La Balona y la caja de los truenos

Real Balompédica Linense | Segunda Federación

El director deportivo, Mario Galán, insultado por hinchas radicales tras la derrota ante el UCAM

Alberto Achirica, Raffaele Pandalone y Antonio Calderón, ya sufrieron situaciones similares

Balona, ¿y ahora cómo le ponemos al niño? (0-2)

El director deportivo, Mario Galán, durante el Balona-UCAM del domingo
El director deportivo, Mario Galán, durante el Balona-UCAM del domingo / Erasmo Fenoy

Calma tensa, muy tensa en la Real Balompédica Linense, que después de siete jornadas ocupa plaza de descenso. La derrota cosechada este domingo en el Ciudad de La Línea por el conjunto albinegro a manos del tercer clasificado del grupo IV de la Segunda Federación, el UCAM Murcia (0-2) en el debut de Javi Moreno como entrenador de los locales ha abierto la caja de los truenos. Como ya sucedió hace ahora justo un año cuando los linenses cayeron, también por 0-2, a manos del Estepona (entonces en la sexta y no en la séptima jornada) los aficionados han dejado de mirar al campo para centrar sus críticas en la directiva y en la comisión técnica. Algunos, con modos inaceptables.

Sin la virulencia de justo una temporada atrás, pero con el mismo hartazgo que entonces, la afición de la Balona dejó oír el domingo, en el transcurso del segundo tiempo, gritos de “directiva dimisión” y “Mario vete ya” en alusión al director deportivo, Mario Galán.

El primero de esos cánticos casi se puede catalogar de anacrónico, ya que Andrés Roldán no tendría que dimitir, porque la Balompédica hace tiempo que dejó de ser un club, sino que vender su paquete mayoritario de acciones (en torno al 99% de la entidad) de la Real Balompédica Linense Sociedad Anónima Deportiva (SAD).

Que se sepa, desde que el empresario británico Mike Garlick adquirió el Antequera y renunció a una operación similar en La Línea, no hay inversos alguno dispuesto a pagar por hacerse cargo de la entidad, que hay que recordar que es deficitaria y que no alcanza los 2.000 abonados. Es decir, menos de la mitad de alguno de los clubes con los que compite, como es el caso del Xerez Deportivo (el de toda la vida).

En el segundo caso, la discrepancia sobre la gestión deportiva (ahí están los resultados) es legítima, pero lo que resulta inadmisible es que algunos exaltados arremetiesen e insultasen al término del duelo entre la Balona y el equipo universitario contra Mario Galán. La situación, en la que según testigos presenciales se vieron envueltas varias personas, se volvió tan tensa que la pareja del director deportivo sufrió una crisis de ansiedad y precisó de asistencia médica. Ni resultado ni clasificación alguna justifican este tipo de conductas.

Antecedentes

La pasada andadura la Policía Nacional tuvo que proteger el palco porque algunos hinchas pretendían acceder al mismo para hacer reproches -o cosas peores- a Andrés Roldán y al entonces director deportivo Alberto Achirica.

No era la primera vez que se producían hechos de este calado y siempre vinculados a los grupos más radicales. En mayo de 2021 hinchas radicales persiguieron hasta su vehículo al entonces presidente, Raffaele Pandalone, tras la derrota 0-5 a manos del Córdoba... una semana después de que los linenses hubiesen asegurado su ascenso a Primera Federación. El empresario italiano iba acompañado de sus dos hijas pequeñas, que, asustadas, rompieron a llorar.

Esa misma andadura el entrenador que condujo a la Balompédica hacia la tercera categoría del escalafón nacional, Antonio Calderón, denunció que las cuatro ruedas de su vehículo habían sido destrozadas mientras este se encontraba en el interior de la grada de Preferencia del que entonces se denominaba estadio Municipal.

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