Juanma Moreno se apunta su primer triunfo
Primarias en el PP en Andalucía
La holgada victoria de Soraya Sáenz de Santamaría cohesiona al PP andaluz, y deja heridos de muerte a los partidarios de Cospedal en Granada, Córdoba y Almería
Las primarias del PP han sido las primeras elecciones internas que le salen bien a un partido andaluz. Pletóricos. Así se encuentran este viernes los miembros de la dirección del PP andaluz, liderados por Juanma Moreno, uno de los sorayistas que se hizo de la vicepresidenta en los tiempos en que trabajó en el Gobierno de Rajoy. El hecho de que la victoria se deba a Andalucía, donde Saénz de Santamaría ha obtenido la mayoría absoluta, cohesiona a la formación de cara a las elecciones autonómicas, ya que los partidarios de María Dolores de Cospedal tendrán un difícil futuro en las direcciones locales.
Escasa ventaja de Cospedal en Jaén y Córdoba
En Andalucía no sólo ha ganado Soraya, es que la ex ministra de Defensa ha obtenido muy malos resultados, a pesar de contar con algunas direcciones provinciales. Ha ganado en Jaén, pero sólo por 36 votos; en Córdoba, por sólo 18, y en Granada, donde su presidente, Sebastián Pérez hizo una apuesta decidida por ella, ha perdido. Sólo ha vencido con holgura en Almería, aunque Sáenz de Santamaría ha vencido en la capital, gracias al apoyo del alcalde, Ramón Fernández Pacheco.
Juanma Moreno ha sido siempre un líder en cuestión en el PP andaluz. Ni los resultados de las elecciones autonómicas ni el conjunto del partido lo acompañaban con firmeza, pero las elecciones primarias le han dado esa oportunidad que abren los momentos de crisis. Y ha ganado. El lunes pasado, el presidente del PP andaluz decidió romper esa neutralidad hipócrita que suele arrastrar a las direcciones de todos los partidos en las primarias e hizo público su apoyo a la ex vicepresidenta, que era de todos conocido. Eso le permitió que su secretaria general, la onubense Dolores López, se volcase en convencer a las direcciones locales. El resultado es tal que, si fuese por Andalucía, la proclamación hubiese sido inmediata.
Pero Moreno no iba solo. Todo lo contrario. El gaditano Antonio Sanz Antonio Sanzha sido el representante de Soraya a nivel nacional, él es quien ha defendido sus intereses en el comité organizador de las primarias, es una persona que conoce muy bien la formación en Andalucía -fue secretario general con Arenas- y es un trabajador estajanovista, aunque sea conservador. Aunque no tanto.
Ésa es una de las características de Soraya y el PP andaluz respecto a Pablo Casado y María Dolores de Cospedal: su posición ideológica está más centrada, y de ahí proviene el mayor éxito electoral que se le supone a la ex vicepresidenta. Casado es un aznarista, del ala derecha pura del PP, mientras que los andaluces han transitado hacia el centro a lo largo de décadas por la características sociales de Andalucía. El artífice de ese viaje fue Javier Arenas, que es otro de los grandes ganadores de la noche del jueves.
Arenas centró la vieja Alianza Popular y dejó al PP a las puertas del Gobierno andaluz. Aunque no consiguió entrar en San Telmo, el PP ha encadenado varias victorias electorales en Andalucía. Rajoy, por ejemplo, ha ganado las tres últimas en el sur, hasta el punto de que la comunidad es el verdadero granero de votos d ellos populares. Lo saben bien, ahora, Soraya.
Otra de las peculiaridades de la candidatura ganadora es que es la más deseada por los votantes del PP, por lo que en Andalucía no sólo la ven como una líder, sino como una futura presidenta del Gobierno. "La diferencia entre Cospedal y nosotros es que Cospedal eran 90 diputados y todos colocados y nosotros aspiramos a 140 escaños", explica una de las fuentes, sorayista por supuesto.
Javier Arenas ha hecho campaña a favor de la vicepresidenta, dejó las sombras en las que trabaja muy bien y marchó a Almería, donde el presidente Gabriel Amat y el diputado Tamarit perpetraron lo que algunos han considerado una traición. En Almería, Arenas, que fue parlamentario por esta provincia, contó con el apoyo del alcalde de la capital, Ramón Fernández Pacheco, y de la diputada Carmen Crespo. En la capital han ganado los sorayistas, pero en el conjunto han barrido los cospedalianos.
El vínculo persona, e histórico, entre Arenas y Antonio Sanz es conocido. El gaditano se ha criado a la sombra del histórico dirigente andaluz. Sanz se quedó sin puesto al cesar como delegado del Gobierno, pero de modo inmediato consiguió convertirse en senador por designación autonómica al desplazar a Toni Martín, mano derecha de Juanma Moreno. Esto nunca se debe olvidar si se produce un relevo en la presidencia del PP en el sur, pero éste es un asunto que esperará. Ahora, la formación está centrada en las elecciones andaluzas y, en especial, en ganar el congreso nacional del 20 de julio. Pero aunque Casado ganase gracias a los compromisarios, los andaluces se habrían apuntado la victoria.
Moreno, Sanz y Arenas han contado con otro apoyo básico, el de la ex ministra Fátima Báñez, amiga personal de la ex vicepresidenta, con quien suele pasar algunos días de vacaciones. Huelva se ha volcado también con ella.
La dirección granadina, la peor parada
El líder local que sale peor parado es Sebastián Pérez, el presidente de Granada. Ha apostado por Cospedal y no ha ganado ni en su provincia. En este territorio ha sido clave el papel del diputado Carlos Rojas, ex alcalde de Motril, y uno de los viceportavoces en el congreso. Pérez va a tener que luchar mucho para conservar su liderazgo. En Jaén, donde ha ganado la ex ministra de Defensa, su presidente, Juan Diego Requena, ha apoyado a Soraya y ha logrado quedarse a sólo 36 votos. Jaén sigue muy dividida desde el congreso provincial, pero esta victoria le sirve a los sorayistas de cara al futuro.
El presidente de Córdoba, Adolfo Molina, se ha posicionado con José Antonio Nieto, el preferido de Cospedal para Andalucía, y ha obtenido una victoria escasa, de menos de 20 votos. Otra provincia donde habrá mucha reflexión en las próximas semanas.
El resultado de unas elecciones primarias no se traducen de modo automático en una purga, ni son para eso, ni deben serlo, pero, claro, hay quien se retrata de modo gratuito. El apoyo de última hora del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, a Cospedal sólo evidencia que el regidor es un verso suelto que no tiene reparos en perjudicar a quien, pacientemente, espera a su jubilación, que es Elías Benodo, el actual presidente de la Diputación. Benodo, el otro ganador, fue el primero de los sorayistas en romper el alto el fuego con el que comenzaron estas primarias.
Y pierden, sobre todo, el núcleo cospedaliano sevillano, cada vez con menos votos y casi sin líder, una vez que el ex ministro Juan Ignacio Zoido se ha quedado solo en su particular rebelión contra su entonces mentor, Javier Arenas.
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