La Balona recupera la sonrisa

Real Balompédica Linense

El triunfo en Villarrobledo que le lleva al liderato es también el primero en 160 días

Formación inicial en Villarrobledo de la Balona, que sumó su primer triunfo en 160 días
Formación inicial en Villarrobledo de la Balona, que sumó su primer triunfo en 160 días / LOF
Rubén Almagro

26 de agosto 2019 - 22:04

La Real Balompédica Linense recupera la sonrisa. Y además de oreja a oreja. Que falta hacía. Los aficionados albinegros están como unas castañuelas con el liderato de su equipo, por mucho que son conscientes de que tras la primera jornada tiene una fuerte carga de simbolismo. Lo cierto es que la victoria que los de Jordi Roger lograron el sábado en el Barranco del Lobo sobre el CP Villarrobledo (0-2) es la primera que conseguían en competición después de nada menos que 160 días. Así se entiende el festejo que se produjo en el vestuario.

El triunfo, la celebración y el liderato en el grupo IV de la Segunda B vienen a demostrar que el exorcismo [deportivo] que llevaba aparejada la profunda metamorfosis que la entidad de La Línea había llevado a cabo con su plantilla estaba finalizado.

Diecisiete de marzo de 2019. La Balompédica vence 0-2 en la Nueva Condomina nada menos que al Real Murcia. Por segundo año en el mismo escenario y por el mismo resultado dejaban apalabrada la permanencia.

“Balona en estado puro (0-2)” recalcaba este periódico en su titular. “Los albinegros hacen un alarde de sus señas de identidad y repiten triunfo de prestigio en Murcia”, añadía. “Los linenses, ahora sin angustia, sellan la permanencia en el mismo escenario del pasado curso”.

Lo que sucedió desde aquella tarde hasta que por fin cayó el telón de la temporada con aquella insípida derrota en Cartagena merecería más un análisis detallado por parte de Íker Jiménez y su grupo de colaboradores que por cualquier eminencia futbolística. Sencillamente, la Balona desapareció.

Una semana después el equipo de La Línea firmó un aceptable empate con la UD Ibiza en el Municipal que elevaban su cuenta a los 46 puntos y que de facto suponía la salvación matemática.

Después hilvanó la peor racha de su centenaria historia, ocho derrotas en otras tantas jornadas. Dos de ellas, las cosechadas en Granada ante el filial nazarí y en casa ante el Don Benito, con una sensación de indolencia que encendió a la parroquia.

Desde el sábado todo aquello no parece más que una pesadilla. La Balona volvió a ganar y lo más importante, dejó sobre el campo la impronta de que ha recuperado el ADN Roger, ése que tantas satisfacciones propició el curso pasado.

El domingo (19:00) llega un grande al Municipal, el UCAM de Murcia, que además lo hace herido tras empatar en su primer duelo. En espera de lo que pueda pasar, esta primera semana ya nadie se la quita a los balonos.

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