El discreto estilo de Calderón
Real Balompédica Linense
El nuevo técnico balono comienza su trabajo con un ‘look’ particular y sin alharacas
El gaditano dirige una primera sesión muy al uso tras una charla convencional en vestuarios
Antonio Calderón eligió la tarde más fría del año –o poco menos– para llevar a cabo su primera sesión de trabajo como entrenador de la Real Balompédica. El técnico gaditano, protegido con un gorro y unas gafas negras a lo Luis Enrique, inició su andadura al frente del equipo de La Línea sin alharacas. Un entrenamiento muy al uso y él, en el centro, ojo avizor para ir acumulando en su disco duro más detalles de los que ya le habían hecho llegar durante la mañana sus colaboradores.
Lejos quedan aquellos tiempos de Carlos Pacheco, Carmelo Cedrún e incluso otros más cercanos como los de Felines en los que el relevo en el banquillo de la Balona provocaba una auténtica romería de aficionados hasta el Municipal para experimentar en primera persona la metamorfosis. Apenas una docena de personas, y entre ellas varios informadores y directivos, presenciaron esta puesta de largo de quien se ha propuesto llevar a la Balona a los puestos de privilegio.
Calderón se privó y mucho de entrar en la Balona como un elefante en una cacharrería. Unos rondos, un partidillo a medio campo, dos o tres acciones de estrategia y, como mucho, un par de correcciones individuales durante la hora y media que siguió a la protocolaria charla en vestuarios.
Cuentan los que estuvieron en la caseta que nada que se saliese del guión. “Empezamos todos desde cero”, “cada uno de ustedes tiene que dar más de sí” y las cuatro cosas de siempre. Sin alzar la voz. Es el nuevo estilo de la Balona. El estilo Antonio Calderón.
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