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El Real Balompédica-Atlético Sanluqueño que se escenificará el próximo domingo (12:00) en el Municipal de La Línea se rodea cada día de más connotaciones especiales. Desde el color de la indumentaria que utilizará la Balona hasta el número de personas que podrán acceder a la grada, pasando por el homenaje que el conjunto de casa brindará al añorado Juan Manuel Quirós. Pero para muchos balonos todo queda eclipsado por el regreso a La Línea de Antonio Ruiz Romerito, posiblemente el futbolista más carismático de cuantos se enfundaron la centenaria elástica albinegra en la temporada 2011-12, aquella de la última fase de ascenso a Segunda. Aquella que acabó en el Heliodoro Rodríguez de Tenerife por decisión del colegiado vasco Aitor Gorostegi.
Romerito ya regresó a La Línea. Y por dos veces. Todavía vestido de corto. Primero junto a Jorge Herrero, precisamente con el Atlético Sanluqueño. Más tarde, enrolado con Biri en las filas del Xerez DFC que había emprendido la lucha meteórica por llegar a categoría nacional.
Después se sentó en el banquillo del Rota, con el que debutó en Tercera y consiguió los objetivos exigidos. Fue por entonces cuando Raffaele Pandalone le ofreció la posibilidad de ser segundo de Jordi Roger, pero el elegante exzaguero prefirió hacer carrera en solitario y desembarcó en el Sanluqueño, pero el Covid le impidió debutar la pasada andadura. Hasta el domingo el equipo de El Palmar había protagonizado un comienzo tan ilusionante como el que más. Lastima que las restricciones impuestas como consecuencia de la pandemia le vayan a privar del recibimiento que merece.
El exfutbolista reconoce que ésta es “una semana especial” para él, porque “tanto en lo personal como en lo deportivo” guarda “un excelente recuerdo” de aquella campaña que le convirtió ya para siempre en un balono más. "Ojo, que jugamos una liguilla, ¿eh?", desliza por si alguien lo recuerda.
“Cuando has vivido tantas cosas como yo La Línea saber que vas a ir al mismo sitio, que vas a ver a gente con la que aún tengo contacto convierte el partido en diferente, por supuesto… es que me voy a enfrentar a la Balona”, recalca, dando a entender que no se trata de un partido cualquiera.
Del actual equipo albinegro, al que confiesa que tratará de “diezmarle virtudes y agrandarle los defectos” en la próximo contienda, pero al que desea “la mejor suerte del mundo” en la competición, Romerito destaca que es “muy sólido” y que está “muy bien trabajado”, además de que “concede poco”.
Con respecto al Sanluqueño, admite que trata de que recupere la imagen de conjunto "trabajador” que siempre le ha acompañado. “Tenemos que sacrificarnos en el campo y ser muy disciplinados”, agrega, como si estuviese hablando de la fórmula que le llevó a él mismo a jugar en Primera división con el Real Mallorca y en Segunda con el Recreativo de Huelva.
En lo que se refiere al grupo IV-A de la Segunda B, el míster del Atleti tiene claro que dos de sus equipos, el Marbella y el San Fernando, están por encima del resto debido a su desembolso presupuestario. "Claro que eso hay que demostrarlo luego en el campo", puntualiza.
“Después hay un segundo escalón en el que yo sitúo a la Balona, que no tiene que renunciar a nada, como no lo vamos a hacer nosotros, que aunque puede que no tengamos ese potencial, lo suplimos con ilusión. Ya no merecimos perder ante el San Fernando y vamos a dar guerra en cada partido”, promete.
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