Antonio García: mi viejo
Real Balompédica Linense
La Real Balompédica y la Asociación de Veteranos homenajean este domingo al mítico lateral derecho albinegro. Así ve este momento una de sus hijas, Rocío
Siempre que me preguntan "¿qué te hubiera gustado hacer y no has hecho?" suelo quedarme pensativa porque defiendo en demasía lo de estamos donde tenemos que estar. Si hay algo que no he vivido es porque no tenía que hacerlo.
Pero con esta cuestión se me remueven las entrañas, porque, sin duda, sí que tengo algo que me hubiese encantado hacer y no pude: ver a mi padre jugar en la Balona de su vida. Yo, que he heredado de él esa pasión por el fútbol, tengo una sensación inequívoca de espina clavada con este tema.
Debo decir que, mientras él le daba patadas a la pelota yo aún no había nacido y, probablemente, no estaba ni en los planes de mis padres, pero me habría flipado verlo correr la banda derecha. Verlo inventar lo que en aquel momento ni existía, dándole una nueva función a un lateral: llegar a línea de fondo y centrar.
El Tallo, que así lo apodaban, por su espigado cuerpo alto y delgado, ha dejado huella en el corazón balono, por sus años vestidos de corto y por su entrega al club al que le ha entregado, absolutamente, todo. Ejemplo de entrega y amor a unos colores que están en lo más profundo de su alma. Y, aunque no he podido disfrutarlo en el campo, sí que me llegan las muestras de cariño de todo aquel que bien recuerda aquellos años históricos blanquinegros.
Mi padre, además de ser un fanático del fútbol, es un caballero. Una persona de principios. Un ser leal, formal, serio, aunque con un toque de humor negro disponible, exclusivamente, para los que llevamos el ingenio a otro nivel. Es noble, muy inteligente y con una memoria inalterable.
Mis recuerdos más especiales junto a él han estado acompañados de un balón y de nuestras charlas infinitas sobre qué hubiéramos hecho, en caso de ser entrenador, para ganar algún partido que nuestro equipo haya perdido.
El domingo estaré a su lado en el homenaje tan merecido que la Real Balompédica Linense va a hacerle, así que, papá, solo quiero darte la enhorabuena por este ratito de gloria qué tantos recuerdos te traerán. Y, también, me gustaría darte las gracias por lo que haces por el fútbol, en especial, por todo lo que me has enseñado. Eres mi entrenador preferido.
Tu familia está muy orgullosa de ti. Te quiero, mi viejo
Rocío García Boza es exfutbolista, escritora y colaboradora habitual de Europa Sur
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