Balona: una y no más

Los cuatro goles que encajó la Real Balompédica Linense en su visita al UCAM el pasado domingo suponen que el equipo de La Línea recibe más tres dianas en un duelo liguero por primera vez en más de dos años y nueve meses. También fue la primera que pasa por ese trago el meta riojano Javi Montoya desde que defiende el marco de los albinegros, al que llegó en el verano de 2017. El entrenador, Antonio Calderón, ya ha dado un toque de atención a los suyos: no puede volver a pasar.

Calderón fue rotundo en su comparecencia en rueda de prensa tras la derrota sufrida por el equipo albinegro (4-3) en La Condomina a manos del UCAM en la vigésimo primera jornada de Liga de Segunda B, que también suponía su primer revés desde que desembarcó en el banquillo: “Si haces tres goles fuera tienes que salir victorioso”, dijo contrariado.

Algo muy similar le trasladó el lunes, a primera hora, a sus jugadores cuando analizaban los errores cometidos en suelo murciano, los que le llevaron a doblar la rodilla por culpa de un golazo de Rafa de Vicente en el tiempo añadido. Los números demuestran que el enfado del técnico albinegro –que hace poco rompió un récord negativo de trece meses sin anotar más de un gol en casa– estaba más que justificado. La Balompédica no encajaba cuatro goles en la competición liguera desde que el dos de abril de 2017 perdió en en el estadio Romano precisamente ante su rival de la próxima jornada, el Mérida, por 5-1.

En aquella ocasión, con Julio Cobos en el banquillo, fue Óscar Santiago, cortado en este mercado de invierno por el Talavera, el que defendió el marco.

Es decir, la Balompédica volvió a recibir más de tres goles después de dos años, nueve meses y diecisiete días. O dicho de otra forma, de 1.022 días.

En ese periodo el elenco albinegro había jugado nada menos que 102 partidos en la competición por puntos y solo en ocho ocasiones (tres en la campaña 2017-18, cuatro en la andadura pasada y una, en Yecla, en la presente) había recibido tres tantos.

Además la afirmación del míster de que tres goles deben conducir al triunfo estaba, también, más que justificada: de hecho a la Balona no le sucedía desde marzo de 2015, cuando cayó en el Municipal a manos del CD El Palo (3-4).