Antonio Calderón, uno de los nuestros
Real Balompédica Linense
El técnico rechaza ofertas del extranjero y renueva por la Balona sin saber cuál será su salario
"Comprendo que será un año difícil en el apartado financiero, pero me siento muy a gusto y eso es muy importante", afirma
Antonio Calderón aceptó renovar en la Real Balompédica Linense básicamente porque quiere seguir en la Balona. La prueba es que a pesar de que el preparador gaditano le dio el OK el pasado jueves al presidente, Raffaele Pandalone, al día de hoy sigue sin estar claro cuánto va a percibir exactamente por su trabajo ni con qué presupuesto contará para confeccionar su plantilla. Fue un acto de fe de un hombre que apenas ha necesitado tres meses para mimetizarse hasta tal punto con el entorno albinegro -muy especialmente con su afición- que le queda la sensación de que la crisis del Covid-19 (coronavirus) le ha obligado a dejar a medias su obra. Por eso ha rechazado interesantes ofertas en el extranjero. Interesantes en el apartado deportivo y suculentas en el económico.
“Es cierto que el virus lo ha paralizado todo y además en un momento en el que el equipo estaba muy bien y quedaba una parte final muy ilusionante, aunque fuera muy complicada”, reflexiona el míster albinegro. “Pero el verdadero motivo por el que decido seguir es porque me he sentido muy a gusto con el grupo de trabajo que tenía, con el club y con la afición y todo eso es para mí muy importante”.
“Es cierto que fue muy fácil la negociación, porque desde el primer día hubo mucha sintonía con el presidente, compartimos una idea clara, una pensamiento común, nos decimos las cosas sin problemas y así es fácil trabajar”, explica. “Comprendo que va a ser un año complicado en el apartado financiero, pero hay voluntad por ambas partes de llegar a un acuerdo y seguir trabajando juntos”.
Una sensación, por cierto, que es recíproca, porque la hinchada se han mostrado en las redes sociales muy satisfecha con la renovación de su preparador. “Lo primero es que yo estoy súper agradecido a la afición, me han tratado muy bien desde el día que llegué y para mí es muy positivo que crean en mí”.
“Yo estoy convencido de que la Balona puede hacer grandes cosas porque tiene una gran afición y aunque es verdad que la he visto un poco dormida, ya empezaba a levantarse… sé que hay más y cuando lo logremos vamos a ser un equipo aun más fuerte”, vaticina el míster.
“Tengo entre mis objetivos poder volver a ver esa sintonía, esa comunión entre equipo y afición que yo he conocido como visitante y que los que vengan, que serán cada día más, que disfruten”, sigue. “La Línea quiere mucho a su equipo, en La Línea la gente es de la Balona y yo aspiro a que el equipo despierte a esa afición y que venir al Municipal sea un suplicio para los rivales”.
El entrenador de la Balona asume que la categoría de la próxima temporada, como casi todos los aspectos de la vida después de la pandemia, va a experimentar muchos cambios: “No es una cuestión de la Balona, es que casi todos los equipos, por no decir todos, se van a ver afectados. Y en ese contexto dependerá de lo que los futbolistas decidan”.
“Si los jugadores piensan que van a tener contratos como los de esta temporada seguramente se queden sin equipo, porque no va a haber taquillas, los patrocinadores van a ser difíciles de encontrar y los presupuestos se reducirán. En esa hipótesis la competición se verá afectada”, valora. “Otra cosa es que si piensan en la realidad y asumen que tendrán que percibir salarios menores veremos un escenario muy parecido al actual, lo que pasa es que con los futbolistas ganando menos dinero”.
Preguntado por la futura de la plantilla de la Balona, que como desveló ayer este diario rechazó una oferta para ser renovada en bloque, dice: “Va a depender mucho del tema presupuestario, pero que quede claro que nosotros estamos muy satisfechos con todos los jugadores y si fuésemos capaces de convencerles a todos, pues bien”.
“La idea es tener una plantilla lo más parecida a la que tenemos, bien equilibrada, bien compensada, muy competitiva y muy ambiciosa, con mucha hambre”, recalca. “Ésa tiene que ser la mentalidad de la Recia”.
“Yo estoy encantado con el cuerpo técnico y espero que seamos los mismos”, desliza cuando se le pregunta por sus compañeros de vestuario. “Ya tenemos algo que está funcionando y que hay una buena sintonía no hay necesidad de volverse locos y si ellos están contentos con las condiciones que tienen… para adelante”.
El preparador mantiene “la esperanza de que se puede acabar la liga” pero asume que “a la vista de las condiciones lo veo muy complicado, porque los protocolos que se están marcando, para los equipos de Segunda B y aún menos de Tercera son inasumibles”.
“Ya digo, mantengo esa esperanza, pero lo veo muy complicado porque además no va a haber ingresos”, recalca. “Por eso un noventa por ciento de mi cerebro piensa ya en la temporada próxima y un diez, en la que se estaba jugando, de hecho nosotros seguimos entrenando de lunes a viernes en grupo, de manera virtual, para mantener lo máximo posible la llama viva”.
Sea cual sea el desenlace de la presente andadura, lo que parece claro es que durante bastantes meses el fútbol se jugará a puerta cerrada: “Si nos queda más remedio… habrá que adaptarse y asumir que es algo transitorio. Es verdad porque lo hemos palpado en algunos amistosos esta misma temporada que para el futbolista es complicado meterse. Pero cuando ya haya puntos en juego ya será más fácil mantener la concentración”.
“Es evidente que no va a ser tan bonito, porque a todos nos gusta recibir el apoyo de tu afición y hasta que te increpe la rival… disfrutar, sufrir con los tuyos es lo bonito, pero no hay elección”, finaliza.
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