La superficie calcinada en lo que va de año se reduce un 92% respecto a 2022 en Andalucía
El Plan Infoca ha realizado 357 intervenciones, con más de 620 hectáreas afectadas
Media Andalucía estará este jueves en "riesgo extremo" de incendios
Sevilla/En un verano extremadamente complicado, con el riesgo de sufrir incendios disparado por las altas temperaturas y los efectos en la vegetación de la prolongada sequía, los primeros datos de la campaña del Plan Infoca son más que positivos. En Andalucía sólo han ardido 620,67 hectáreas de terrenos entre el 1 de enero y el pasado 19 de julio, cuando en el mismo periodo del pasado año ya se computaban 8.117 hectáreas. Esto significa que se ha registrado un 92% menos de superficie quemada.
Asimismo, los efectivos del servicios de extinción de incendios forestales han realizado en este periodo 357 intervenciones en terrenos forestales, lo que también supone una reducción del 8% respecto a la anterior campaña, en la que se produjeron 387 actuaciones.
La explicación a esta reducción está, en primer lugar, en que Andalucía no ha sufrido hasta la fecha ningún incendio de grandes dimensiones, como sí ocurrió en 2022, cuando ya se habían sufrido dos de los seis mayores incendios de la campaña. El primero fue el fuego que arrasó 5.000 hectáreas en Pujerra desde el 8 de junio hasta el 26 de junio y que afectó también a las localidades de Benahavís, Estepona, Faraján, Jubrique y Júzcar. Y, el segundo, el que se originó el 15 de julio y el 3 de agosto en Mijas y que calcinó 1.875 hectáreas.
Y esto es también achacable a la rápida actuación de los servicios de extinción y al trabajo de prevención que se desarrollan durante el invierno y la primavera. La escasez de precipitaciones y las elevadas temperaturas, muy por encima de la media, que se vienen registrando no ya en junio y julio, sino también en buena parte de abril y mayo, provocan que los montes andaluces vean incrementado el estrés hídrico que padecen, de ahí la importancia de las tareas de desbroce de montes y caminos, la creación de cortafuegos y la preparación de los montes para el verano.
Los técnicos insisten en que los incendios se apagan en invierno. Y desde la Consejería de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, de la que depende el Plan Infoca, destacan que la actual campaña ha estado diseñada con ese objetivo. Así, aseguran que el presupuesto destinado a la campaña de incendios, que es un 23% superior al del año pasado, ha prioriozado por primera vez la prevención sobre la extinción, destinando 125 millones a la primera tarea y 98 millones a la segunda.
En cualquier caso, y más allá de lo positivo de las cifras de la campaña, el nivel de alerta es extremo. La comunidad ha sufrido tres olas de calor en lo que va de verano y la vegetación, fruto de los últimos años de sequía, arrastra un déficit hídrico que la convierte en un polvorín.
Ante esto, el Plan Infoca recomienda extremar las precauciones, al tiempo que solicita la colaboración de la ciudadanía para que alerte de forma inmediata cualquier incidencia y recuerda la prohibición hasta el 15 de octubre de realizar hogueras, barbacoas y quemas agrícolas y forestales, así como la circulación de vehículos a motor en las zonas forestales.
Un índice de riesgo adaptado a las peculiaridades de la comunidad
Andalucía dispone desde el pasado junio de una nueva herramienta de prevención ante los incendios. Se trata de un nuevo índice, basado en el índice de peligro meteorológico por incendio forestal FWI o modelo canadiense (que es el índice de referencia para la Aemet), que permite pronostica la intensidad de los fuegos forestales en función “de la temperatura del aire seco, la humedad relativa del mismo, la velocidad del viento y la precipitación de las últimas 24 horas”, según detalla la Consejería de la Presidencia e Interior.
A este índice, “la Unidad Técnica de Análisis del Plan Infoca incorpora, además, un índice de severidad y un índice de disponibilidad del combustible vegetal –obtenidos del seguimiento de la campaña y de los incendios previos observados en cada territorio de Andalucía– para que el pronóstico se adapte aún más a las particularidades meteorológicas propias de Andalucía”, donde la ubicación, orografía y características de nuestros ecosistemas forestales juegan un papel muy relevante en la propagación y virulencia de los incendios forestales. Este índice se obtiene a diario y se representa en el mapa de la comunidad con un horizonte temporal de tres clasificado en niveles de “riesgo bajo, moderado, alto, muy alto y extremo”.
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