Juan Mari Sánchez, con la ilusión de un niño
Real Balompédica Linense
El técnico regresa a la Balona, la que considera su "casa"
"Trabajar con Calderón es un estímulo, me permitirá seguir aprendiendo", dice
"Vamos a inculcar a los chavales que el único objetivo tiene que ser llegar al primer equipo"
Juan Mari Sánchez siente que vuelve a su casa. El regreso del técnico linense a la Real Balompédica le satisface y le enorgullece a partes iguales. A pesar de que llegó a dirigir al primer equipo albinegro en Segunda B durante cuatro jornadas en la campaña 2016-17, no se le caen los anillos para aseverar que trabajar bajo el mando de Antonio Calderón supone “un estímulo más” porque le permitirá “seguir aprendiendo”. El míster ya se ha encargado de darle la bienvenida a través de las redes sociales.
La Balona hizo oficial el pasado viernes la incorporación, o mejor dicho el retorno, de Juan Mari Sánchez a su cuerpo técnico, por un lado como entrenador del filial de Segunda Andaluza y, por otro, como asistente del primer equipo. Una información que ya había sido desvelada por este periódico el pasado uno de junio. Un puesto de más responsabilidad de lo que se antoja al primer golpe de vista, porque en su mano está que el proyecto de cantera que inició Raffaele Pandalone nada más llegar al cargo tarde más o menos en dar sus frutos.
Juan Mari ya dirigió al segundo equipo albinegro en sus etapas más descollantes, tanto como Balona B como antes bajo la denominación de Atlético Zabal. Y además su etapa como entrenador auxiliar de Rafa Escobar, Julio Cobos, Manolo Ruiz, De la Nieta… se prolongó nada menos que tres años. Vaya, que nada le coge de nuevas, aunque asume que cuando llegue al vestuario será “muy diferente” al que dejó, en el que habitaban profesionales (el actual director deportivo Ismael Chico, Olmo, Juampe…) a los que conocía desde pequeños.
“Yo lo que puedo garantizar es trabajo y máxima disponibilidad para lo que me solicite el míster”, asegura. “Y claro, la experiencia de haber entrenado antes con los chavales en esas categorías”.
“Lo que no sé es de dónde voy a sacar las horas”, bromea. “Pero poder trabajar junto a Antonio Calderón por las mañanas y por la tarde con los chavales supone la garantía de que voy a poder disfrutar en el día a día”.
“Estoy con mucha ilusión, con muchas ganas de volver a trabajar con futbolistas jóvenes que espero que traigan como único objetivo llegar al primer equipo, porque eso es lo que les vamos a inculcar, que para eso es para lo que tienen que trabajar”, advierte el preparador.
“El principal obstáculo para un jugador de cantera hoy en día no está tanto en sus cualidades, porque hay muchos que las tienen, sino su mentalidad”, subraya Juan Mari.
“Es fundamental que se lo proponga de verdad, que se mentalice de que esto supone un sacrificio, que hay que trabajar duro y no mirar por el apartado económico a corto plazo… si son capaces de entender que no pueden ser futbolista del primer equipo al día siguiente de llegar, a largo plazo pueden hacerlo”, recalca.
“Yo vi a la Balona B la temporada pasada y jugaba bastante bien, pero la realidad es que en La Línea llevamos varios años sin alcanzar categorías de envergadura, ni en seniors ni en juveniles, y eso luego se refleja en que los jugadores llegan menos formados y por lo tanto sus opciones en el primer equipo disminuyen”, abunda.
“A ver, la Balona, como cualquier club, lo que quiere es tener el mayor número posible de jugadores de la casa, pero depende de ellos, que no solo tienen que demostrar que saben jugar al fútbol, sino ser maduros, sacrificarse…”, finaliza.
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