Balona: un motivo más para ganar

Real Balompédica Linense | Primera Federación

Los linenses despiden este sábado la Preferencia, el último testimonio del estadio inaugurado en 1969, que será derribada en agosto

Los mejores clubes del mundo, selecciones y espectáculos de primer nivel jalonan más de medio siglo de historia

El Municipal de La Línea cumple medio siglo

La Preferencia del Municipal de La Línea, en su estado actual
La Preferencia del Municipal de La Línea, en su estado actual / Erasmo Fenoy
Rubén Almagro

18 de mayo 2023 - 18:14

La Real Balompédica Linense necesita vencer este sábado (19:30) al Rayo Majadahonda para mantener vivas, a la espera de otros marcadores, las esperanzas de permanecer por tercera temporada consecutiva en Primera Federación. Aunque las matemáticas, en caso de empatar, le conceden, a falta de dos jornadas, un mínimo porcentaje (menos del 1%), la realidad es que todo lo que no sea derrotar al conjunto madrileño habrá supuesto, salvo milagro mayúsculo, el final de este trayecto. La Balona tiene, por lo tanto, motivos infinitos para buscar la victoria. Pero a todos ellos se suma uno más: éste será el último duelo que se juegue con presencia física del que fue inaugurado en 1969 como estadio José Antonio. Una vez finalice la temporada será derruida la Preferencia, la última huella que queda de aquel recinto. Por todo lo que se ha vivido en él, merecería una digna despedida.

El 15 de octubre de 1969 las selecciones de España y Finlandia dirimían el primer encuentro sobre el césped del estadio de La Línea, Aquella era, o así lo dice la historia, una de las supuestas compensaciones del franquismo por el cierre de la frontera con Gibraltar. La ubicación no era casual. Uno de los objetivos era que pudiera verse desde el otro lado de la Verja.

El eje central de la Ciudad Deportiva, el entonces Estadio José Antonio (en homenaje a Elola-Olaso, que ocupaba un cargo semejante al que hoy sería Secretario de Estado para el Deporte) comenzó su andadura con el encuentro entre las selecciones nacionales de fútbol de España y Finlandia, que se resolvió con victoria local por 6-0 y que fue presenciado, según la memoria de la propia Real Federación Española, por unos 25.000 espectadores, lo que superaba con creces el aforo del recinto. Aquella inauguración supuso el fin del aún hoy añorado estadio San Bernardo, al que hace ya tiempo que la demoledora piqueta convirtió en pasado. El ceutí Pirri anotó el primer tanto. Gento fue el primero en salir por la bocana de vestuarios.

Apenas unos días después Balona y Cádiz disputaron el primer encuentro de liga, que acabó con empate a uno y que se jugó bajo una auténtica tromba de agua. Cáceres marcó para los albinegros. Moreno igualó para los visitantes.

Desde entonces el recinto (en el que también se han celebrado espectáculos musicales del calado del Rock and Ríos) ha visto pasar a los mejores jugadores del planeta, la mayor parte de ellos en el ahora adormecido Trofeo Ciudad de La Línea. Equipos que habían alzado competiciones internacionales se sucedían cada verano en ese césped. Además de España, que regresó para jugar con Yugoslavia, pasaron selecciones de países que hoy ni existen para disputar amistosos.

Y por medio la Balona. Más de medio siglo de futbolistas a los que casi es mejor no intentar desgranar, porque existe la garantía absoluta de dejar en el tintero a otros con iguales o mayores méritos. Ascensos inolvidables. Gestas coperas. Llantos por los descensos.... hasta que el cierre de la Tribuna por la amenaza (más amenaza que otra cosa) de que visera podía desprenderse llevó primero a la colocación de una grada supletoria y más tarde al cierre de la misma.

Cuando el próximo mes de agosto comience el derribo de la Preferencia todo eso habrá comenzado a formar parte de un pasado al que sucederá el nuevo estadio, que ya se vislumbra en el resto de las localidades. Será el partido del adiós. Y más de 50 años de historia merecen una despedida, como poco, con una victoria. Lo que ese resultado signifique ya es harina de otro costal.

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