La Balona hace autocrítica y se juramenta para resarcir a su afición
Real Balompédica Linense
El vestuario se siente en deuda con una hinchada a la que sabe que decepcionó en Vélez
Los albinegros no buscan excusas, pero entienden que a los locales y al árbitro les faltó empatía tras su accidentado viaje
El Vález-Balona arrancará a las 12:40 por una avería en el autobús de los linenses
Rabia y profundo sentido de la autocrítica. Eso es lo que despide este lunes el vestuario de la Real Balompédica Linense, que asume como merecida la derrota sufrida el pasado domingo en el Vivar Télez a manos del Vélez (3-1) en la duodécima jornada de la Segunda Federación. Ni uno solo de los balonos utiliza el caótico viaje hasta la localidad malagueña como excusa para el bajo rendimiento ofrecido, pero existe un convencimiento generalizado de que influyó en el arranque del encuentro y, por ende, en el resultado adverso. No hay que olvidar que los jugadores permanecieron una hora en la autovía (en casi todos los casos de pie) y que el calentamiento (incluido el de los porteros) apenas se prolongó unos 15 minutos.
No hay paños calientes. No medias tintas. La caseta de la Balona, con su entrenador Baldomero Hermoso Mere,Mere, sabe que no estuvo a la altura en Vález Málaga, en el que, casi sin lugar a debates, ha sido su peor partido del presente curso. Incluso en la protestada derrota ante el Estepona (0-2) en La Línea los linenses disfrutaron de ocasiones y compitieron a mejor nivel que en este revés.
De telón de fondo una sensación más o menos confesa (bastante más que menos) de que la victoria ante el segundo clasificado, Sevilla Atlético, y la imagen ofrecida en ese duelo pudo generar un injustificado exceso de confianza que quedó reflejada en el siguiente compromiso, donde se vio cortada una racha de cinco jornadas sin conocer la derrota.
La sensación que emana la caseta es la de malestar consigo misma y, sobre todo, con una carga emocional añadida por haber decepcionado a los alrededor de 300 linenses que se desplazaron para presenciar in situ la contienda. El que más y el que menos lo que está deseando es que llegue el duelo del próximo domingo día 26 (16:30) ante el UCAM de Murcia para resarcir a la grada.
A vueltas con el viaje
Dicho esto, la avería sufrida por el autocar que llevaba al equipo hasta el escenario de la contienda y que le hizo arribar al mismo apenas diez minutos antes de la hora fijada para el pitido inicial flota en el ambiente. Nadie, y así lo hizo ver el entrenador en la rueda de prensa posterior a la derrota, quiere utilizarla como excusa. Pero eso es una cosa y otra muy diferente que no exista bastante malestar con el trato recibido por (parte) de los responsables del Vélez, a los que se culpa de falta de empatía, y con el equipo arbitral que encabezaba el cartagenero Juan Francisco Roca Robles.
La Balona pretendía que el encuentro comenzase a las 13:00 para poder desarrollar con la máxima normalidad posible toda la liturgia previa. Que va desde la distribución de la indumentaria por parte de los utileros hasta los cuidados previos que proporcionan los fisios a los jugadores que arrastran algunas molestias pasando, como es obvio, por el preceptivo calentamiento.
Eso, habiendo renunciado de antemano al reconocimiento de las instalaciones y del terreno de juego, que aunque pueda parecer un asunto baladí, en el caso del Vivar Téllez, cuyo piso es de césped sintético y con un ancho de 63 metros, se hace especialmente necesario.
El caso es que el Vélez, que vio como la afición de la Balona aplaudía a sus jugadores cuando estos llegaban poco menos que a la carrera al estadio, insistía en jugar cuanto antes porque sus jugadores ya estaban calentando. Que cabría preguntarse que para qué, si aún el contrincante no estaba ni en las instalaciones.
El árbitro se vio desbordado y después de dudar aceptó que el partido arrancase a las 12:40 en vez de las 12:00 como estaba fijado, pero lejos de las 13:00 como solicitaba la Balompédica. “No queremos excusas, perdimos de manera merecida, pero ¿qué hubiese sucedido si el que llega tarde por culpa de una avería es el árbitro en vez de nosotros?” se pregunta el director deportivo, Alberto Achirica. Pues seguramente que hubiese exigido el legítimo tiempo para preparar el acta y calentar. Pero esa duda nunca se podrá resolver.
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