se concentran en torno al barco en el que ya ha llegado la Virgen tras su paseo por Getares. Tocaba esperar. En la plaza de la Virgen del Mar comienzan a sonar las sevillanas mientras los socios de El Mero preparan los adornos florales y hacen ensayos bajo el trono en el que van a recoger a Nuestra Señora de La Palma en la orilla poco después. Muchas personas se acercan hace rato a la tienda de recuerdos montada por la sociedad con pulseras, camisetas y pósters de la Virgen. De repente, como manda -de nuevo- la tradición, miles de personas realizan un pasillo dentro del agua para recibir a La Palma, que desciende del barco a las 13:30 y atraviesa a la multitud bajo el muro de agua que levantaba el chapoteo de la manos en el mar. Hay muchos niños en brazos de sus padres y abuelos para tocar a la Virgen mientras suena el himno de España.

La Palma se adentra en su plaza en medio de una marea de devotos y de espalda, mirando al mar, es colocada en una recreación de la cueva en la que vive. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, completamente mojado, le coloca a la Virgen la diadema que la corona. "Esto es espectacular", dice el regidor. "Esta romería vuelvea ser un éxito y lo vivimos con alegría", subraya, "orgulloso" de que muchos departamentos del Ayuntamiento trabajen "a la estela" de El Mero para que los algecireños y los visitantes puedan vivir "con gran intensidad, alegría y devoción" la fiesta. El presidente de El Mero, Javier Palacios, exhultante, recibe con humildad los elegios y alababa a los buzos. "Llevamos muy buenos profesionales, con los ojos cerrados se tiran y la encuentran, seguro".

La fila de devotos para ver a la Patrona de Algeciras.
La fila de devotos para ver a la Patrona de Algeciras. / Erasmo fenoy

La presidenta de la Mancomunidad de Municipios, Susana Pérez Custodio, destaca la forma de combinar "devoción y diversión" de los algecireños. "Nos desestresamos de todo el año", explicó. "A nivel turístico llevamos un verano con cifras de récord. En julio hemos sido los segundos en la provincia de Cádiz y eso es un orgullo para nuestros comercios, nuestros hoteles, nuestros restaurantes, que se están beneficiando de tantos visitantes. Este mes de agosto superamos la media del 95% en los hoteles de Algeciras, lo que nos hace vivir más contentos esta rtomería marítima", dijo.

Entonces, una interminable fila de fieles pasa por su vera, para tocarla, pedirle por tal y cual y, por supuesto, hacerse una foto de recuerdo. Suena Entre dos aguas y ya huele a pescaíto frito por todo el barrio.

Antes de que vuelva a su gruta, alrededor de la medianoche, acompañada por fuegos artificiales, numerosas personas se acercan para verla y venerarla. A las siete de la tarde se celebra un oficio religioso.

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