Balona - De la Calzada: predestinados a encontrarse

Real Balompédica | Primera Federación

El meta jiennense ya estuvo a punto de enrolarse en el conjunto de La Línea en 2019

El portero destaca en su desembarco el buen ambiente del vestuario

"Lo voy a poner todo para ser titular, luego el míster es el que decide", afirma

De la Calzada, en el calentamiento previo al amistoso del viernes
De la Calzada, en el calentamiento previo al amistoso del viernes / Edu Ayala/Rbl
Rubén Almagro

16 de julio 2022 - 22:45

Estaban destinados a unir sus caminos. En junio de 2019 Europa Sur desvelaba que la Real Balompédica Linense andaba tras los pasos del meta Ángel de la Calzada. Entonces el guardavallas decidió permanecer en el equipo de su ciudad natal, Jaén, para participar de un ascenso que no llegó. Tres años después y tras una campaña en el Villanovense de la Segunda RFEF el cancerbero desembarca por fin en La Línea, atraído por un vestuario de cuyo buen ambiente solo tenía noticias positivas y decidido a plantar cara a Alberto Varo en su lucha por la titularidad.

Ángel de la Calzada (Jaén, 02/09/1994) disputó el pasado viernes en Montecastillo (Jerez) sus primeros minutos como jugador de la Balona. En los 45 en los que estuvo en el marco frente al Al-Arabi catarí no tuvo apenas que emplearse a fondo, pero de su trabajo en las tres sesiones preparatorias previas se deduce que con él no va mucho eso de aceptar el rol de segundo portero. Sus 191 centímetros llegan dispuestos a dar guerra. Y Alberto Monteagudo es el primero en frotarse las manos, porque sabe que su marco está bien cubierto.

“La verdad es que parecía que estaba predestinado a jugar en la Balona y aquí estoy y muy contento además”, comenta el guardavallas, forjado en las canteras de Real Madrid, Sevilla, Real Betis y Valencia, un camino en el que fue coincidiendo, entre otros, con Antonio Romero, Víctor Mena, Óscar Arroyo...

“Como es lógico aún estoy adaptándome al equipo, a la ciudad, al club... haciéndome un poco a la que va a ser mi nueva vida, pero es algo que suelo hacer bien, porque a lo largo de mi carrera he pasado mucho tiempo fuera de casa y por lo poco que me ha dado tiempo a ver estoy convencido de que los dos años que he firmado voy a estar muy a gusto en La Línea”, añade.

“Las primeras personas con las que hablé cuando surgió la posibilidad de jugar en la Balona es que una de sus mejores virtudes es que tiene un vestuario muy sano, estupendo y no es precisamente lo típico que te dicen cuando firmas por un equipo”, se explaya De la Calzada. “Y en apenas unos días me he dado cuenta de que es así”.

“No cabe duda de que la base futbolística es importante, pero si luego el pegamento de la unión y el ambiente en el vestuario no ayuda, no hay nada que hacer, porque cuando llegan los momentos difíciles el vestuario sabe dar un paso al frente”, argumenta.

De la Calzada advierte que, aunque es consciente de que hay competencia, ficha decidido a hacerse con la titularidad. “Cualquier jugador, no solo los porteros, llegan con ambición... y si no es mejor que no te dediques a esto”, sentencia.

“Después hay un entrenador que es el que decide, pero lo que puedo garantizar es que voy a dar el todo por el todo y entiendo que así se está viendo desde el primer día en los entrenamientos y a partir de ahí se trata de ponérselo complicado al míster, que es el que tiene la última palabra”, dice como si fuese un reto.

“Soy consciente de que Alberto Varo conoce el club, a muchos compañeros, al cuerpo técnico y en ese aspecto lógicamente me lleva algo de ventaja, pero yo vengo decidido a ponerle competencia a la portería, a ponérselo difícil y que con trabajo cada uno trate de ser titular, al final la gran beneficiada va a ser la Balona”, reflexiona.

De la Calza declina en principio la petición de que se defina (“es que a mí no me gusta, prefiero que lo hagáis vosotros”), pero al final acepta y explica: “Me gusta ser un portero sobrio, no muy excéntrico. Me gusta hacer mi trabajo de la manera más sencilla posible. Estar al servicio del equipo, que al final un portero es lo que tiene que hacer. Ser útil, pero destacando lo menos posible”.

El portero es consciente de que ha llegado a una Primera Federación que define como “una categoría muy difícil, en la que cualquier equipo complicar un partido”, pero entiende que la plantilla de la Balona está capacitada para hacerle frente con argumentos.

“Yo llego de Segunda RFEF y el salto de nivel se nota incluso en los entrenamientos, pero por lo veo, tenemos equipos para competir con garantías y eso que aún falta algún jugador por llegar”, finaliza.

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