La tribuna
Una madre de novela
Gobierno andaluz
Susana Díaz está de vacaciones, es el primer año que la presidenta se toma unas cuantas semanas de ausencia. Ni visita a la feria de Málaga ni a zonas incendiadas. Algunos mensajes en twitter ya, hora, una entrevista a Europa Press, que es otro de los hitos del rito veraniego. En la conversación, la presidenta asegura que el adelanto electoral "está, sobre todo, en la cabeza de los partidos de la oposición". Cuando faltan sólo unos días para el primer consejo de Gobierno tras la pausa veraniega -será el próximo martes-, esta declaración sólo significa que Susana Díaz no está pensando en el adelanto electoral. El adelanto, según ella, sólo es un mantra de la oposición que reflejaría la "inseguridad" de estos partidos.
Cuando Susana Díaz se marchó de vacaciones, dejó dicho a sus consejeros que estuviesen listos para la última semana de agosto. Y hay quien lo interpretó como un aviso de posibles elecciones. Según ese cálculo, la presidenta convocaría comicios a principios de septiembre para celebrar las elecciones el último fin de semana de octubre. Algunos daban hasta la fecha del 28 de octubre. Nada de ello, no hay motivos, aún tiene que intentar llegar a un acuerdo con Ciudadanos para sacar el Presupuesto de 2019.
A estos partidos, a Podemos y al PP, que no a Ciudadanos, le llega a llamar "profetas de la nada y pitonisos de segunda". Lo que no va hacer Susana Díaz es darle la razón el próximo martes a quienes descalifica de ese modo.
En la misma entrevista, Susana Díaz soslaya el deseo del presidente Pedro Sánchez de hacer coincidir las elecciones generales con las andaluzas. No sólo el presidente, hay dirigentes socialistas andaluces que también opinan que los comicios conjuntos vendrían bien a ambos. La marca PSOE está ahora muy bien, y una movilización en Andalucía motivada por la confluencia de campañas ayudaría a la movilización. Pedro Sánchez no tiene fecha para sus elecciones, pero marzo sería una de las probables si no logra sacar los Presupuestos Generales. Principios de marzo o finales de febrero también son buenas fechas para Susana Díaz.
Pero la presidenta insiste en que desea unas elecciones "con acento andaluz" para que sólo se hable de la agenda de la comunidad. Sin interferencias; es decir, que quiere ir sola. Hace tres días, el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso R. Gómez de Celis, declaró a RNE que ella y el secretario general, Pedro Sánchez, tendrían que hablar de la convocatoria electoral, "porque siempre ha sido así", añadió. Celis no olvidó que la convocatoria sólo es prerrogativa de la presidenta, pero es habitual que eso lo hable con su secretario general.
Las últimas elecciones a las que Griñán se presentó como candidato fueron un éxito relativo para el PSOE porque se negó a hacerla coincidir con las generales de José Luis Rodríguez Zapatero, pero el momento era bien distinto. Zapatero hundió la credibilidad del partido y del Gobierno por la gestión de la crisis, y su relevo, Alfredo Pérez Rubalcaba, no pudo salvar el escollo.
De este modo, el Gobierno andaluz retomará su actividad la semana próxima, sin unas elecciones a la vista. Díaz intentará separarlas lo máximo de marzo para que los calendarios de formación del Gobierno no coincidan con las municipales de junio, pero no habrá un adelanto para otoño.
Una cuestión distinta es la situación de Pedro Sánchez. Si no logra apoyos para pactar los Presupuestos de 2019 con Podemos, PNV y los independentistas catalanes, podría convocar una vez que ha constatado, además, la irreversibilidad del conflicto catalán mediante los intentos de diálogo.
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