La Balona firma su primer empate en casa de la temporada (0-0)

La Real Balompédica Linense ha firmado este domingo su primer empate en casa de la temporada. Los albinegros han cerrado la primera vuelta con un una igualada sin goles ante el Nàstic de de Tarragona, un resultado que a tenor de las ocasiones de que ha disfrutado el conjunto visitante, que por dos veces estrelló el balón en la madera, no se puede considerar malo para los de La Línea. Más bien todo lo contrario. El choque ha estado totalmente condicionado por el fuerte viento de Levante que soplaba en el Municipal.

En el equipo de casa ha debutado en el once inicial el lateral de origen camerunés Serge Leuko, que ha rendido a muy bien nivel, y en el tramo final y ya de forma casi testimonial el centrocampista melillense Sergi Fernández y el delantero linense Manu Toledano.

El Nàstic fue claramente superior en el primer tiempo en el que Nil -que estrelló un cabezazo en el lateral de la red cuando estaba solo- (26') y Dani Romera, que obligó a Nacho Miras a replicar con un paradón (33') tuvieron las opciones más claras para poner por delante a los catalanes.

El único disparo de los de casa se produjo al filo del descanso. Serge Leuko lo intentó desde fuera del área y el esférico se fue directamente fuera.

Tras el descanso y con la entrada de Coulibaly en el lugar de Chironi la Balona tuvo más presencia en el campo contrario, pero mientras el equipo de casa no encontraba la vía de agua del rival, a la contra el Nàstic hizo daño. En el 49' Pedro del Campo tras una rebullasca en el área estrelló el balón en el poste y en el 59' Nil se plantó solo en el área y en vez de lanzar, quiso enviar a Robert Simón, que entraba por el otro costado y que no pudo ni contactar con el esférico.

Tras otra intentona de Serge Leuko, los visitantes -que en absoluto justificaron que sean un equipo que aún no han ganado fuera- tuvieron las dos últimas. En la primera (74') Dani Romera intentó desde cerca un centro-chut que se paseó por la línea de meta y en el 85' Robert Simón vio como la cruceta devolvía un cañonazo que llevaba marchamo de gol.