Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión: "Europa debe poner fin a la época de la ingenuidad"

Foro Joly

El dirigente comunitario adelanta que el próximo Gobierno comunitario tendrá un comisario dedicado a la defensa y al rearme militar

Rechaza la intervención militar sobre el terreno ucraniano, pero aboga por seguir ayudando económicamente a Kiev, "aunque nos quedemos solos"

No cree que los partidos de extrema derecha condicionen al nuevo Ejecutivo que salga de las urnas el 9 de junio

Margaritis Schinas, en el Foro Joly sobre la extrema derecha
J. M. Marqués Perales

04 de abril 2024 - 12:08

"Pecamos de ingenuidad". Así ha arrancado Margaritis Schinas la parte nuclear de la intervención que ha tenido este jueves en una nueva edición del Foro Joly. Vicepresidente de la Comisión Europea, griego, este "gaditano nacido de forma accidental en Tesalónica" lo ha explicado de este modo: "Pecamos de ingenuidad, pensamos que podíamos comprar a precios baratos gas y petróleo a nuestros amigos rusos, pensamos que podíamos comprar a precios baratos mascarillas y respiradores a nuestros amigos chinos, que podíamos comprar microchips a nuestros amigos taiwaneses y que teníamos un escudo [de nuestros amigos americanos], pero Europa debe poner fin a esta época de ingenuidad, de inocencia". Y a su juicio, a eso es a lo que se dedicará la nueva Comisión Europea que salga de las elecciones del próximo 9 de junio, a conseguir "una autonomía estratégica".

Schinas es partidario de que la alemana Ursula von der Leyen siga presidiendo la Comisión Europea después de estas elecciones, un nuevo Ejecutivo comunitario donde habrá, según ha adelantado, "o un comisario o un vicepresidente" que asuma las competencias de defensa y de industria militar porque tanto Rusia como lo que adelantan las presidenciales norteamericanas es que la Unión debe afrontar una nueva época en la que tendrá que hacer valer el verdadero peso que tiene en el escenario internacional.

Margarits Schinas es un tipo peculiar, trabaja en la Comisión Europea desde 1990, ha colaborado en los gabinetes de los comisarios españoles Abel Matutes y Marcelino Oreja, fue portavoz de la Comisión, ahora es vicepresidente y responsable de una comisaría que lleva por nombre "promoción de nuestra vida europea", está casado con una española de Gijón, habla con algo más que corrección nuestro idioma y tiene un amigo gaditano que le dice que él nació en Tesalónica "por accidente". "No soy un comisario que se dedique a los contenedores, a los camiones o a las mercancías, me dedico a las personas, soy el comisario más antropocéntrico de la unión", ha remarcado, dando muestras de su humor mediterráneo.

El actual Gobierno comunitario comenzó su mandato poco después de dar por finalizada la crisis financiera, pero a las puertas de la pandemia y de la posterior guerra de Ucrania. Y por eso sostiene, como vaticinó Jean Monnet, uno de los padres fundadores de la unidad europea, que Europa se construirá en crisis y en la medida de las respuestas que vaya dando a crisis sucesivas. Buen ejemplo de ello fue la pandemia, que sirvió para derribar el tabú de la deuda comunitaria y para que la Unión suscribiese créditos por valor de 800.000 millones de euros con los que se están pagando los fondos Netx Generation.

Al Foro Joly ha llegado en un momento clave de la historia europea, importante porque hay elecciones dentro de dos meses, pero sobre todo porque la pandemia enseñó que hay problemas que sólo se pueden abordar a nivel europeo y porque la invasión rusia de Ucrania ha demostrado que la Unión Europea necesita o un rearme o un ensamblaje de sus ejércitos. Suecia, Alemania, los países bálticos y, en buena medida, también España, por medio de su ministra de Defensa, Margarita Robles, vienen avisando de que la amenaza de desestabilización por parte de Rusia es real, que los ciudadanos deben estar concienciados de que la guerra es algo más que historia y que Europa se juega su futuro en el frente ucraniano.

"Rusia será un país democrático"

Schinas respalda cada uno de estos temores, pero sostiene, como casi toda la Unión, que los ejércitos europeos no deben desplegarse en territorio ucraniano. "Ucrania sigue luchando porque Europa sigue pagando -ha explicado-. Damos 2.000 millones de euros al mes a los ucranianos, pero no creo que necesitemos una guerra sobre el terreno, debemos segur ayudando a Ucrania incluso solos".

Y con ese solos se ha referido a lo que pueda suceder en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y a un posible mandato de Donald Trump, cuya visión sobre la Rusia de Putin y la guerra "interminable" de Ucrania deben ser leídas como una advertencia en la Unión Europea. Schinas sostiene que hay que tomarse "con calma" las elecciones norteamericanas, que no "conviene el pánico" y que, en última instancia, "Trump no debilitará a la OTAN porque Estados Unidos necesita a la OTAN". Será por ese espíritu optimista que defiende que él sostiene que el régimen de Putin "no es interminable". "Rusia será democrática", ha proclamado, para seguir: "Los que dirigen Rusia son una banda de amiguetes de San Petersburgo, los límites de aguante de un grupo así no son indefinidos".

Las próximas elecciones europeas pondrán a prueba la histórica relación entre populares y socialdemócratas, que es la que ha sostenido a los gobiernos comunitarios desde su creación. La irrupción de partidos ultras, reacios a seguir avanzando en la unión, pude hacer tambalear esta alianza histórica. Sin embargo, Schinas tiene una visión optimista, opina que los casos de Portugal, Polonia y Países Bajos demuestran que la extrema derecha está fuerte, pero no tiene porqué ser concluyente. En ninguno de ellos entrará en los gobiernos, a la vez que cree que Meloni está sirviendo para desplazar del todo a quien él considera el peor ultra de Italia: Matteo Salvini.

Europeo y humanista, el fin y al cabo, casi sinónimos, finalizó así: "Hay elecciones el 9 de junio, somos 27 democracias, somos campeones del mundo en derechos humanos, garantizamos las minorías, el papel de la mujer está asegurado, tenemos sistemas universales y gratuitos de sanidad y no tenemos la pena de muerte, todo esto junto sólo se encuentra en Europa".

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