La Balona se divorcia del gol
Real Balompédica Linense
Los albinegros han anotado cuatro dianas en ocho jornadas de la segunda vuelta
El balance, una diana cada dos jornadas, es idéntico al de los dos últimos clasificados
De los cuatro aciertos, dos han llegado tras sendos saques de esquina
Falta gol. Apenas son necesarias dos palabras para resumir todos los males de una Real Balompédica Linense que deslumbró en la primera vuelta, que terminó el año en cuarta posición y que desde que arrancó 2019 (nueve partidos) solo ha anotado cuatro tantos, de los que dos han llegado en jugadas a balón parado.
La afición de la Balona da muestras de que su paciencia se agota. Las críticas –y los números avalan a quienes defienden esa posición– se centran en el apartado ofensivo. No ya es que no estén llegando los goles, es que las ocasiones manifiestas se cuentan cada vez más con los dedos de una mano.
En el aspecto defensivo, sin haber demostrado el nivel de los cinco primeros meses de competición en los que sus cifras se codeaban con las de los mejores de Europa, la Balona acredita un balance incontestable.
El equipo que dirige Jordi Roger es, junto con el líder Cartagena, el menos batido del grupo IV con 17 dianas. Solo el tercer clasificado del grupo II, la UD Logroñés (13), y el segundo del grupo I, el Fuenlabrada (16) mejoran esa cifra entre los 80 que compiten en la categoría de bronce.
No se puede decir lo mismo de la lectura que se puede hacer de los números en ataque. No es que en la primera vuelta las cifras fueran deslumbrantes, pero en los ocho jornadas iniciales de la competición los albinegros habían marcado siete goles, que se habían traducido en once puntos (por ocho del mismo periodo de la segunda vuelta).
En esta segunda parte de la competición ha marcado solo cuatro, los mismos que Almería B y Atlético Malagueño, los dos últimos clasificados del grupo. No se necesita recurrir a ningún genio de la matemática para deducir que la estadística demuestra que la Balona necesita dos partidos para hacer una sola diana.
El dato ya es lo bastante esclarecedor, pero es que solo dos de esos goles (los que anotó Pirulo en Jumilla y Juampe ante el Sanluqueño) llegaron con el balón en juego. Los otros dos (en Malaga y ante el Melilla) tuvieron su génesis en sendos saques de esquina.
De esas cuatro dianas de la segunda vuelta ninguna lleva la firma de los centrosdelanteros si bien es cierto que Gastón Cellerino se ha perdido los dos últimos por culpa de una lesión.
Y así se abre uno de los debates. El fichaje de Buba Bakari en el mercado de invierno centra las críticas de los aficionados. Casi nadie pone en duda su disposición al trabajo, pero después de haber participado en 15 partidos se vino del San Fernando con un solo gol en su cuenta y en cinco apariciones con la Balona aún no se ha estrenado en competición. Vaya, que lleva un gol en 20 apariciones. ¿Era realmente el futbolista que necesitaba un equipo que ya se sabía huérfano de gol?
La pasada semana, en una entrevista concedida a este periódico el entrenador del Villanovense, el exbalono Julio Cobos, deslizó que buena parte del futuro de los linenses depende de cuánto puedan aportar en el apartado anotador jugadores como Pirulo (con seis dianas el mejor artillero hasta el momento) o Juampe (cuatro), a quien por cierto el técnico insiste en dejar en el banquillo en el comienzo de los partidos.
El problema radica en que, como el de Valdehornillos, la relevancia de las bandas en la Balona la conocen todos los técnicos del grupo y cada vez se protegen más de ese recurso. Y el próximo domingo llega al Municipal un Badajoz en plena exhibición defensiva…
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