Gerard Oliva se reivindica dentro y fuera del césped
Real Balompédica | Primera RFEF
El autor del tanto del empate ante el Sevilla vaticina la salvación de la Balona
"Llevaba tiempo sin disfrutar jugando al fútbol, porque estoy muy implicado y sufro mucho", afirma
Gerard Oliva vuelve a ser feliz. Y no solo porque un gol suyo, en el minuto 95, evitó el sábado una derrota de la Real Balompédica ante el Sevilla Atlético que hubiese tenido una graves consecuencias. El futbolista explica que ha revertido una situación de máxima tensión interior que le estaba privando de disfrutar de su profesión y, en consecuencia, de rendir. El centrodelantero, que recalca que asume de buen grado las críticas y que se siente “muy identificado” con el proyecto albinegro, no titubea al predecir el futuro que depara a los de La Línea en la competición: “Este equipo se va a salvar”.
Gerard Oliva, que el próximo domingo regresa a la que fue su casa (Tarragona), anotó, con la involuntaria complicidad del meta sevillista Javi Díaz el gol de la igualada, que rescata a la Balompédica de una situación extremadamente difícil. La sexta diana de su cuenta particular en el presente curso. “Es un gol importante. Sentí una felicidad enorme, fue un momento espectacular... aunque yo lo que quería era que nos fuésemos rápido al centro del campo para meter otro, pero el árbitro decretó el final”, dice.
“Me gusta ver a la gente contenta, esta afición es muy exigente y siempre que me critican intento sacar lo positivo, porque eso supone que esperan mucho de mí”, sugiere el ariete. “Nunca me tomo las críticas a nivel personal”.
El autor del tanto, que había comenzado el partido en el banquillo, sostiene que él siempre trata de “aportar” y que acepta de buen grado las decisiones del entrenador, Alberto Monteagudo.
“A veces no me salen las cosas porque me exijo demasiado, así que estoy intentando cambiar la mentalidad, disfrutar, ser feliz, porque cuando me meto mucha presión, no se me ve bien. Hace tiempo que no soy feliz jugando al fútbol”, reflexiona en voz alta durante su comparecencia ante los medios posterior a la contienda.
“Por ejemplo ante el Sevilla pensé que en ese rato que me daba el míster tenía que disfrutar... y cuando permites que toda fluya se ve el resultado y no hablo solo del gol, porque aunque no hubiese entrado me hubiese marchado a casa con la cabeza bien alta, que es como quiero hacerlo siempre, después de cada entrenamiento, de cada partido”, recalca.
“Igual alguien piensa que estoy aquí de paso, que me da igual, pero no es así, estoy muy implicado, soy el primero que sufre cuando las cosas salen mal, soy muy profesional”, defiende. “Mi descanso, mi alimentación... yo lo hago todo a rajatabla y claro, cuando no salen las cosas, me frustro y entro en un bucle”.
“Espero que el partido ante el Sevilla y el gol hayan sido una liberación de todo”, desliza. “Quedan cuatro jornadas y espero mantener este nivel, que es el que realmente tengo”.
Gerard Oliva subraya “el alma” de la Balompédica, que en su opinión fue lo que le permitió lograr la igualada cuando el partido ante el segundo equipo nervionense expiraba. El centrodelantero se muestra convencido de que la Balona no merecía “ni empatar ni perder” ante un filial sevillista del que destaca que tiene “mucha calidad”.
“La Balona estuvo bien, generó, puso centros laterales, remató... y si en la segunda parte el Sevilla tuvo alguna fue porque estábamos volcados al ataque, pero en general hicimos un partido muy serio”, abunda.
Oliva fue protagonista de una de las jugadas polémicas del encuentro. Un codazo del exbalono Baron Kibamba que le produjo una herida en la cara y que el árbitro, el segoviano Germán Cid Camacho dejó sin sancionar. “Yo no puedo saber si fue con intención, lo que sí es cierto es que luego me estaba diciendo cosas, vacilándome... pero no podía entrar en provocaciones porque nos estábamos jugando media permanencia”.
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