Gerard Oliva: "Como aficionado también diría que el delantero que no mete goles es un desastre"
Real Balompédica Linense
"La estadística dice que he participado en treinta partidos, pero salir cinco minutos no es jugar"
"No me considero más culpable que el resto del descenso, he jugado muy poco"
"La crítica forma parte del fútbol, nunca me he sentido maltratado"
Da la sensación de que a ratos de muerde la lengua. Pero también de que, a pesar de haber recibido todo tipo de críticas, no tiene cuentas pendientes. Gerard Oliva, el futbolista más señalado de la plantilla de la Real Balompédica que consumó en Ceuta su descenso a Segunda Federación no se esconde y concede una entrevista a Europa Sur sin ningún tipo de veto. El atacante catalán lamenta no haberse marchado en invierno, en cuyo mercado recibió una oferta, y entiende que no disfrutó de las oportunidades que merecía.
-¿El Gerard Oliva aficionado le silbaría, como han hecho con usted, a un delantero que no hubiese marcado en sus últimos 30 partidos?
-Dicho así, puede ser que sí. Otra cosa es que yo analizaría cómo se ha dado todo, pero si hablo como el aficionado puro y duro, el que va al estadio cada dos semanas, seguramente mi análisis sería el delantero no mete goles. Luego, ya digo, hay que ver la situación, el momento, cómo se da todo. Pero si me baso solo en las estadísticas también diría que el delantero que no mete goles es un desastre.
-Sin embargo es fácil presumir que Gerard Oliva no le haría reproches a Gerard Oliva.
-Es que yo trato de analizar el contexto. Por lo pronto no es cierto que yo haya jugado 30 partidos. Lo son en el papel, pero contar como un partido sin meter gol un día que juegas un minuto o que entras en el descuento me parece... se produce una estadística que no es real. Hay veces que no he tocado ni el balón. Los números son es esos, que se van engordando a nivel negativo, pero no reflejan la realidad. Hay que mirar más allá, el contexto. Si el delantero está jugando, si tiene continuidad, el equipo, si es culpa de él, si todo el mundo mete goles menos él... Yo siempre digo que si el equipo llega y todo el mundo mete goles y el delantero no sí que es culpa del delantero, pero si el equipo no tiene llegada y escasean los goles al final el delantero se come las críticas por la falta de fluidez del equipo en ataque.
-¿Cuántas vueltas le ha dado a su situación durante la temporada?
-Muchas. Yo me tomo mi trabajo muy en serio, soy muy profesional y siempre estoy pensando en cómo puedo mejorar, qué puedo cambiar o qué estoy haciendo mal. No soy de echar balones fuera, de es que los otros... intento ver qué puedo cambiar yo. Lo que pasa es que hay veces que uno no tiene el control de muchas cosas y tienes que asumir que dependes de un entrenador y de los compañeros para hacer goles.
-Usted tuvo una oferta en el mercado de invierno. ¿Se ha arrepentido de no haberse marchado entonces?
-Sí [rotundo]. De hecho alguna vez hasta me arrepentido incluso de haberme quedado en verano. También entonces tenía otras ofertas, pero decidí darle continuidad a este proyecto. Monteagudo hizo mucho hincapié en que me quedase y uno tiene que estar donde le quieren. Yo palpé mucho deseo de que me quedase, no solo del míster, sino también de compañeros como Fran Morante, Jesús Muñoz, Víctor Mena... no solo por la buena relación que teníamos a nivel personal, sino por lo que podía aportar como futbolista. Entendí que se estaba haciendo un buen equipo, que podía ser un buen año y a pesar de que en otro sitio me daban más dinero quería dar continuidad a este proyecto. Al final uno quiere seguir donde se siente a gusto, pero...
-¿Se ha sentido maltratado en algún momento?
-¿Por quién?
- Por la opinión pública, por los medios...
- No, maltratado no. Yo sé lo que supone ser delantero, siempre he convivido con la crítica, siempre he estado en el alambre. Cuando las cosas van bien eres el más favorecido y cuando van mal, el más perjudicado. El delantero es bueno si mete goles. En caso contrario, no. Hay poca gente que vea el trabajo que puedas hacer durante un partido. Solo se valora si marca o no. No se ve más allá. ¿Maltratado? La crítica forma parte del fútbol. Es verdad que hay cosas que no he entendido pero cada uno es libre de opinar y a mí me afectan poco las críticas, porque sé lo que hago bien y lo que hago mal.
-Partiendo de la base de que Gerard Oliva no ha marcado. ¿Se siente más responsable del descenso que el resto de sus compañeros?
-Sinceramente, no. La temporada pasada sí que me hubiese sentido muy responsable, porque jugué mucho. Pero este año he sido de los futbolistas que menos ha estado en el césped y por lo tanto sería cargar con un exceso de responsabilidad que creo que no me toca. Tengo mi cuota de culpa, como miembro de la plantilla, pero insisto hay que ver el minutaje que ha tenido todo el mundo, la situación de cada uno. Por eso digo que me siento responsable pero no en una mayor proporción que el resto como sí hubiese sucedido en la temporada anterior, en la que sí jugué mucho.
-Cuando las cosas iban mal, ¿se ha preguntado alguna vez dónde está el jugador que hizo 22 goles en el Badalona?
-¿Sinceramente? Es que yo entrenando sacaba cada día a ese jugador. Se puede preguntar a compañeros y cuerpo técnico. Creo que más goles que yo no metía nadie entrenando. Yo veía cada entrenamiento a ese jugador por el que me pregunta o a uno muy parecido. Soy de los que me gusta entrenarme, porque como entrenas, compites. Yo he metido goles todos los días. Luego los domingos, con cinco minutos, con dos o con diez es muy difícil que muestres tu potencial y más aún cuando sales sin confianza.
-¿Se va con cierto rencor por eso del reparto de los minutos?
-¿Rencor? No, no es el término. Sí que me voy un poco con la sensación de que he merecido más. En enero pude salir como hablábamos antes y no lo hice porque se me garantizó que se me iba a dar una oportunidad que no he tenido [Se refiere, aunque no lo nombra, al exentrenador Rafa Escobar]. No siento rencor hacia nadie, pero me hubiese gustado que las cosas que me dijeron se hubiesen cumplido.
-Ahora que ya ha habido tiempo para el análisis. ¿Por qué descendió la Balona?
-Cuando un equipo baja es por un cúmulo de situaciones. Desde el presidente hasta el último jugador, todos hemos hecho cosas mal. El club sacó un comunicado diciendo que era el máximo responsable, pero yo creo que es culpa de todos. Se han permitido cosas que no ayudaron [en referencia a las faltas de disciplina en el vestuario] así que todos tenemos que hacer autocrítica. En mi caso por no haber hecho goles.... y así del primero al último, hasta la gente de arriba.
-Con todo eso ¿su balance de su paso por la Balona?
-La primera vuelta del primer año fue de los mejores momentos que he vivido como jugador, la disfruté muchísimo. Con Romerito el día a día era espectacular y había un vestuario muy bueno. Es verdad que la segunda vuelta se complicó un poco pero al final lo sacamos. Y eso era un logro, que la Balona siguiese en una categoría tan grande y tan competitiva. Fue emocionante vivirlo. Y sin embargo este año ha sido el más complicado de mi carrera deportiva. He vivido situaciones duras y creo que me he hecho fuerte mentalmente, que he aprendido.
-¿Y fuera del fútbol?
-Es que yo no paro de repetirlo. Que he sentido mucho cariño. Igual que ha habido un sector que me ha pitado, me ha criticado... yo iba por la calle y la gente me paraba para darme ánimos y decirme que estaban deseando que metiese goles. No puedo decir nada en contra ni de la Balona ni de La Línea, de hecho mi pareja es de ahí. ¿Que hay un sector que me ha pitado? Lo respeto.
-¿Por dónde camina su futuro?
-Ahora solo pienso en disfrutar en casa de mi familia. Y lo que tenga que venir, vendrá.
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