Raúl Fajarne: la Balona se empapa de linensismo

La Real Balompédica Linense arrancó este domingo un empate sin goles en Yecla. Un partido más de Segunda Federación que difícilmente aparecerá en diatribas futbolísticas albinegras más allá de esta misma semana. Sin embargo será para siempre un duelo muy especial para un linense y balono confeso al que le proporcionó la posibilidad de cumplir “uno de los sueños” de su vida, el defensa Raúl Fajarne Cervera, de 18 años, al que Baldomero Hermoso Mere Mere convocó por primera vez para un encuentro de competición oficial.

Otro de los canteranos, José Carlos López, que había contemplado una entrevista/conversación que apenas dura tres minutos (“quillo, aquí te espero”) alarga los brazos para entregarle los petos que los compañeros no se han llevado a la caseta después del entrenamiento matinal de este lunes en los campos de césped sintético de la Ciudad Deportiva. “Es que es el único al que le puedo decir que los lleve él”, comenta riéndose el central del filial, que ya la pasada campaña tuvo oportunidad de vivir la experiencia de ir convocado. “Pues a ver si va llegando más gente” replica, ya a carcajadas Raúl Fajarne, haciendo ver que soporta un peso que no existe.

Al Raúl Fajarne le corre sangre albinegra por las venas. Marchenita, el hermano de su abuela, fue futbolista de la Balompédica. (“Yo no lo vi, pero todos hablan increíble de como jugada”). Y por esa ascendencia, y por su condición de linense, su presencia en las gradas del Municipal ha sido una norma casi desde que empezó a andar.

El zaguero comenzó su formación académica en el entonces Colegio Público Atunara, del que pasó al Instituto Antonio Machado. En la actualidad cursa un grado medio de instalaciones frigoríficas y climatización en el Instituto Virgen de la Esperanza. “Hasta ahora ha sido fácil hacerlo compatible, ahora se va a complicar algo más”, confiesa.

En el apartado deportivo, Raúl Fajarne, el enésimo producto de la fértil cantera de la barriada de La Atunara y del Atlético Zabal (aunque “de chiquitito” jugó poco más de un año en la AD Taraguilla). Es juvenil de tercer año y aunque la pasada campaña, desde enero, ya participó en media docena de entrenamientos del primer equipo de La Línea, fue a comienzos de este verano cuando comenzó a hacerlo con asiduidad -por cierto junto a su hermano gemelo Manu- y a tomar parte en los amistosos.

“Enterarme de que iba a ir de viaje con el equipo a Yecla me entero el sábado cuando vi la lista de convocados, pero es verdad que Carlos Guerra ya había hablado conmigo durante la semana y tenía bastantes esperanzas”, confiesa el zaguero, que puede desenvolverse como lateral y como central.

“La experiencia no ha podido ser más bonita”, añade mientras no le cae de la cara una amplia sonrisa que enmascara el lógico cansancio de quien apenas ha dormido. La expedición albinegra regresó bien entrada la madrugada y Mere convocó a sus hombres para ejercitarse a las 10:00.

“Es que desde que comencé a venir al fútbol con tres o cuatro sueños, mi sueño siempre ha sido jugar con el equipo de mi pueblo y esto es lo más cerca que he estado hasta ahora”, confiesa. “Es que yo siempre he sido balono, mi abuelo, mi madre... toda mi familia son balonos”.

“Ya digo que este fin de semana ha supuesto una experiencia inolvidable”, recalca el futbolista, que tuvo como compañero de habitación a Joao Pedro, del que se apresura a recalcar que “se portó muy bien” con él.

“Para qué voy a mentir, sabía que era difícil que jugase, pero el pellizquito siempre existe. Yo tengo la esperanza de que llegue mi oportunidad, aún hay tiempo”, confiesa el zabalista, que asegura que la Balompédica cuenta con una primera plantilla “increíble tanto en el apartado deportivo como en el personal”.

Raúl Fajarne es el segundo canterano que forma parte de una convocatoria de la Balona después de solo tres jornadas. En la primera lo hizo el tarifeño Adri Galindo, que este domingo debutó con el Bollullos de la Tercera Federación, que firmó empate sin goles con el Xerez Deportivo FC.