Algeciras proyecta una zona de bajas emisiones entre el Llano y el parque

Ley de Cambio Climático

El Ayuntamiento prevé dar prioridad a los peatones en el área entre la avenida Virgen del Carmen, Fray Tomás del Valle, Capitán Ontañón y Fuerte Santiago

En la avenida se ampliarán acerados y crearán zonas verdes y de ocio

Delimitación de la zona de bajas emisiones propuesta por Algeciras
Delimitación de la zona de bajas emisiones propuesta por Algeciras / Google Maps
Raquel Montenegro

13 de diciembre 2021 - 03:00

Para finales del año 2023, el espacio urbano situado más próximo al proyecto del Lago Marítimo, en el Llano Amarillo, se convertirá en una zona más amable para el peatón y menos para el tráfico rodado. El Ayuntamiento de Algeciras proyecta para el entorno situado entre ese tramo de la avenida Virgen del Carmen y el parque María Cristina una zona de bajas emisiones, un espacio en el que se logre reducir el uso del vehículo privado con actuaciones de calmado de tráfico, plataformas únicas de paso y peatonalización con el objetivo de reducir la contaminación, pero también para facilitar la conexión del centro con la nueva zona de equipamientos del Llano norte.

Cada año, 20.000 personas fallecen de forma prematura en España por la mala calidad del aire (dato de la Agencia Europea de Medio Ambiente) y el actual modelo de movilidad y transporte es una de las causas de esa contaminación atmosférica. Especialmente en los entornos urbanos, donde el tráfico se constituye como una importante fuente de contaminantes. Por ello, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética incluyó entre su articulado la obligación de que los municipios españoles de más de 50.000 habitantes, los territorios insulares y los municipios de más de 20.000 habitantes que cumplan determinadas condiciones adopten planes de movilidad urbana sostenible que incluyan, entre otras medidas, el establecimiento de zonas de bajas emisiones. Esas zonas deberán estar implantadas para 2023.

¿Qué es una zona de bajas emisiones? Según recoge la Ley, se trata de un ámbito delimitado por una administración pública en el que se aplican “restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente”. Las más conocidas son las establecidas en Madrid y Barcelona, en las que se determinan importantes restricciones de acceso para los vehículos más contaminantes.

En el caso de Algeciras, el área escogida es mucho más pequeña e inicialmente no se limitará el acceso de los vehículos en función del distintivo ambiental del vehículo, sino que se basará en reducir la presencia de coches y fomentar otras formas de movilidad. Nace con la vocación de ampliarse en un futuro y complementarse con las medidas ya puestas en marcha en el mismo sentido en zonas como San Isidro y la barriada de La Caridad. Su delimitación sería el tramo de la avenida Virgen del Carmen entre las calles Fuerte Santiago y Juan Pérez Arriete, la calle Fray Tomás del Valle, la avenida Capitán Ontañón, el tramo de Blas Infante paralelo al parque y la cuesta de Fuerte Santiago. Según explica la delegada de Urbanismo, Yéssica Rodríguez, “en la avenida Virgen del Carmen se completará con una actuación del Puerto en el tramo a continuación del área delimitada”.

Para convertir esa zona en un área descarbonizada se plantean varias medidas para las que se ha solicitado una subvención de 5,1 millones de euros del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia. A ellos se sumarán otros 2 millones a aportar por el Consistorio.

Calle Capitán Ontañón, ya peatonalizada
Calle Capitán Ontañón, ya peatonalizada / Erasmo Fenoy

La primera medida sería la ejecución de actuaciones de calmado de tráfico mediante la implantación de una plataforma única en las calles Fray Tomás del Valle, Capitán Ontañón (un tramo de esta ya se encuentra peatonalizado), la avenida Blas Infante y Fuerte Santiago, así como una plataforma elevada en la intersección entre esta y Virgen del Carmen. Se crearía así un eje de prioridad peatonal, con ampliación de acerados, tratamiento de pavimentos y señalización de la prioridad de los peatones.

En la avenida Virgen del Carmen se proponen actuaciones urbanístico-paisajísticas, con la eliminación de 150 plazas de aparcamiento en la zona Norte del Llano para crear un espacio de tránsito peatonal, con áreas de sombra y zonas verdes y pensado para el disfrute de ocio y gastronómico, que sería antesala de los edificios que la Universidad de Cádiz y el Puerto de Algeciras proyectan en la zona. El aumento de la superficie verde y el uso de pavimento fotocatalítico, que contribuirá a la eliminación de la contaminación producida por los vehículos, sumarán al objetivo global de reducción/compensación de las emisiones. En la otra calle totalmente peatonal del área, Capitán Ontañón, se renovará el pavimento con la implantación de una única plataforma y se instalará mobiliario urbano con zonas de estancia.

Junto a las medidas destinadas al tráfico de vehículos, que se llevarán la mayor parte del presupuesto (5,8 millones de euros), se busca fomentar el uso de medios de transporte no contaminantes, como bicicletas y patinetes. Para ello, se propone la puesta en marcha de un sistema de préstamo de patinetes y bicicletas, con 200 unidades, que se situaría en el nuevo itinerario peatonal de la avenida Virgen del Carmen. También se plantea la instalación de carril bici en las calles de la actuación y de aparcamientos seguros. Así, se habilitarán en la avenida Virgen del Carmen dos aparcamientos con capacidad para 20 vehículos, tanto cubiertos como descubiertos, con taquillas individuales con pestillo eléctrico y gestionados a través de aplicación móvil.

Otra de las actuaciones para las que se ha solicitado financiación es la compra de un autobús eléctrico y la instalación de un punto de recarga eléctrica en cochera. Con un coste de 526.000 euros, el Ministerio financiaría un 40% del coste del vehículo, que se destinaría a la línea 1. Este se sumaría a la renovación de la flota de autobuses que requiere el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, para la que ya se solicitó una subvención del programa operativo Feder de crecimiento sostenible, aún por resolver.

La implantación de zonas de bajas emisiones tiene un requisito fundamental: la medición de la calidad ambiental. Para ello se solicita también financiación para la instalación de cuatro medidores de contaminación en torno a la zona, dos dispositivos de control climático y dos medidores de ruido que aportarán datos sobre la calidad del aire.

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