Hora de romper otro plato

La Real Balompédica Linense estrena 2020 con dos partidos en casa. El primero, este domingo previo a los Reyes, (12:00) ante un Talavera frágil en sus desplazamientos, que cuenta con tres exbalonos en sus filas. Antonio Calderón, que afronta su primer compromiso en La Línea como entrenador de los albinegros, dispone de los mismos 18 futbolistas que viajaron a San Fernando en el último duelo de 2019, aunque parece barajar un cambio en el once: dar entrada a Dopi en detrimento de Koroma.

La Balompédica se fija como objetivo mejorar como local para intentar asaltar objetivos como la plaza copera. No es un asunto baladí. La centenaria escuadra linense solo ganó cuatro compromisos ligueros en casa durante todo el 2019, tres en las nueve comparecencias de la presente andadura. Calderón tiene ante sí una doble oportunidad para empezar a mejorar esas cifras y, sobre todo, para devolver la ilusión a una afición que parece desconectada.

En esa tarea de que no se olvide que la Balona vuelve a casa la directiva que encabeza Raffaele Pandalone no solo ha ofrecido durante la semana la posibilidad de adquirir entradas a cinco euros con acceso libre a cualquier grada, sino que reclama que los hinchas aporten un peluche a su llegada al estadio para los niños de familias con menos recursos. Los que lo hagan serán recompensados con una papeleta para el sorteo de un kit de material deportivo de la firma Legea, la que viste al club, que tiene un valor de cien euros.

Eso sí, el de este domingo será el primer partido que se juegue en un Municipal que ya no se parece al Municipal. Sin visera, sin torretas de iluminación... a primera vista ya no parece ni el mismo estadio que acogió el Trofeo que tantas noches de gloria dio a la ciudad. Algo que ya pudo comprobar más de un centenar de hinchas el pasado lunes durante el amistoso que disputaron los de La Línea con la UD Los Barrios.

En lo que se refiere a la convocatoria, como ya pasó en el encuentro del debut de Calderón en San Fernando, no hay más cera que la que arde. Con tres futbolistas aún en el dique seco (Luis Alcalde, Igor Martínez y Javi Forján) al preparador solo le quedan los 18 que inscribirán su nombre en el acta. El técnico ha citado en el vestuario a todos los integrantes del plantel, incluidos los canteranos que se ejercitan habitualmente con los mayores, aprovechando que el filial aún no ha vuelto a la competición.

En cuanto a la formación, es obligado pensar que después de haber ganado en Bahía Sur el entrenador tampoco se sienta tentado de hacer grandes cambios. En principio y después de dos largos e intensos días de trabajo en el Santa María Polo Club de Sotogrande (San Roque) se antoja que el míster solo baraja uno, que es la salida de Koroma del once en beneficio de Dopi, ya totalmente recuperado de las molestias que venía arrastrando, para jugar con dos nueves. Pero no deja de ser una posibilidad. Tampoco sería extraño que repitiese alineación.

Calderón resalta que la victoria con la que los albinegros despidieron el 2019 “ha subido la autoestima y la confianza” de una plantilla que ha regresado de las vacaciones “con mucha ilusión”.

Con respecto al Talavera, opina: “Lleva varias temporadas con el mismo entrenador [en referencia a Fran Alcoy]; es un equipo asentado en la categoría, aunque está protagonizando una temporada un tanto irregular”.

“Es un equipo que juega con cinco defensas casi todos los partidos y que genera muchos problemas con balón”, añade. “Últimamente no está obteniendo los mejores resultados, pero compite bien”.

Calderón subraya la necesidad de que la Balona acabe con la debilidad como local que había venido demostrando y convierta el Municipal “en un fortín”.