El ex presidente de Invercaria dice que sus inversiones “colmaron los objetivos”
Invercaria
“No se puede criminalizar una empresa de capital riesgo”
La defensa de Tomás Pérez-Sauquillo, ex presidente de Invercaria, ha presentado un nuevo escrito de calificación en el que lamenta que haya sido acusado hasta ahora en doce macrocausas por supuestas inversiones fraudulentas, en cada una de las cuales la Fiscalía pide para él seis años de cárcel.
Acusar después de seis años de investigación es “no conocer todavía lo que es una inversión en capital riesgo”, donde la razón de ser es “apostar por ideas y valores aportados por nuevos emprendedores”.
Los resultados globales de Invercaria, según la defensa, han supuesto “un éxito sin precedentes” y han “colmado sus objetivos”.
En esta ocasión, el escrito de defensa número 12 se refiere a las inversiones de la empresa pública de la Junta en Med&Check, una iniciativa para hacer chequeos médicos con ayuda de nuevas tecnologías para reducir de forma significativa su duración y optimizando los tiempos, además de servir toda la información en formato digital.
Al igual que en los 11 escritos anteriores, el abogado defensor, Javier Vidal, afirma que “no se puede criminalizar de forma generalizada lo que es una empresa de capital riesgo”. Este tipo de inversiones “no tienen encaje en el Código Penal, sería un análisis muy simplista y poco riguroso”.
Hasta ahora existen 23 piezas de Invercaria abiertas en el juzgado de instrucción 16 de Sevilla por otras tantas ayudas a empresas. Solo tres sumarios han sido archivados y aún quedan otros pendientes de iniciarse. Invercaria es, junto al caso de los ERE, una de las macrocausas que investigan ayudas de la Junta, en este caso a proyectos empresariales innovadores.
Por eso la defensa de Pérez-Sauquillo dice que se trata de inversiones a emprendedores e investigadores que conllevan más riesgo que las empresas habituales pero la administración pública debe apostar por ellos pues “de otra forma no existirían”.
Pero, con independencia de esa filosofía, asegura que las inversiones de Invercaria “han tenido un éxito sin precedentes fácilmente constatable, pues con un capital social de algo más de 40 millones de euros en toda su existencia, ha conseguido crear más de 3.000 empleos y posteriormente sus inversiones han tenido rondas de financiación entre los 100 y 200 millones de euros”.
Su porcentaje de éxitos y casos fallidos “están en línea con lo que reflejan los estudios sobre empresas semilla” en zonas como el Reino Unido o EEUU, dice el último escrito de defensa. También asegura que los resultados de Invercaria son superiores a los de empresas similares en otras comunidades autónomas.
Entre 2005 y 2008, el empleo en las empresas destinatarias de las ayudas creció un 58%, las ventas lo hicieron en un 40%, los beneficios antes de impuestos en un 74% y sus activos totales en un 57%, dice la defensa.
“Al menos el 16% de las 131 inversiones realizadas hasta 2010 exhibían una evolución positiva o prometedora”, lo que significa que Invercaria “ha conseguido colmar sus objetivos” y contribuyó a “crear un nicho empresarial de base eminentemente tecnológica, en sectores tan señalados y poco habituales, sobre todo en esta comunidad autónoma, como la biotecnología y las tecnologías de la información”.
Entre otros aspectos, la defensa de Pérez-Sauquillo afirma que “causa sonrojo” que la agencia IDEA “no acuse en las piezas en las que se investiga un proyecto tutelado por personal muy afín a la propia agencia”.
En el caso concreto de Med&Check para el proyecto en Sevilla, cree que “no es razonable que se cuestione su propia existencia” cuando ya operaba en Madrid y Málaga y había aportado a la causa documentación de sus convenios con la Cámara de Comercio, numerosas aseguradoras, el Colegio de Dentistas o la Universidad. “Casi 20 testigos han declarado sobre la certeza y veracidad del proyecto de Med&Check”, afirma el escrito.
Tampoco entiende que Pérez-Sauquillo se enfrente a seis años de cárcel solo por este proyecto cuando otros dos supuestos casi idénticos, referentes a las empresas Irongate y Kandor Grafics, fueron archivados por el juzgado por entender que el fracaso del proyecto se debió “a los avatares lógicos e imponderables de la marcha de la compañía”.
Javier Vidal dice no entender por qué el fiscal acusa ahora al expresidente de Invercaria y no lo hace en otras iniciativas donde invirtió exactamente igual y fueron un éxito, sumando 3.000 empleos: Ghenova Ingeniería, Job&Talent, Easy Industrial Solutions, Greenpower Technologies, Faasa Aviación, HT Masterbatches, Boimedal o Cyclus.
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