PP y Ciudadanos aceleran su negociación para repartirse el Gobierno
El reparto del Gobierno que diseñan populares y naranjas está casi listo, aunque necesitan que Teodoro García Egea atraiga a Vox, que insiste en que forzará las elecciones si es ignorado
Desde el mismo 2 de diciembre en el PP había prisa por cerrar cuanto antes el desalojo del PSOE de la Junta tras 37 años de ejecutivos socialistas. Ciudadanos fue más lento y, por momentos, parecía que el motor del cambio estaba a punto de gripar. Un mes después, las celeridad de los populares sigue intacta. Juanma Moreno quiere ir a la Convención Nacional como presidente del Gobierno andaluz. Y en el equipo naranja ya reconocen que la negociación está próxima a su final.
Los socios quieren llegar a la ronda de consultas de la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, con el acuerdo atado. Si lo consiguen, la diputada almeriense no tendrá dudas en la reunión de la Mesa de la Cámara del próximo viernes 11 de enero y encargará a Juanma Moreno que se presente al debate de investidura, que, según reveló la propia Bosquet, comenzará como muy tarde el 16 de enero.
Será entonces cuando se despeje la incógnita sobre el papel de Vox en el cambio de color en la Junta que se daba por hecho en la noche electoral y que sólo depende de que los populares convenzan a Santiago Abascal y los suyos, ya que los naranjas siguen sin querer sentarse con Javier Ortega Smith, secretario general de Vox y responsable de las negociaciones en Andalucía.
En lo que a su pacto con el PP respecta, Juan Marín, líder regional de Ciudadanos, es optimista. Las negociaciones sobre la estructura del hipotético Gobierno avanzan “a buen ritmo” y el momento de firmar el documento “está cerca”. Si todo sigue el camino marcado al comienzo de estas conversaciones, con el reparto de las 10 consejerías que tendrá el Ejecutivo se cerrará la segunda etapa de una negociación que comenzó con el acuerdo programático de 90 puntos rubricado el Día de Navidad.
“Es un buen acuerdo para regenerar la política andaluza, para desmantelar los chiringuitos del PSOE, para bajarles los impuestos a los andaluces, para revitalizar la economía y el empleo y para innovar en educación y sanidad”, defiende Marín en un comunicado difundido ayer por la formación naranja, muy similar a otro hecho público por el PP en el que Dolores López muestra también su optimismo sobre el ritmo de las negociaciones del gobierno.
La secretaria general de los populares aseguró también que confía en la “altura de miras de todos los actores del cambio” en un guiño a Vox que se repite también en el comunicado de Juan Marín. El líder regional de Ciudadanos insiste en que las medidas negociadas por su partido y el PP son “intocables”. Más que un guiño es un dardo dirigido al partido de Santiago Abascal y sus cuatro exigencias para apoyar al hipotético gobierno del cambio:defensa del mundo rural, reducción de la presión fiscal, adelgazamiento de la Administración paralela y sustitución de las “leyes ideológicas”, como la lucha contra la violencia de género.
Este último requisito es el principal obstáculo para que Vox acabe apoyando a Juanma Moreno como candidato de ese pacto que PP y Ciudadanos quieren firmar antes del viernes. La tarea de granjearse a los 12 diputados andaluces que dirige Francisco Serrano ha sido encomendada por el propio Pablo Casado a su número dos, Teodoro García Egea.
El secretario general del PP se reúne mañana con su homólogo en Vox, Javier Ortega Smith, quien ayer volvió a lanzar el órdago de la repetición de elecciones “si PP y Ciudadanos no están dipuestos a negociar una serie de propuestas proporcional” a los apoyos que logró la formación de Santiago Abascal el 2 de diciembre. Ortega Smith –que denomina al PP “la derechita cobarde” y a Ciudadanos “la veleta naranja”– asegura, sin embargo, que su partido “hará todo lo posible” para que se produzca“un cambio real” en la Junta “y no sólo un cambio de caras”.
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