Julio Cobos, un balono hace cumbre

El entrenador extremeño Julio Cobos, que dirigió a la Real Balompédica Linense entre diciembre de 2016 y abril de 2018 vive un momento emergente. Su equipo, el Club Polideportivo Cacereño, es líder destacado en el grupo 14-B, apenas necesita un punto para obtener la certificación matemática de su clasificación para la lucha por el ascenso a Segunda B cuando aún restan cuatro jornadas de la primera fase y los 40 puntos que ha acumulado en las 16 primeras jornadas (13 victorias, un empate, dos derrotas, 32 goles a favor y 8 en contra) le sitúan como el segundo mejor de toda España en Tercera división, solo por detrás de la Gimnástica Segoviana, que suma 16 victorias en otros tantos duelos y, por consiguiente, acredita 48 puntos.

El Cacereño, ya con Julio Cobos en el banquillo, comenzó un proceso de reconstrucción el curso pasado. Como había sucedido en su primera etapa como entrenador del equipo extremeño –en el que también fue jugador- en 2020 se dejó ver en la Copa. Primero eliminó al Alcorcón (Segunda) y más tarde puso contra las cuerdas al Éibar (Primera) que solo puso vencer con un gol en el tiempo añadido. En Liga llegó vivo hasta el último minuto de la fase de ascenso. Logró empatar en el campo del Villanovense (1-1) en un final preñado de polémica. El punto dio el pasaporte a la Segunda B a los serones por su condición de campeones de grupo.

El club, junto a otros siete, peleó luego por un ascenso administrativo que no llegó, así que la directiva mantuvo la confianza en el preparador y con un proyecto súper sólido arrancó esta atípica temporada del Covid.

De esa plantilla forman parte dos viejos conocidos de la afición del Campo de Gibraltar, el linense Dani Gallardo (Balona, Algeciras, UD Los Barrios y San Roque) y Jorge Barba, que el curso pasado habitó en el vestuario del Nuevo Mirador. En el mercado de invierno, el pasado mes de enero, el Cacereño negoció con el balono Nacho Holgado para incorporarlo a su plantilla, pero el futbolista declinó la oferta.

Los tres primeros clasificados de los grupos 14-A y 14-B se reunirán en una segunda fase en la que contabilizarán el pleno de los puntos sumados en la primera fase y en la que cada equipo disputará seis encuentros. Montijo (36 puntos) y Coria (35) aparecen como los dos rivales más señalados en la pelea con el Cacereño para obtener una de las dos plazas que otorgan el ascenso directo. Los que se queden fuera tendrán una segunda oportunidad mediante una repesca con los mejores clasificados de los grupos intermedios (4º al 7º en la primera fase).

El equipo de Cáceres, uno de los pocos que aún no se ha visto forzado a aplazar encuentro alguno como consecuencia del coronavirus, ha disputado la mayor parte de sus encuentros con público en las gradas.

Fiel a su filosofía, Cobos no solo rechaza los elogios a su gestión del grupo, sino que intercala varias veces en la conversación aquello de “aún no hemos hecho nada”. “Hay que seguir trabajando, aún nos quedan partidos de la primera fase y nunca se sabe lo que puede pasar más adelante”, recalca casi como si se estuviese dirigiendo a sus futbolistas.

Cobos mantiene una frecuente relación con el que fuera su segundo en la Balompédica, Juan Mari Sánchez, con el director deportivo albinegro Ismael Chico (al que tuvo a sus órdenes como jugador) y asegura que sigue muy de cerca las vivencias de una plantilla en la que de su etapa solo queda Sergio Rodríguez y de un club del que siempre habla con enorme cariño.

“En ese grupo hay muchísima igualdad”, analiza en referencia al Iv-A de Segunda B. “Ésta es una temporada muy difícil, con muchísimas lesiones, al que tiene que parar por el Covid, como es el caso de la Balona, le cuesta volver al ritmo de competición, pero está haciendo bien las cosas, se ha reforzado bien en invierno y ha cogido una buena racha, está ahí y estoy convencido de que va a pelear por el ascenso a la Liga Pro y deseo con todas mis fuerzas que lo consiga”.