El nuevo estadio 'Ciudad de La Línea' tendrá visera en Tribuna y Preferencia y capacidad para 9.000 espectadores
Real Balompédica Linense
El Ayuntamiento adjudica la elaboración del proyecto a una UTE de dos empresas de la provincia
La oferta comercial se centraliza de cara a la playa de Santa Bárbara
En el diseño predominan los colores blanco y negro de la Balona
Galería gráfica: así será el futuro estadio Ciudad de La Línea
El nuevo estadio en el que jugará sus encuentros la Real Balompédica, que está previsto que pase a denominarse Ciudad de La Línea y que se construya en el mismo espacio que el actual, tendrá visera tanto en Tribuna como en Preferencia [ésta de menor longitud], una capacidad de 9.000 espectadores ampliables en los fondos hasta 12.000 y una zona dedicada solo a actividad comercial de cara a la playa de Santa Bárbara, que también podrá aumentar su capacidad con una segunda planta. La mesa de contratación municipal del Ayuntamiento ha adjudicado en la mañana de este viernes el proyecto a una UTE (Unión Temporal de Empresas) fruto de la unión de dos acreditados arquitectos de la provincia que se fusionan para poder responder a las exigencias puestas por el municipio para una edificación que está valorada en unos 5,5 millones de euros. Las obras podrán comenzar antes de que finalice el presente 2021.
Las empresas que se unen para este fin, formando una UTE, son Ingenio Arte Arquitectura, cuya sede central está en Jerez y Dproyectos Estudio de Arquitectura y Urbanismo SL, de Cádiz. La suya fue la única oferta presentada al proceso de licitación.
Los arquitectos responsables del boceto en el que deposita su confianza el equipo de Gobierno de La Línea, encabezado por Juan Franco han respondido a la exigencia de un edificio sin la estética exterior habitual de un estadio de fútbol, que reúna toda la actividad deportiva (oficinas, vestuarios....) en los bajos de la zona de Tribuna y la comercial, en la de Preferencia, de cara al mar. El terreno de juego, que permanece en su mismo espacio, mantendrá sus actuales dimensiones, pero se crea una fórmula por si fuese necesario agrandarlo.
Una vez les ha sido concedido la elaboración del proyecto, la UTE dispone de quince días para entregar la documentación que acredita su solvencia y, posteriormente, de tres meses para entregarlo, si bien los responsables de la misma, que ya lo tienen muy avanzado, se han comprometido a recortar este último plazo.
Posteriormente el Consistorio tendrá que sacar a concurso la ejecución de la obra. Esto quiere decir que es más que probable que, si no surge problema alguno, el derribo de las obsoletas gradas del Municipal se inicien antes de que finalice el presente año y que para evitar perjuicios al Club de Atletismo Linense (CAL), ya que las pistas desaparecen, será instalado mobiliario para la práctica de dicho deporte en una de las zonas no utilizadas del Parque Princesa Sofía.
La ciudad podrá acometer esta ambiciosa metamorfosis gracias a la aportación de la Diputación de Cádiz, que incluye en sus presupuestos un desembolso de 4,5 millones de euros hasta 2023 para este objeto.
“Predominan en su estética los colores del equipo de fútbol de la localidad”, explica la exposición, en referencia a la Real Balompédica. “Cuyos colores en franjas verticales de color negro sobre fondo blanco configuran la monocromía del panel ranurado con resaltes que se coloca en el exterior de la planta baja y que rodea a todo el estadio sirviéndole de elemento unificador y basamento para una planta alta que vuela sobre ésta, ejecutada con cerramientos metálicos en aluminio negro brillante para focalizar la imagen elegante e integradora de sus líneas rectas en contraposición del gran fondo natural que imponen el Peñón de Gibraltar y el horizonte del mar”.
“Las trazas de este nuevo estadio se situarán sobre las pistas [de atletismo] que desaparece, lo que evitará desmontar la cimentación actual con el consiguiente ahorro de costes”, recalcan los autores del boceto.
“Además, la demolición generará gran cantidad de residuos, especialmente hormigón armado, que una vez triturado in-situ será aprovechado en la zona de pistas que eliminamos, así como para zahorras y hormigones en masa y de limpieza”, subraya. “Esta condición es esencial para no tener sobrecostes en el transporte y gestión de residuos”.
“Se ha estudiado una posible ampliación del estadio en cuanto a capacidad por si las circunstancias [es decir, que la Balona diese el salto al fútbol profesional] lo requiriese. Esta ampliación consiste en añadir un graderío alto volado a los fondos, con lo que conseguiríamos una capacidad adicional de tres mil personas más”, hasta un total de 12.000.
“También se prevé un aumento de la superficie de los locales comerciales, con la posible creación de una entreplanta aprovechando la altura que a la planta baja se le otorga inicialmente, gracias a que se ha respetado la cota existente del terreno de juego y se sube la cota de entrada al estadio a la rasante del solar en la que se enclava, para el aprovechamiento y consiguiente ahorro económico de los rellenos provenientes de la demolición ya comentado anteriormente”.
El concejal de Urbanismo, Juan Macías, que ha trabajado de manera ingente para que este proyecto vea la luz cuanto antes se confiesa “muy ilusionado” con la posibilidad no solo de que la Real Balompédica, de la que es confeso seguidor, disponga de una instalación propia del siglo XXI a corto plazo, sino de que “se cree una actividad económica en torno al estadio, en una franja tan importante como es la costa de Levante”.
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