Una Balona con argumentos cede en los penaltis (1-1)

La Línea/El Cádiz CF (Liga 1|2|3) se proclamó este sábado campeón del XXXII Trofeo Ciudad de La Línea al imponerse a la Real Balompédica Linense (Segunda B) en la tanda de penaltis (4-5) tras igualar 1-1. El cadista Lekic abrió el marcador en el 5' y Luis Alcalde empató para la Balona en el 73' al aprovechar un despiste de la defensa. El exjugador y capitán de la Balona Ismael Chico recibió un sentido homenaje al jugar sus últimos veinte minutos con la camiseta albinegra. Los amarillos revalidan ensaladera.

La Balona dejó ver, después de presentarse oficialmente a su hinchada, que tiene mucho que ofrecer. O eso desprendieron los pupilos de Jordi Roger frente a un equipo de superior categoría más rodado y con sólo una semana de trabajo en las piernas. Manu Molina, que salió en sustitución del homenajeado Ismael Chico, lideró a los albinegros en su intención de practicar un fútbol de toque y con profundidad. A los balonos, que lucieron su nueva blanquinegra con toques celestes, les pesó un poco la falta de rodaje. Tomás Sánchez volvió a mostrarse como uno de los futbolistas con garra, que gustan tanto a la afición linense, Bandaogo sorprendió con muy buenas maneras y Luis Alcalde ofreció síntomas de tener buena pegada, con un gol incluido. Esta Balompédica, que apunta maneras, aún tiene trabajo por delante para lograr ilusionar a sus fieles.

El equipo de Álvaro Cervera, con bajas importantes como Caye Quintana, compareció en el Municipal y dio una clase de sobriedad. Los amarillos repartieron minutos a algunos jóvenes del filial como Seth o Javi Navarro, con mucha mordiente, y que dejaron las mejores sensaciones para los visitantes en el primer tiempo. En el segundo salió José Manuel Jurado a repartir fútbol. Aún así la Balona se mostró muy sólida en defensa con dos baluartes con Vega y Carrasco en la retaguardia. El italiano Fabrizio Danese disputó sus primeros minutos como balono.

En una de las primeras acciones del partido Lekic, desde la segunda línea, recogió un centro de Javi Navarro para batir por bajo a Montoya, ante la facilidad de la zaga linense. La Balona tuvo la réplica, con muchas ganas de agradar a su gente, con un cabezazo desviado por muy poco del canterano Mai. Los de la Tacita de Plata bascularon y manejaron los tiempos y los albinegros, plagados de caras nuevas, fueron encontrando sensaciones de menos a más ante una afición con la que aún tiene que sintonizar. La Balompédica mejoró y llegó con más frecuencia en la segunda parte y en una desliz de la zaga visitante Luis Alcalde aprovechó para fusilar, en una posición nada fácil, a David Gil.

Lo más emotivo del día quedó con el adiós a Ismael Chico. El eterno capitán, que lució el seis a la espalda por última vez como homenaje a su trayectoria, peleó cada balón y marcó territorio en la medular como siempre. Veinte minutos que quedarán para él y un trofeo que le obsequió la Balona por su aportación a la historia del club. El capi entregó el testigo del brazalete de capitán a Sergio Rodríguez, para despedirse entre aplausos a más de una década de fútbol en sus botas, y dejar su lugar al futuro. Una clara evidencia de esta nueva Balona que da sus primeros pasos.