Al volante de la seguridad

En la actualidad la Policía Local de Algeciras imparte un taller de educación vial a medio centenar de Vovis. También en estos momentos colabora en un proyecto muy interesante, igualmente sobre seguridad en la circulación, para una veintena de internos del Centro de Inserción Social (CIS) que cumplen condenas por délitos de tráfico. La participación del cuerpo municipal en ambas iniciativas no es fortuita. Detrás se encuentra un trabajo de prevención y concienciación en materia vial asentado tras años de experiencia.

Juan Cózar es el responsable del gabinete de Educación Vial de la jefatura. A lo largo del año coordina y organiza una agenda estable de actividades, a la que se incorporan además iniciativas planteadas en función de la pertinencia y las necesidades que se vayan observando, como las dos narradas que han coincidido ahora en el tiempo. El objetivo de toda esta labor: conseguir una ciudad con un tráfico lo más seguro posible.

"Algeciras, en general, es muy educada vialmente", afirma Cózar, una opinión formada sobre la base de 16 años de impartición de formación. El agente destaca la importancia de sembrar esta educación entre los más jóvenes, pero también considera fundamental inculcarla en los adultos. Para empezar, para que justamente la transmitan a hijos, sobrinos o nietos y los más pequeños no reciban señales contradictorias.

Es precisamente en los centros educativos donde la Policía Local despliega buena parte de su programa estable. La concejalía de Educación propone a colegios e institutos la posibilidad de acoger charlas sobre educación vial y a ellos acude Cózar para transmitir los mensajes según las edades.

Estas charlas las reciben niños de cuatro y cinco años de Infantil, alumnos de Sexto de Primaria y estudiantes de Cuarto de Secundaria. Efectivamente, los últimos cursos de cada etapa educativa.

Los más pequeños aprenden nociones básicas, el clásico rojo, amarillo y verde, qué es un paso de peatones, etcétera. Lo hacen con juegos, canciones o dibujos. El siguiente nivel, los jóvenes de Primaria, "ya son conductores prácticamente independientes en bicicleta", razona Cózar. Reciben formación sobre señales de tráfico o uso de elementos de seguridad. Los chicos y chicas de Secundaria son los que comienzan con el ciclomotor y en torno a su manejo giran los contenidos que tratan.

A modo de cierre, al final del curso, la Policía Local monta un circuito que parece una pequeña ciudad. Los alumnos montan en bici, tienen su carnet de conducir e incluso un agente les quitará algún punto si cometen una infracción. Este año se instalará en mayo en la plaza de El Corte Inglés.

También de manera fija se contempla la educación vial entre distintos colectivos de adultos. Se dan charlas, por ejemplo, en los centros de educación reglada de mayores. Y otra actividad permanente del programa son los cursos a los voluntarios de Protección Civil que regulan el tráfico a las puertas de los colegios.

"Y no cerramos el año sin hacer muchas iniciativas más. Pensamos que la educación vial es parte de la formación integral de toda persona y que tiene que llegar a todos los sectores", aclara Cózar.

Pese a que es una ciudad educada vialmente, el agente no olvida y advierte: "El accidente está ahí. Hay que seguir insistiendo; hay que seguir en esta línea".