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Adelante quiere y puede ser la llave del próximo Gobierno

Elecciones Andalucía

Parece que Teresa Rodríguez podrá ponerle condiciones a Susana Díaz para facilitar su investidura desde el primer día.

Cierre de campaña de Adelante Andalucía, esta tarde  en Torremolinos.
Cierre de campaña de Adelante Andalucía, esta tarde en Torremolinos. / Álvaro Cabrera (Efe)
Raúl Estévez

01 de diciembre 2018 - 03:00

Si no hemos sido engañados, mañana se enfrentan dos grandes bloques rivales. Los partidos que representan a la izquierda, PSOE y Adelante Andalucía, y los que encarnan la derecha, PP y Ciudadanos. Y un outsider: Vox, que ha asomado la cabeza los últimos días más de lo que se esperaba. Los partidos tradicionales de siempre de ambos lados de la bancada y los conocidos hasta hace poco como emergentes o de la nueva política.

Según arrojan los sondeos, PSOE y Adelante tendrían fácil sumar para imponerse al bloque de PP y Cs. El problema es que Susana Díaz y Teresa Rodríguez han mostrado una antipatía recíproca durante los últimos años que parece complicado que se abracen sin complejos desde el primer día.

Miedo al abrazo del oso

Adelante, que ha realizado una campaña en la que han ido de más a menos y ganando confianza en cada kilómetro recorrido, tiene pánico a los abrazos. Sobre todo, si son osunos.

Antonio Maíllo, el segundo de la papeleta, aún tiene fresco como el apoyo de IU al PSOE hace dos legislaturas casi devora a su formación, que salió tan tocada cuando Díaz dio el pacto de Gobierno por finalizado, que no le quedó más remedio que echarse en brazos de Podemos.

En las pasadas elecciones IU sólo logró cinco escaños IUy la formación de izquierdas se quedó a un sólo paso del abismo que ya se había tragado al PA.

Afortunadamente para ellos, la fusión con Podemos les revigorizó. La sinergia funcionó y la dupla Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo comenzó a funcionar. Tanto que las previsiones le permiten vislumbrar conseguir juntos un resultado superior al conseguido por separado en 2015.

Si así fuera, como suele pasar en estos casos, la llave de la investidura de Díaz y su posterior Gobierno la tendría Rodríguez. Por eso, la coalición que forman Podemos y Izquierda Unida están ante su gran prueba de fuego. Su resultado no sólo influiría en el futuro de Andalucía, sino que afectaría a la tablero político nacional.

Lo único seguro es que Rodríguez no se lo pondrá fácil a Díaz. Y cuanta menos diferencia haya entre Adelante y PSOE, más obstáculos colocará a la actual presidenta. Díaz, que ya se lo huele, lleva desde el inicio de campaña protestando por una hipotética falta de apoyos a su proyecto, que dejaría la legislatura en vía muerta.

Exigencias de Adelante

Adelante ha prometido, y se entiende que exigirá en cualquier negociación, un gasto público muy por encima de lo previsto por Díaz y unos controles de la administración tan leoninos que parecen difícilmente asumibles por la candidata socialista.

No hay que descartar, además, que la primera medida que Rodríguez ponga sobre la mesa sea la marcha de Díaz para pactar con el PSOE. Un movimiento que dejaría la partida entre los partidos de la izquierda en tablas.

Otra cosa que no sea un acuerdo, aunque sea de mínimos, entre PSOE y Adelante o un distanciamiento que provoque la convocatoria de nuevas elecciones –como ocurrió en el primer intento de Pedro Sánchez de gobernar con ayuda de Pablo Iglesias– no se concibe. A menos que hayamos sido engañados.

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