Hacia un futuro sostenible con retos y oportunidades para las empresas

Las empresas ven en los Objetivos de Desarrollo Sostenible una oportunidad de negocio, como se pudo exponer en el coloquio titulado Nuevos retos de sostenibilidad para las empresas andaluzas, realizado en la sede del Diario de Sevilla. Contó con la participación de destacados ponentes, como María López, secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Junta de Andalucía; Manuel Mingorance, presidente del consejo empresarial de Medio Ambiente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA); Daniel García, socio fundador y director general de ECOTERRAE; José Magro, senior mánager de Sostenibilidad en KPMG; e Ignacio Bañeres, mánager en Sostenibilidad de AENOR. La moderación estuvo a cargo de Alberto Grimaldi, subdirector de Diario de Sevilla.

El primer turno de intervenciones tuvo como eje la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 en el día a día de las instituciones y organizaciones presentes.

Manuel Mingorance, presidente del consejo empresarial de Medio Ambiente de la CEA, destacó que “la empresa debe ser un agente positivo para el desarrollo sostenible”, y señaló la necesidad de que las pymes reciban apoyo para alinearse con los ODS.

José Magro, senior mánager de Sostenibilidad en KPMG, subrayó la importancia de unir digitalización y sostenibilidad, mientras que Daniel García Lázaro, director de ECOTERRAE, resaltó el reto de implementar una cultura sostenible sin comprometer la rentabilidad. “Nuestro objetivo es ser un ejemplo para otras compañías”, afirmó.

Ignacio Bañeres, de AENOR, recalcó el papel de su organización en ayudar a las empresas a cumplir con los ODS, mientras que María López Sanchís, de la Junta de Andalucía, señaló que “los ODS deben verse como una oportunidad empresarial”. También mencionó iniciativas públicas como el registro de huella de carbono y ecoetiquetas, orientadas a apoyar al sector privado.

En el contexto de la transformación empresarial impulsada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, los ponentes compartieron cómo sus organizaciones han adaptado sus culturas corporativas para alinearse con estos principios, haciendo hincapié en los desafíos y oportunidades que enfrentan actualmente.

Daniel García Lázaro, de ECOTERRAE, subrayó cómo las nuevas generaciones ya incorporan los ODS en sus modelos de negocio, y cómo esto ha cambiado la dinámica interna de las empresas. “Las nuevas generaciones tienen en su ADN empresarial los ODS”, comentó, aunque señaló que uno de los retos más complejos es la retención del talento. “La sostenibilidad tiene que estar entroncada en la empresa porque los propios empleados lo exigen”, resaltando la importancia de integrar los valores de sostenibilidad no solo por razones regulatorias, sino también por las demandas internas.

Ignacio Bañeres, de AENOR, coincidió en que las empresas ya han asimilado muchas de las regulaciones relativas a los ODS. “Las compañías que cumplen con los ODS no solo están más alineadas con la normativa, sino que también pueden competir mejor en el mercado”, afirmó, destacando la ventaja competitiva que supone adaptarse a estas regulaciones.

Desde KPMG, José Magro resaltó la necesidad de un enfoque analítico y estratégico para adoptar los ODS. “Es necesario analizar y reflexionar para crear un plan de sostenibilidad”, indicó, señalando que los ODS ofrecen una guía para identificar las áreas donde las empresas pueden tener un mayor impacto medioambiental. Este enfoque, según Magro, permite a las organizaciones jerarquizar sus prioridades en materia de sostenibilidad y mejorar su influencia en el ámbito medioambiental.

Manuel Mingorance, de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), subrayó el esfuerzo que realizan las empresas para adaptarse a los ODS. “Tenemos que exponer de la manera más clara posible las regulaciones a las empresas, porque muchas veces las medidas que se toman se interrelacionan y se apoyan entre sí”, explicó. Puso como ejemplo a compañías del sector del agua, que están trabajando para reducir al máximo el consumo de esta materia prima, o las que han adoptado energías renovables en sus procesos productivos. “Las empresas están haciendo grandes esfuerzos en este sentido”, añadió.

Por su parte, María López Sanchís, de la Consejería de Medio Ambiente y Cambio Climático, destacó la profunda transformación que ha supuesto para muchas instituciones incluir la sostenibilidad como una parte central de sus estrategias de negocio. “Hoy en día, los responsables de sostenibilidad están sentados en la mesa de negocio de cualquier institución”, señaló, recalcando que la sostenibilidad no es solo una obligación, sino “una oportunidad para desarrollar negocios y generar empleo”. López Sanchís también destacó el papel de la economía circular como motor clave de la sostenibilidad, afirmando que esta transformación impulsa una nueva forma de hacer negocios.

Además, José Magro agregó que la colaboración interna es fundamental para el éxito de los ODS. “Por un bien común, las diferentes facciones de una empresa tienen que interactuar para ir todos a la par en la consecución de los objetivos”, explicó, y añadió que la cooperación no solo debe darse dentro de las empresas, sino también con agentes externos.

En el tercer bloque del coloquio, los ponentes discutieron cómo sus respectivas instituciones y empresas fomentan la implementación de objetivos concretos de desarrollo sostenible más allá de lo estrictamente ambiental.

Manuel Mingorance, de la CEA, destacó la importancia de crear alianzas, en línea con el ODS 17, resaltando el papel del diálogo social y los convenios colectivos. “Los empresarios tienen la responsabilidad de generar y redistribuir la riqueza”, afirmó, subrayando que el centro de toda actividad empresarial debe ser la persona.

José Magro, de KPMG, hizo hincapié en la innovación como motor para generar actividad en el tejido empresarial, aludiendo al ODS 16 sobre la creación de instituciones sólidas. Además, destacó la importancia de promover la salud física y mental de los empleados, considerando las diferencias generacionales, y abogó por la igualdad de género, donde “el talento debe ser el único determinante de hasta dónde llega cada persona”.

Daniel García Lázaro, de ECOTERRAE, enfatizó la complejidad de la digitalización, pero subrayó que este cambio de paradigma será clave para mejorar la productividad a medio plazo. La moderación apuntó que “el 97,7% de las empresas no tienen ni 20 empleados”, lo que refleja la magnitud del desafío.

María López Sanchís, de la Consejería de Medio Ambiente, subrayó la relevancia de la transparencia y la innovación. “Andalucía cuenta con la red de información ambiental más importante del país”, señaló, destacando el compromiso de facilitar a las empresas el acceso a datos fiables que les permitan tomar decisiones informadas y aprovechar mejor las oportunidades de negocio.

Ignacio Bañeres, de AENOR, cerró el turno explicando cómo su organización ayuda a las empresas a cumplir con los ODS, proporcionando certificaciones que aseguran que sus prácticas están alineadas con estos objetivos.

Durante el debate, se abordó la situación de las pequeñas y medianas empresas frente a la implementación de los ODS. Manuel Mingorance, de la CEA, abogó por la voluntariedad en la adopción de estos objetivos, destacando los avances en derechos sociales gracias a 40 años de negociación colectiva. Señaló también la necesidad de acordar medidas con las administraciones.

José Magro, de KPMG, enfatizó la importancia de que las directivas europeas, como la de diligencia debida en sostenibilidad (DSRD) y la Directiva CSRD, comiencen a funcionar a medio plazo, proporcionando recursos y fomentando la colaboración. Ignacio Bañeres, de AENOR, subrayó que es fundamental formar y educar a las pymes, facilitando que las grandes empresas transmitan su conocimiento para guiar a las más pequeñas.

Otro de los temas tratados fue la adaptación de la fuerza laboral ante los cambios en el entorno de trabajo. María López Sanchís destacó que las nuevas generaciones buscan trabajar en empresas comprometidas con el medio ambiente, utilizando la sostenibilidad como herramienta para atraer talento. Subrayó la importancia de involucrar a los empleados en los proyectos, haciendo que vean cómo sus acciones repercuten en los demás.

José Magro apuntó que, además de mostrar el propósito empresarial, es crucial que los jóvenes vean las oportunidades de desarrollo laboral que les ofrece la empresa. Por su parte, Manuel Mingorance mencionó que en una carrera profesional, una persona puede llegar a asumir hasta cinco responsabilidades diferentes, añadiendo que las condiciones socioeconómicas de Europa también influyen en este proceso de adaptación.

En la conclusión del coloquio, los ponentes subrayaron los principales puntos debatidos. María López Sanchís destacó que “la sostenibilidad es una oportunidad tanto para el desarrollo de negocio como para preservar el planeta”, recordando la importancia de implementar los ODS acompañados de normativas. 

Ignacio Bañeres, por su parte, afirmó que “el cambio de paradigma está en involucrar a las personas en la toma de decisiones”, lo que permitirá estar mejor preparados para los desafíos.

Daniel García Lázaro enfatizó que la sostenibilidad debe formar parte integral del negocio, señalando que “las empresas serán sostenibles o no serán”, y advirtió sobre la pérdida de competitividad para quienes no consideren este asunto como parte crucial de su estructura de trabajo desde todos los ámbitos.

José Magro señaló la necesidad de que cada empresa seleccione sus prioridades de sostenibilidad en función de su influencia y destacó la digitalización como una herramienta clave para mejorar el proceso. 

Finalmente, Manuel Mingorance subrayó la importancia de las alianzas, destacando que “lo más sostenible es generar actividad empresarial”.