El retraso en la obra del Municipal, en la hoja de ruta
Real Balompédica | Primera RFEF
La falta de empresas en el primer plazo de la licitación, frecuente en la administración
Los sobrecostes devenidos del material, a la base de la situación
El Ayuntamiento de La Línea ya trabaja en la modificación del pliego de condiciones
El inicio de las obras del estadio Municipal de La Línea, en el que juega sus partidos la Real Balompédica Linense, va a sufrir un ligero retraso después de que la licitación para la obra de derribo y reconstrucción del mismo haya quedado desierta, según anuncio el propio Ayuntamiento el pasado viernes, día 12. Pero no hay motivos para la alarma. Este obstáculo es muy frecuente en los proyectos de la administración pública y se han disparado en su número desde que la continua subida de los precios provoca que la oferta inicial deje de ser en cuestión de semanas atractiva para las empresas. El Consistorio ya prepara una modificación en el pliego que le permitirá sacar de nuevo la obra al mercado en un plazo muy breve de tiempo.
El contratiempo que supone que no haya empresas que opten en primera instancia a una obra de la envergadura de la del estadio de La Línea -e incluso menores- es bastante frecuente en todos tipo de administraciones. Sin ir más lejos en esta misma legislatura ya sucedió con la rehabilitación integral de los Jardines Saccone o la restauración de la plaza de toros, solo que entonces, al no tener el seguimiento mediático ni la urgencia de la rehabilitación del Municipal, pasó prácticamente desapercibido a la opinión pública. A la vista está que aquello no supuso un obstáculo insalvable.
Para que todos los ejemplos no queden en el municipio linense, el Centro de Interpretación Paco de Lucía de Algeciras va ya por su tercera licitación. El Diario.es tituló hace poco más de un mes: "Más de la mitad de las obras sufren retrasos en su ejecución por los problemas con las materias primas".
El incremento constante del precio de la luz, el combustible... está repercutiendo ya de forma directa en el coste los materiales (acero, hormigón), por no hablar de la dificultad para acceder a algunos de ellos. Todo eso propicia que empresas que incluso habían mostrado ya su interés por afrontar determinados proyectos acaben dando un paso atrás. E incuso, en los casos más extremos, acaben por abonar la penalización al renunciar una vez le habían sido adjudicadas. La inflación que se produce desde que es elaborado el pliego hasta que las compañías pueden optar a la obra provoca que no se genere la rentabilidad mínima deseada para que resulte atractiva.
El equipo de gobierno linense ya trabaja en la nueva redacción del pliego del estadio, que tendrá en cuenta lo que se conoce como la cláusula de revisión de precios (es decir, su adecuación a los que existen en la actualidad en el mercado) e incluso introducirá una leve modificación que amplía el abanico en el número de compañías que podrán litigar por demoler y volver a levantar el coliseo balono.
Una ver superada la polémica sobre la financiación de esta demandada construcción con la modificación presupuestaria llevada a cabo en el último Pleno municipal, el anuncio de que no había empresas que optaran a la obra había desatado un injustificado pesimismo entre los balonos, condicionados por los problemas que la falta de iluminación artificial está provocando al equipo de La Línea en los encuentros en casa. Los hechos demuestran que no se trata más que los problemas de última hora que surgen en cualquier obra. Aunque ésta, por el seguimiento que tiene, alcance mayor repercusión.
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