Basadre: directo y sin estridencias
Real Balompédica | Primera Federación
"Hay que matarse a correr, pero también para atacar", le repite a sus futbolistas
Víctor Basadre esperó escondido [es un decir] en la caseta de entrenadores del Municipal a que el presidente de la Real Balompédica, Raffaele Pandalone, y el director general, Álvaro Pérez Bonmati, diesen el OK después de llegar al acuerdo de rescisión de su predecesor en el cargo, Rafa Escobar. Un pacto que se atragantó lo suficiente como para que la primera sesión del preparador gallego, prevista para las 18:00 de este martes, se tuviese que retrasar casi un cuarto de hora. Cualquiera convence a Álvaro Pérez para saltarse un protocolo legal.
Cuando la situación ya estaba regularizada, el nuevo míster albinegro accedió a la caseta donde le esperaba la plantilla, expectante. Hasta apenas un ratito antes alguno de los jugadores no tenían conocimiento de su identidad, que el club ha logrado guardar celosamente casi hasta el último minuto. Algo nada fácil en los tiempos que corren. Presentes en el misma el mencionado Álvaro Pérez y el director deportivo, Ismael Chico, quienes salieron con una muy buenas sensaciones de esta primera toma de contacto.
Después, un entrenamiento al uso. Sin estridencias. Órdenes cortas. Tajantes. Y la impronta de que va a apostar por Alberto Varo en la portería, aunque no deja de ser una sensación. “Hay que matarse a correr, pero también para atacar. Que el compañero siempre tenga una opción”, dice en una de las pocas expresiones que se le pueden oir desde lejos, porque apenas alza la voz.
El trabajo termina con un partidillo a medio campo. Alu Koroma se marcha antes de que acabe. “Me duele el tobillo”, le explica a los pocos que siguen la sesión desde la pista de atletismo de Preferencia, la única que existe ya. “Nos queda poco, nos queda poco, apretad”, se oye de fondo al míster, que no se separa de su tablet. "La llevo para disimular ni la he mirado, yo soy más de papel y boli", dice riendo nada más acabar el trabajo.
En el mismo césped, con una sonrisa, Basadre atiende a los informadores que se han dado cita en su primera jornada como entrenador de la Balona. Hay chico nuevo en la oficina. Todo el mundo le desea suerte. Él responde pos sistema: “Seguro que me puedes ayudar en algo para que sea la suerte de todos”.
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