Juanje Argüez: un balono en El Ejido
Real Balompédica Linense
El linense es uno de los pilares de la revelación del grupo IV-B
El centrocampista asegura que su deseo es vestir en el futuro de blanco y negro
"¿A quién no le gustaría jugar en el equipo de su pueblo?" se pregunta
Juanje Argüez es un balono confeso que juega en El Ejido, un club y una ciudad que ya considera su casa y para los que solo tiene palabras de cariño y agradecimiento. Resulta mitad curioso mitad sorprendente escuchar detallar al centrocampista los detalles de todos y cada uno de los partidos del conjunto de La Línea con igual o más detalle que lo haría cualquier aficionado. Posiblemente mejor que la mayoría de los informadores. Y eso, que los del Poniente almeriense no militan en el mismo subgrupo que los albinegros. Argüez es feliz, muy feliz en El Ejido, pero no renuncia a enfundarse algún día la ce tenaria guayabera balona. De sus negociaciones con la entidad en los últimos veranos, cuenta, hay más leyenda urbana que realidad.
La Real Balompédica solo cuenta con un linense como integrante de pleno derecho de su primera plantilla, el casi inédito Nacho Holgado. Sin embargo, un jugador de La Línea y de muchas raíces tanto en la ciudad como en el club, Juanje Argüez, es pieza fundamental en otro equipo de la Segunda división B, el CD El Ejido 2012 en el que también fue renovado el guadiareño Jesús Godino, ex de la Balona. El conjunto almeriense es una de las revelaciones en este arranque de la competición. Hasta su derrota a manos del todopoderoso UCAM el pasado domingo, con un gol de los universitarios de penalti y en el minuto 90, compartía el liderato del grupo IV-B.
Ramón Tejada hizo debutar a Juanje Argüez en Segunda B, cuando aún estaba en edad juvenil, precisamente ante la Balona en la Ciudad Deportiva nervionense. Entonces formaba parte de la cantera del Sevilla. También jugó en la categoría de bronce con el filial del Dépor, el Fabril, y ahora con el CD El Ejido, que es cuando, admite, está “disfrutando”.
“Parece mentira porque llegué hace solo un año y medio, pero ya me siento como en mi casa”, explica el centrocampista linense. “Todo el mundo me ayuda”.
“La verdad es que el arranque de la liga es muy esperanzador”, recalca el futbolista. “A pesar de que ha habido muchos cambios, porque solo quedamos cuatro jugadores de la temporada pasada, hemos hecho un grupo muy bueno en vestuario, que es algo muy importante, porque en los partidos cuando ves que un compañero se está matando por ti, casi no queda otra que matarte tú por él”.
“A título personal uno siempre quiere dar más de sí, aportar más al grupo”, analiza Argüez. “Después ves los partidos y piensas en esto puedo mejorar, pero sé que puedo dar más, estoy contento con lo que he hecho en estas cuatro primeras jornadas”.
La asignatura pendiente de Juanje Argüez esta temporada es jugar en el Municipal. Un derecho que le ha arrebatado, de momento, el novedoso sistema de competición impuesto por culpa del Covid-19, pero al que no renuncia: “Me haría mucha ilusión jugar contra la Balona y si fuese en La Línea, aún más”.
“Para cualquier balono jugar allí y hacerlo contra el equipo de tu pueblo supone un plus muy especial”, recalca, al tiempo que desmiente esa sensación tan extendida de que no quiso vestir los colores blanco y negro.
“No es un tema del que me guste hablar, porque se dicen tantas cosas… es cierto que cuando me fui al Fabril tuve una oferta y yo fui el que renuncié porque en ese momento no lo creí oportuno, porque era un filial… “.
“Otra cosa es lo que sucedió al año siguiente, cuando me fui al Cádiz”, matiza. “Es verdad que me hablaron, pero casi mejor que no lo hubiesen hecho”, dice en referencia a la oferta que le hizo llegar la directiva de Raffaele Pandalone. “No sé si es que se habían tomado mal el no de la vez anterior, pero la verdad es que no lo entendí”.
“Pero que nadie dude de que me gustaría jugar algún día en la Balona”, recalca. ¿Dónde iba a estar mejor que en mi casa? Yo soy balono y estos malentendidos, por muy desagradables que resulten en el momento, son cosas que pasan en el fútbol y me niego a pensar que tengo cerradas las puertas de la Balona”, concluye. Ahí queda el guante echado.
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