Balona, ese seductor escaparate
Real Balompédica Linense
Varios jugadores de la Balona, entre las piezas condiciadas del grupo IV
Manu Molina está en la agenda de Mirandés y Alcorcón, de Segunda A
Levante y Español siguen los pasos de Bandaogo y Koroma
La Real Balompédica Linense se ha convertido en un privilegiado escaparate para los futbolistas, lo que implica un alto nivel de acierto en el capítulo de contrataciones. A pesar de que el club llevó a cabo una remodelación casi total del plantel el curso pasado y a que el equipo no se encontraba en las posiciones de privilegio cuando la competición quedó interrumpida por la crisis sanitaria generada por el Covid-19 (coronavirus) muchos de sus jugadores están en la agenda de clubes de mucho nivel en la Segunda B e incluso de superior categoría. Manu Molina aparece en la órbita de clubes de Segunda división, mientras que Bandaogo y Koroma han sido seguidos por técnicos de Levante y Español para analizar la posibilidad incorporarles a sus filiales.
La Real Balompédica se ve abocada a afrontar otra reestructuración de su plantilla, por mucho que el entrenador, Antonio Calderón, afirmase nada más producirse su renovación que a él le hubiese encantado quedarse con todos sus hombres. A nadie escapa que el gaditano es un hombre extremadamente diplomático.
Después de las experiencias de Stoichkov (traspasado al Real Mallorca), Pirulo (al LKS Lodz de la Primera división de Polonia) y Kibamba (a la cantera del Sevilla) en los últimos años, parece claro que el equipo de La Línea es una excelente plaza para aquellos que quieren seguir creciendo y que los técnicos y dirigentes han ido acertando con las contrataciones. Es evidente que existieron errores, pero en una remodelación como la del curso pasado ése era un riesgo asumido.
El centrocampista Manu Molina es el más codiciado entre todos los que habitaron en la caseta del Municipal la pasada campaña. Nada más comenzar el mes de marzo el director deportivo del Recre, Juan Zamora, afirmó que estaba en su agenda. Diferentes medios se han hecho eco en los últimos días del interés del Real Murcia. Con equipos de Segunda B quizás podría competir la Balona, pero la realidad es que el jugador ya ha recibido llamadas de Mirandés y Alcorcón preguntándole por su futuro. Y en Segunda A, el salario mínimo casi triplica el que podría ofrecerle Raffaele Pandalone haciendo un sacrificio extremo. Su marcha parece incontestable.
Otra pieza ambicionada, por cuanto finaliza contrato y su regularidad ha sido enorme en las tres andaduras en La Línea, es Javi Montoya. La directiva albinegra ya le ha hecho saber al portero riojano que desearía seguir contando con sus servicios. El guardavallas suena para equipos tanto del propio grupo IV como de otros de la categoría.
Caso aparte es el de dos de los jugadores africanos que defendieron la guayabera albinegra la pasada andadura: el burkinés Abdoul Bandaogo y el sierraleonés Koroma.
El rendimiento del primero había alcanzado su máximo justo cuando la competición se interrumpió (soberbia fue su despedida en la visita al filial del Granada) y son varios los clubes que venían enviando al Municipal técnicos para seguir sus pasos. El segundo, una vez superada la lesión que le tuvo apartado de los terrenos de juego casi dos meses, cada vez iba aportando más.
Dos clubes de Primera división, Español y Levante, siguieron con lupa sus pasos hasta que el coronavirus paró la liga. Con la enorme incógnita en la que se ha convertido el inminente mercado de verano es muy complicado predecir cuál será su futuro a corto plazo. No son pocos los balonos que desearían que siguiesen en la Balompédica una temporada más.
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