La resurrección de la Peña Balona
Real Balompédica | Primera Federación
Un año y medio después de la llegada de Julio Vega a la presidencia, la entidad da cabida a otras dos y tiene abiertas tres exposiciones
La sede se queda pequeña cuando la Balompédica juega fuera de casa

El 21 de abril de 2021, en plenos coletazos de la pandemia, Julio Vega asumía la presidencia de la Peña Balona poco menos que para evitar la desaparición de una entidad histórica, pero inmersa en una grave crisis económica y, sobre todo, sin apenas actividad vital. Vega esgrimió entonces que su objetivo era convertir la sede de la calle Clavel en “la casa de todos los balonos”. Apenas un año y medio después ese recinto se queda pequeño cuando el equipo de La Línea de la Primera Federación disputa sus partidos fuera de casa y alberga, además, a dos colectivos, la entrañable peña Pichigüey y la recién aterrizada Fuerte Santa Bárbara. Tres exposiciones jalonan el local.
No son buenos tiempos para esas entidades que ejercían de punto de encuentro en el pasado. Aquellas que en los años 80 y 90 del siglo pasada servían para leer los periódicos de papel, ver los partidos de la Copa de Europa y juntarse al jugar al dominó. La paulatina desaparición de una generación provoca que cada vez cuenten con menos socios y menos actividad.
Algunas de esas emblemáticas y añejas entidades han terminado por rendirse y desaparecer. Otras se han visto obligadas a vender parte de su patrimonio y trasladarse a casas más pequeñas para seguir subsistiendo. No existe relevo generacional. Los más jóvenes conviven de otra manera. Con ese telón de fondo Julio Vega, por encima de todo un balono de pro, se arriesgó a tomar el mando de una Peña Balona venida a menos que amenazaba con tener que echar el cierre.
Rodeado de una rejuvenecida junta directiva (“que no se te olvide nombrarlos ¿eh?”) ha ido dando pequeños pasos, que fueron desde estrechar lazos con la directiva que encabeza Raffaele Pandalone hasta compartir su sede con la Peña Pichigüey a la que le abrió las puertas a coste cero y, desde el pasado viernes, a la Asociación Fuerte de Santa Bárbara que encabeza Miguel Ángel Prieto en las mismas condiciones.
Aquella desvencijada sede de hace un año alberga ahora tres exposiciones. El extraordinario repaso histórico de la Fuerte de Santa Bárbara, una con imágenes del pasado de la Real Balompédica -la mayoría con ese sabor a añejo que emana de las fotografías en blanco y negro- y una tercera de los Pichigüey relacionada también con el primer equipo de la ciudad y su relación con este colectivo.

Por si fuera poco todas sus instalaciones se han convertido en un patio de butacas en el que seguir por televisión los encuentros de la Balona fuera de casa. Cualquier balono es recibido con los brazos abiertos, da igual que pertenezca o no al centenar de socios que sostienen la Peña.
Lo que la pasada andadura comenzó siendo una presencia testimonial desembocó el pasado sábado, durante el encuentro que los de Rafa Escobar disputaron en Linares, en un lleno hasta la bandera. No es una exageración afirmar que no cabía un alma más.
Después de un año de intenso trabajo y a la espera de otros pequeños cambios que aún llevará a cabo la directiva Julio Vega se fija como objetivo más inmediato “consolidar” todo el avance que ya ha tenido lugar en este año y medio. El presidente insiste una y otra vez en que la puerta está abierta para “todos los linenses, porque ser linense, es ser balono”.
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