Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Pactos de investidura
El PP lo tiene claro. Los andaluces votaron el domingo por el cambio. Y sólo ellos se ven "legitimados" para liderar ese cambio, por aritmética parlamentaria y porque la sustitución del PSOE al frente de San Telmo representa "una obligación moral", mencionó Juanma Moreno, presidente del PP de Andalucía, quien pasó en apenas unas horas de estar defenestrado a verse con la posibilidad ser el presidente del Gobierno andaluz.
Para ello, Moreno volvió a afirmar el martes en el curso de la reunión del Comité Ejecutivo Autonómico de la formación popular que se presentará a la investidura como presidente de la Junta, proceso para el que, según afirmó, está dispuesto a "hablar con todas las fuerzas políticas, en especial con Ciudadanos, y también lo haré con Vox", apostilló.
En las filas del PP andaluz no temen el hipotético achicharramiento que supondría retratarse con Vox en una misma foto. No temen las previsibles campañas de las izquierdas que pretenden situar al partido de Santiago Abascal como una formación de ultraderecha, aseguraba a este periódico un dirigente popular en los pasillos del Hotel NH Collection, donde ayer se celebró la reunión del órgano director del PP en Andalucía. "El voto de los andaluces obliga al cambio", zanjó esta fuente que sí cree, en cambio, cuál sería el verdadero achicharramiento del PP para los comicios venideros: "Que dejemos seguir gobernando al PSOE".
Desde Génova se muestran incluso menos vacilantes a alcanzar un pacto con Vox. Fue el mismo presidente nacional, Pablo Casado, quien no descartó ofrecerle alguna Consejería en el próximo Gobierno. A Casado le preguntaron en Radio Nacional si negociaría consejerías con Vox y el líder del PP contestó que "lo único innegociable" es la Presidencia de la Junta. En lo demás, el terreno está abierto a todo género de abonos.
La primera opción, admitió Casado, es Ciudadanos. "Si es ya un acuerdo de investidura, un acuerdo de legislatura o un acuerdo de Gobierno tiene que hablarse en primer lugar con Ciudadanos; luego Vox tendrá que decir si tiene una posición pasiva –es decir, abstenerse para facilitarlo– o activa, participando en el programa electoral para estos cuatro años".
La postura del PP en este primer escenario poselectoral, a la espera de que las negociaciones para el proceso de investidura vayan materializándose en los próximos días, se resume pues en un sencillo corolario: Andalucía demanda un cambio y el PP es el actor idóneo para liderarlo, contando prioritariamente con los otros dos partidos de derecha de la Cámara andaluza. Las tres formaciones se bastan para sumar los 55 escaños necesarios para una investidura en la primera vuelta.
La disputa en este momento se centra en qué partido apoyará a quién. El motivo proviene desde Ciudadanos, cuyo ascenso electoral es presentado como suficiente salvoconducto para guiar el mencionado cambio. Por eso, pretende presentar también a su líder, Juan Marín, como presidente de la Junta. En el PP, sin embargo, creen que esa postura es mera táctica y que la formación naranja terminará por apoyar a Juanma Moreno.
Como dejó claro el dirigente popular andaluz el martes, se trata de efectuar un simple ejercicio de sumas y restas. "El PP tiene más votos y más escaños que el resto de las fuerzas políticas del cambio. Nosotros tenemos 26 asientos y Ciudadanos cuenta con 21. Con esa aritmética –explicó el dirigente popular– es evidente que quién debe liderar el cambio es el PP".
Moreno expuso a continuación sus argumentos, que serán las mismas justificaciones que exponga sobre la mesa en las conversaciones que mantengan con Ciudadanos. De entrada, está la experiencia de gestión de gobierno en las "ocho capitales andaluzas, en cinco diputaciones y en multitud de municipios".
"En el PP estamos preparados para ese nuevo tiempo. Tenemos un partido que no es nuevo. Tenemos equipo y banquillo suficiente para la gestión; sólo hace falta cabeza y experiencia. Por eso estamos capacitados desde el minuto para gobernar el cambio", dijo.
Los populares tienen claro cuáles van a ser sus puntos fuertes en la negociación con Ciudadanos. Y creen contar con no pocos comodines en la manga. Además de lo anterior, Moreno presionó a sus próximos interlocutores alegando que "el cambio debe ser imparable e improrrogable". "No creo que una formación responsable quiera bloquear el cambio elegido por los andaluces, arruinando ese caudal de ilusión y esperanza", dijo.
Y no dudó en apretar Moreno con la presión a la dirigencia de la formación naranja: "El partido que trunque el sueño de los andaluces, sea por cálculos electoralistas o por ombliguismo, será penalizado en las urnas tanto en Andalucía como en España", concluyó animando a sus posibles aliados a que se unan a "ola del cambio".
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