Álex García, la sonrisa de la Balona
Real Balompédica | Primera RFEF
El punta algecireño asegura que su debut no se le olvidará "en la vida" y que está "feliz"
"Por mí el partido podría haber durado tres días, no quería salirme del campo", afirma
Álex García es, posiblemente, el balono más feliz del universo en estos momentos. Literalmente la sonrisa no se le cae del rostro, lo que contrasta con el enfurruñamiento general de los albinegros. El delantero algecireño debutó el pasado domingo con la Real Balompédica y mientras el resto anda desgranando la derrota cosechada a manos del Sevilla Atlético, él disfruta de haber hecho realidad uno de los sueños de su aún corta vida. “Si hubiésemos puntuado hubiese sido redondo, pero el domingo no se me va a olvidar en mi vida, jamás”, recalca el chaval, un goleador que conoce buena parte del fútbol de la comarca y que llega con la intención de quedarse. Quienes saben de esto dicen que tiene muy buena pinta. No es oportuno compararlo con nadie. Es, sencillamente, Álex García.
La convocatoria de la Real Balompédica para el encuentro del pasado domingo en Sevilla presentaba, debido a las numerosas bajas, infinitas curiosidades, pero quizás la más significativa en que en la misma había tres futbolistas naturales de Algeciras (el capitán Antoñito, Andrés García y Álex García) y solo dos de La Línea (Loren Fernández y Manu Toledano).
Casi con total certeza la única noticia positiva del choque en la Ciudad Deportiva nervionense, en el que la Balona cayó por 1-0, fue el debut de Álex García, quien relevó a Aly Coulibaly a poco del final y con el tiempo añadido estuvo sobre el césped algo más de diez minutos. Pero ¿quién es el último misacantano de la escuadra albinegra?
Alejandro García Sanjorge es un delantero algecireño que acaba de estrenarse en la categoría senior. Arrancó su trayectoria en el San García, el equipo de su barrio y pasó por Elcano, CD San Roque, AD Taraguilla, Algeciras CF, CD San Bernardo y, hace poco más de un año, llegó a la Real Balompédica.
Del desembarco en la entidad de La Línea tuvo mucho que ver uno de los que entonces era su jugador, Javi Galán, con el que le mantiene mucha amistad, aunque ahora es Andrés García con el que está “más pegado siempre”.
Hace poco más de un mes y como consecuencia de ese trabajo sordo que realizan Ismael Chico y Juan Mari Sánchez se sumó a los entrenamientos de Antonio Ruiz Romerito, avalado por una docena larga de goles con el segundo equipo.
“Yo todo lo que sea jugar en ataque... me gusta rematar, pero también suelo dar bastantes asistencias a lo largo de la temporada y si hay que encarar por banda, pues se encara”, se define el joven futbolista, que admite “haber aprendido mucho” desde que comenzó a ejercitarse con el equipo profesional. “Se notan mucho la intensidad y el ritmo, que son muy diferentes”.
“Nunca pensé que en tan poco tiempo pudiese llegar mi debut”, explica el ariete. “Pensaba que trabajando podía llegar algún día, pero tan pronto... no me lo podía ni imaginar”.
Álex García asume que la pasada semana, a la vista del cúmulo de bajas, empezó a hacerse ilusiones de entrar en la convocatoria... hasta que el viernes le solicitaron la documentación “y claro ya...”.
Y llegó el sábado. Su nombre, por primera vez, en la lista de viajeros del equipo de la Primera RFEF. “No soy capaz de explicar ni qué sentí”, confiesa con la espontaneidad propia de un chaval. “No podía parar de sonreír”.
“Cuando llegué a casa le gasté una broma a mi padre, que estaba loco por saber si iba o no”, detalla. “Le dije que al final no me habían metido... y cuando le dije que sí iba convocado, estaba más contento él que yo”.
Durante el encuentro con el Sevilla Atlético, a la vista del desarrollo, empezó a atisbar la posibilidad de debutar pero fue cuando el míster le dio la orden de calentar “cuando ya solo pensaba en salir. Estaba eufórico”.
“Todos me dijeron que jugase tranquilo, pero claro, eso es muy fácil decirlo pero no tanto conseguirlo”, bromea. “Luego en el campo estaba bastante más tranquilo de lo que me esperaba... pero acabó muy pronto. El partido por mí podría haber durado tres días, yo no quería salirme del campo”.
El delantero desvela que en su círculo más íntimo son innumerables las bromas que recibe casi a diario por su condición de algecireño en la Balona (“no veas la que me dan, madre mía”) pero que desde el domingo esos comentarios se han tornado felicitaciones.
“Ahora lo que hay que hacer es seguir peleando para tener más oportunidades”, se despide, sin dejar la oportunidad de reivindicar que en el filial "hay muy buenos futbolistas" y de emplazar para la próxima entrevista que llegará cuando estrene su cuenta goleadora en la Primera RFEF. Anotado queda.
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