La transición energética, la nueva revolución industrial en Andalucía
DESAYUNO DE REDACCIÓN
Las energías limpias centraron el Desayuno de Redacción de Grupo Joly 'Energías Renovables en Andalucía, la apuesta del futuro', en el que seis expertos abordaron la situación que vive la comunidad en este ámbito y los desafíos a los que se enfrenta el sector.
Las energías renovables y sus posibilidades han vuelto a centrar un nuevo desayuno de redacción organizado este viernes por Grupo Joly, titulado 'Energías renovables en Andalucía, la apuesta del futuro', en el que varios expertos analizaron a fondo la situación que vive actualmente Andalucía, el futuro y los retos y dificultades a los que se enfrentan los agentes de este sector, que se posiciona como uno de los principales vectores para el desarrollo económico andaluz.
Así, para abordar la descarbonización en la industria se dieron cita en la sede de Diario de Sevilla Manuel Larrasa Rodríguez, secretario general de Energía de la Junta de Andalucía; Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno; Alfonso Vargas, presidente de CLANER (Asociación Andaluza de Energías Renovables); Rafael Carmona Ruiz, presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla; Santiago Garrido Pascual, vocal de Gasnam-Neutral Transport; y Francisco Guzmán Navarro, director del Instituto Andaluz de Domótica y Eficiencia Energética (IDEE) y Profesor titular en la Universidad de Málaga. Actuó como moderador de la mesa el periodista de Economía de Diario de Sevilla, Tomás Monago.
Seis perfiles diferentes que representan a todos los agentes implicados en el cambio de modelo energético. A modo de presentación, cada invitado expuso su visión acerca de cómo ven el reto de la descarbonización, qué se está haciendo en Andalucía y qué acciones desarrollan a nivel particular, cada uno desde su posición en su empresa u organización.
Así, Manuel Larrasa afirmó que desde la Consejería de Industria Consejería de Industria“ya hemos establecido las líneas a seguir en este despliegue de la transición energética. Tenemos un compromiso firme con el cumplimiento del Pacto Verde Europeo (la estrategia de la UE para lograr la neutralidad climática de aquí a 2050), es una de las cosas que estamos desarrollando más para llegar a esos objetivos de neutralidad climática”.
El director del IDEE, Francisco Guzmán, un firme defensor del autoconsumo, detalló que el instituto está inmerso en el proyecto del parque de cementerio de Málaga S.A. (Parcemasa) para la instalación de producción eléctrica fotovoltaica en paneles, con una potencia total de 572.000 KW, y “estamos colaborando también con la Consejería de Educación para instalar paneles solares de 15 KW cada uno en 430 colegios”.
Santiago Garrido explicó que Gasnam-Neutral Transport Gasnam-Neutral Transportes la asociación que “promueve el transporte sostenible” e integra a todos los actores implicados en la cadena de valor del biometano, el gas sintético y el hidrógeno por tierra, mar y aire. Esta organización , que cuenta con más de 150 socios, trabaja “para impulsar el conocimiento de los gases renovables como palancas clave para alcanzar los retos ambientales del transporte en España y Portugal, y estamos inmersos también en el desarrollo de una gran red de hidrogeneras que queremos implantar en España”.
Por su parte Alfonso Vargas recordó que CLANER es una asociación que aglutina sobre todo a los productores de energía fotovoltaica y eólica, con casi un centenar de asociados. A juicio del presidente de este clúster, “estamos en un momento dulce en Andalucía, se están haciendo las cosas bien, la Junta colabora y se están aprobando proyectos”, aunque reconoce que hay cierta incertidumbre en el sector: “me pregunto si no faltan apuestas, no estoy muy seguro de cuales tienen que ser esas siguientes apuestas en renovables en un futuro”, se cuestionó.
Otra de las asociaciones importantes del sector es la que preside Javier Brey. La Asociación Española del Hidrógeno ya tiene 22 años, 400 socios y 22 acuerdos bilaterales a nivel internacional, incluyendo a las Naciones Unidas. Para Brey, “Andalucía tiene un gran potencial por varios motivos: uno, por la cantidad y calidad de renovables que tenemos; dos por la situación geográfica, somos claves para el tren de hidrógeno; tres, por la tecnología, llevamos trabajando en hidrógeno ya dos décadas”, -recordó que la primera planta renovable se inauguró en El Arenosillo (Huelva) en 1992-, “y cuatro, por la industria, tenemos dos fabricantes nacionales de electrolizadores, tenemos empresas que hacen depósitos de hidrogeno, compresores, etc. Es decir, tenemos toda la cadena de valor”.
El Puerto de Sevilla también puede presumir de haber avanzado mucho en este sentido, a la luz de los proyectos ya asentados a los que hizo referencia el presidente Carmona: “tenemos ya energía solar fotovoltaica, una planta de generación de biodiesel, una planta de hidrógeno verde y otra de amoniaco verde, estamos involucrados en el proyecto de investigación de la US para hacer el primer tokamak; también estamos buscando otras fórmulas en combustibles como el SAF o la reutilización de aceites vegetales. Y en breve, anunciaremos la implantación de una planta para producir electrolizadores en el Puerto. Todo esto nos plantea un horizonte de muchas incertidumbres”.
Más infraestructuras y agilidad burocrática
El debate propició que saltaran rápidamente a la palestra algunos de los obstáculos con los que se encuentra el cambio de modelo energético. Para estos expertos, existe un grave problema que ocasiona frustración para las empresas que intentan cumplir con la autosuficiencia energética, y es cómo verter excedente de energía a red, lo cual prolonga la dependencia de las grandes compañías energéticas. Hay muchos proyectos, sí, pero no se aprovecha el excedente de energía que se genera.
Aquí el representante de la administración andaluza fue claro al apuntar al origen del problema: “la realidad es que carecemos de infraestructuras, nos faltan puntos de evacuación a la red. Si no hay una infraestructura de red para poder llegar, por ejemplo, al Puerto de Sevilla no hacemos nada. Si se creasen infraestructuras el desarrollo de los proyectos sería muchísimo mas sencillo”. “Coincido con lo que apunta Manuel en el tema de la evacuación, si aquí no hay clientes para ese excedente de energía hay que buscarlos fuera y para eso, obviamente, hacen falta infraestructuras, sí que vamos muy retrasados”, señaló Vargas.
Para Francisco Guzmán en este problema tiene mucho que ver la falta de interés por las empresas propietarias de la red, y ante esto, aboga firmemente por apostar por el autoconsumo y las comunidades energéticas, un concepto en el que ya viene trabajando el gobierno andaluz. En este sentido, Rafael Carmona puso un ejemplo muy clarificador: “hay un proyecto que estamos impulsando. Una empresa privada nos solicita un punto de evacuación, pero por la noche tiene que seguir funcionando, y necesita un punto de enganche. Pues bien, cuesta más el enganche eléctrico que el propio proyecto. ¿Eso cómo se explica? Entonces le digo al regulador que me ayude y me dice que no puede, que ésa es la normativa”. Para el presidente del Puerto, “la clave está en las eléctricas, o las eléctricas colaboran o no podemos hacer nada”, una idea con la que discrepó de lleno el director del IDEE.
“Las eléctricas no van a colaborar nunca. ¡Les estás pidiendo que dejen de ganar dinero!. Seamos realistas, dejemos de vender humo. Tenemos que crear nuestro propio mercado, crear nuestra propia electricidad sin depender de ellos, ser nuestros propios promotores. Busquemos soluciones como las pilas de combustible -generas electricidad de noche-, o producir hidrogeno, gracias al agua del mar que va a las desaladoras”, señaló Guzmán.
La otra gran barrera en esta revolución es la burocracia y la normativa. Todos criticaron la lentitud administrativa en la aprobación de proyectos y la concesión de permisos ambientales. Los invitados apostaron por resolver este problema con una regulación adecuada de los almacenamientos de energía. “La normativa contempla el almacenamiento como una generación. Si tuviéramos una normativa en la que se considerase el almacenamiento como tal, entonces tendríamos un sistema gestionable”, expuso Manuel Larrasa. Efectivamente, “hay que avanzar en simplificación administrativa y también en digitalización entre los promotores y la administración”, añadió Alfonso Vargas. “Necesitamos que sea todo digital, que cada promotor pueda consultar en todo momento como está su expediente”.
El potencial del biometano y el hidrógeno
Durante el debate también se puso el foco, en clave más positiva, otras tecnologías que viven un fuerte desarrollo en la comunidad, e incluso un ‘boom’: el biometano y el hidrógeno, que representan buenas opciones para la descarbonización del transporte pesado y marítimo. En el caso del biogás, en concreto, se han solicitado recientemente 300 puntos de conexión de plantas de biometano a la red de transporte gasista.
“Creo que en España tenemos una oportunidad con el biometano. Aquí no existe un problema de redes, porque ya hay infraestructuras de conducción de gas”, explicó Santiago Garrido, quien recordó que “en España tenemos ya 8 plantas de biometano inyectando a la red y 300 proyectos encima de la mesa. El objetivo para 2030 es que esos proyectos estén ya conectados. ¿Eso a que nos lleva? Construir todas esas plantas significa 20.000 millones de euros en construcción. Tenemos al alcance de la mano de aprovechar esa revalorización de los residuos”, añadió.
En el caso del hidrógeno, Javier Brey opina que “tenemos mucho potencial pero hay que trabajar el transporte, uso y distribución del hidrógeno. ¿Cómo pueden aprovecharse las pymes de este potencial? Pues se estiman en 85.000 los puestos de trabajos que se van a crear en el hidrogeno de aquí a 2030 en España”, aseguró. Manuel Larrasa hizo hincapié en que “es necesario que todos los proyecto de hidrógeno verde que se están promoviendo en España sean viables, porque los que realmente tienen una base sólida y con planificación de red y financiera son los del Valle del H2 de Huelva y el del Campo de Gibraltar”.
Alfonso Vargas apuntó a que “todavía es pronto pero en los próximos años podremos ver el éxito del hidrogeno seguro, me quedo con lo q dice Javier: la tecnología no es el problema, la iniciativa tampoco, falla la planificación, la regulación”.
Conclusiones: una nueva revolución industruial
No obstante, pese a que se pusieron sobre la mesa los retos pendientes, las conclusiones fueron positiva y todos coincidieron en señalar la transición energética como una gran oportunidad para Andalucía, como la nueva “revolución industrial” para la comunidad. “Busquemos soluciones que de verdad sean factibles y sean rentables. Dejémonos de utopías, vayámonos a proyectos que necesite la gente y tengan clientes. Tenemos la oportunidad de que la administración andaluza colabora, pues aprovechemos eso. Potenciemos que el capital privado sea el interesado en hacer la transición energética”, resumió Guzmán. “Así es”, convino Garrido. “Hay mucha gente trabajando ya en que las renovables en Andalucía sean referente a nivel nacional y europeo. Con el esfuerzo de todos (productores, consumidores, y administración), conseguiremos estar ahí”.
“Soy un firme convencido de que Andalucía está ante la mejor oportunidad que ha tenido desde el descubrimiento de América. Tenemos el talento, muy buenos ingenieros, estamos en el camino correcto, tenemos por delante una gran oportunidad para importar industria”, concluyó Larrasa.
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