Los balonos despiden con enorme cariño a Ángel Serrano, "el presidente que resucitó" a la entidad

La noticia del fallecimiento del expresidente Ángel Serrano ha conmovido el entorno de la Real Balompédica Linense y se puede escribir sin temor a la exageración que a la mayor parte de La Línea desde que se dio a conocer a última hora de este jueves. Los mensajes de condolencia y el recuerdo a aquel mandatario que se echó a hombros en 1998 una institución al borde del KO que un año más tarde celebraba un ascenso a Segunda división ante más de 8.000 almas se han sucedido y de ello han dado fe las redes sociales, en las que se le señala de manera inequívoca como el hombre que salvó a la entidad, para muchos, que la resucitó. La Balona le brindará un homeaje en el prólogo del primer encuentro de liga, el que le enfrentará en el Ciudad de La Línea el uno de septiembre (19:00) al Atlético Antoniano.

El madrileño Ángel Serrano, que llegó a La Línea de la mano de inversiones inmobiliarias, fue uno de esos individuos que no dejó indiferente a casi nadie. Conocido por su extrema generosidad alcanzó durante su mandado en la Balona un nivel de popularidad que le llevó a encabezar una lista electoral en las elecciones municipales de 1999 por Unión del Pueblo Linense, un proyecto que quedó sepultado por el éxito de Juan Carlos Juárez bajo las siglas del Grupo Independiente Liberal (GIL).

En su primera andadura consiguió evitar un descenso que parecía cantado con aquella recordada victoria en la penúltima jornada en El Palmar de Sanlúcar con goles de Moreno y Trompita y en la 1998-99 hizo disfrutar como lo ha hecho en pocas ocasiones a una afición que se desplazaba en masa a todos los partidos y que vio ascender a su equipo a Segunda B en la inolvidable noche del Hellín. Fue el mentor de Rafa Escobar, al que presentó en el Hotel Mediterráneo como si de una estrella se tratase y al que destityó poco antes del fin de temporada en beneficio de Argimiro Márquez y Gabriel Navarro Baby

Una vez en la entonces tercera categoría nacional los problemas económicos le hicieron tener que dimitir en 2020 en beneficio de Andrés Tomé, que había sido su vicepresidente, aunque nunca perdió los lazos con La Línea, donde dejó muchos amigos.

Exfutbolistas, entrenadores y aficionados no han dudado en ofrecer una última despedida al carismático mandatario, que después de pasar por La Línea y de haber sido director general del San Fernando, falleció el pasado domingo en Sevilla, donde residía desde hace años. Si hay dos términos que se repiten en los comentarios de los aficionados son los de generoso y peculiar. Fue la persona que hizo recuperar el orgullo y la ilusión a una afición que languidecía y así se lo reconocen quienes sienten en blanco y negro.

“Un presidente peculiar que nunca pasó desapercibido aquí en La Línea, hizo revivir a un equipo muerto prácticamente. Lo ascendió a Segunda B. Luego tuvo sus problemas pero aquí dejó huella como persona”, afirma Ismael Lozano en el perfil de Facebook de Europa Sur.

“Qué lástima, los balonos siempre lo recordaremos, nos dio muchas alegrías y momentos inolvidables, y resucitó a nuestra Balona en un momento crucial. Descanse en paz”, apostilla Merci Trujillo.

“Gracias a ti volvimos a soñar”, escribe Belén de La Línea en las redes sociales de la Real Balompédica, donde el periodista Javier Bautista, afincado ahora en Málaga, deja saber: “Fue un adelantado en su tiempo. Tuvo sombras y luces, pero lució mucho más. Revolucionó La Línea. Cambió la Balona y llenó de felicidad a un club que lo necesitaba porque agonizaba. Luego es cierto que se pagó un alto precio, pero que dos años maravillosos, el primero, el del ascenso ante el Hellin. Mucha fuerza a su familia”.