Jordi Roger: "La Balona me hizo mejor persona y mejor entrenador"
Real Balompédica Linense
El técnico catalán regresa "ilusionado" este domingo al Municipal de La Línea
"De lo que pasó en el tramo final de mi primera temporada tengo mi versión, pero ni puedo ni debo decirla ahora", sostiene
Jordi Roger regresa este domingo al Municipal de La Línea. El estadio en el que fue ajusticiado como entrenador de la Real Balompédica Linense el 15 de diciembre de 2019 después de una derrota ante el Córdoba. En realidad, la sentencia se había dictado una semana antes, al caer en el Nuevo Mirador de Algeciras en el Clásico comarcal, como él mismo confesó en su despedida. Año y medio después llega como secretario técnico del Atlético Baleares y lejos, muy lejos, de las tensiones internas que rodearon su marcha, afronta la jornada con enorme ilusión y entre inacabables referencias positivas a la ciudad, a la afición y al club.
-Este domingo vuelve por primera vez a La Línea. Es cierto que para un partido amistoso, pero ¿supone para usted algo especial?
-Pues claro que supone, que aquella fue durante un año y medio mi casa y me quedaron muy buenos recuerdos. Tengo la satisfacción de que hay mucha gente que aún me escribe por privado y por redes sociales, que me sigue, que me dan ánimos... Que había una parte de la afición que no estaba conmigo estaba claro, pero al final a veces confundimos la cantidad con el ruido. Dejé allí muchos amigos, mantengo una relación personal extraordinaria con el presidente. Por supuesto que ir a La Línea será algo especial. Me hace muchísima ilusión.
-Dice usted que se quedó con muy buenos recuerdos. Elija uno que le gustaría revivir.
-Uy, lo tengo clarísimo. El partido de la primera temporada que le ganamos 2-0 al Recre con más de cuatro mil personas en las gradas. Hicimos el segundo en el minuto 88. La afición estaba volcada, existía una comunión... Las grada estaba muy identificada con el estilo de juego que habíamos impuesto y con ese resultado nos afianzábamos arriba. Aquel día llegué a la caseta convencido de que podíamos hacer algo grande. Tengo un vídeo de ese encuentro en el móvil que todavía lo veo a veces y siempre se me pone la carne de gallina, de la gente cantando “Balona, Balona” cuando acabó el partido.
-Estaba usted convencido de que pasaría algo grande, que no sucedió. Más bien lo contrario. Seguro que lo ha analizado mil veces ¿qué sucedió?
-Bueno, yo tengo mi versión, pero hay cosas que ni puedo ni debo decir y menos ahora, con el tiempo que ha pasado. Ya no vale la pena. A la temporada siguiente hicimos un proyecto renovado, un muy buen equipo, que empezó muy bien, con diez puntos de doce, pero la derrota en Algeciras, por lo que supone un Clásico... Es que además aquel día hicimos el peor partido yo creo que de todo mi ciclo y pasó lo que pasó. Llegó Antonio Calderón que por cierto creo que ha hecho un gran trabajo en la Balona y la ascendió a Primera RFEF, cosa de la que me alegro de corazón por los balonos y por la ciudad. La Balona no podía faltar en esa categoría.
-Míster, a los entrenadores los echan los resultados, pero ¿qué hizo mal Jordi Roger para que tuviese que dejar la Balompédica?
-Está claro que tuve que hacer cosas mal, yo era el capitán del barco. Yo actué con la máxima profesionalidad, con dedicación, con horas, pero al final es cierto que solo quedan los resultados. No quiero que suene a excusa, porque no lo es, pero se nos cruzó en el camino una racha de lesiones que ni había visto ni he vuelto a ver en equipo alguno. Y además de jugadores importantes. Pero vaya, que también es bueno recordar que me echaron siendo octavo. Supongo, o mejor dicho sé, que pesó la segunda vuelta de la temporada anterior. Si no hubiese pasado lo que pasó [la Balompédica se despidió con ocho derrotas consecutivas] igual la gente hubiese sido más paciente. Lo curioso es que se decía que toda la gente estaba contra mí y sin embargo llevo una semana recibiendo llamadas de gente que quiere verme, que quiere saludarme y eso significa mucho para mí.
-¿Mereció la pena?
-¿Qué si mereció la pena? Entrenar a la Balona me hizo mejor persona y mejor entrenador. Me obligó a salir de mi zona de confort en Cataluña, me permitió enfrentarme a cosas nuevas, prepararme para nuevos retos. Y además la gente nos trató tanto a mí como a mi familia de lujo.
-Bueno es fácil pensar que también dejó algún enemigo. ¿Hay alguien con quien le gustaría poder evitar verse las caras este domingo?
-Noooo. Para nada. No hay rencores. A todo el mundo me gustará verle y a todo el mundo saludaré
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