Los abonos de la Balona, pendientes de la visera de Tribuna
Real Balompédica Linense
La finalización del nuevo voladizo condiciona el arranque de la campaña
Los albinegros se conceden de plazo hasta final de este mes
La directiva de la Real Balompédica Linense no hará público el precio de los abonos para la próxima temporada hasta que tenga la certeza absoluta (o todo lo absoluta que puede ser cuando media una obra) de la fecha de finalización de la reconstrucción de la visera de la grada de Tribuna del estadio Municipal. Los albinegros, en previsión de posibles retrasos sobre los plazos fijados inicialmente, han solicitado a la Real Federación Española jugar fuera de casa el primer partido de la campaña venidera.
El Ayuntamiento de La Línea comunicó en su día al presidente albinegro, Raffaele Pandalone. que a la vista de los informes técnicos tiene el convencimiento de que el 25 de agosto, fecha prevista para el inicio de la andadura que se avecina en la Segunda división B, el estadio habría recuperado su fisonomía tradicional, con la grada cubierta.
De hecho, en previsión de que se produzca un retraso, pero que éste fuese de pocos días, el conjunto de La Línea ya ha solicitado a la Española que en la primera jornada de la campaña 2019-2020 los hombres de Jordi Roger ejerzan de visitante. Algo que por cierto ya sucedió la campaña pasada en un duelo en el que los balonos se impusieron por la mínima en e l campo del UCAM.
El club hizo públicos los precios de los abonos el 11 de junio en la temporada pasada, pero sigue retrasando el anuncio de su campaña de captación en espera de un nuevo contacto entre el presidente y el alcalde de la ciudad, Juan Franco. En cualquier caso, la intención de la Balona en poner a la venta los carnets antes de que finalice el presente mes y en el peor de los casos, adaptarse a las circunstancias.
Los dirigentes no son ajenos a que hay aficionados que entienden que ya deberían conocerse las condiciones de compra de los abonos, porque muchos de ellos se lo han hecho saber, especialmente a través de las redes sociales, pero la entidad pretende evitar precipitaciones.
La gran preocupación de los dirigentes balonos es que si por cualquier adversidad bien administrativa o bien del desarrollo de la propia obra no es posible ubicar a los hinchas en sus asientos, estos no se puedan sentir engañados.
Los mandatarios balonos temen que esta peculiar situación, de la que entienden que la entidad tiene poca o ninguna culpa, pueda repercutir en sus ingresos. Y no hay que olvidar que la campaña pasada apenas 900 personas liquidaron su abono. Los acontecimientos mandan.
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