Helio Ocaña: "Hay que mimar más a los filiales que a los primeros equipos"
Real Balompédica Linense
El nuevo entrenador de la Balona B regresa después de diez años para salvar al filial y defender sus ideas: "Un club que se apoye en su cantera va a ser más estable y tendrá más viabilidad económica"
"El B no está en ningún pozo; presión tiene que el que no llega a fin de mes, nosotros hacemos lo que nos gusta", sostiene.
Helio Ocaña, nuevo entrenador de la Balona B
Helio Ocaña regresa a la Real Balompédica Linense una década después de haber decidido colocarse en segundo plano. El director de cantera albinegro, Miguel Ángel León, ha hecho una apuesta decisiva por quien durante muchos años logró exitos en esa casa (o en el Atlético Zabal, que tanto monta) para sacar al filial senior (Balona B) de la cola de la Primera Andaluza y que alcance la permanencia. Deportivo Calderón, Escuela Municipal y Linense Tenis Club completan el currículum de un entrenador que nunca quiso salir de La Línea. Helio Ocaña vuelve para seguir defendiendo sus ideas (la necesidad de que la cantera tenga un papel protagonista en el primer equipo) y repescando de la liga de Gibraltar a futbolistas como Francis Portela, que está convencido de que debería formar parte del conjunto albinegro de Segunda Federación. Todo indica que no será el único refuerzo. Unos estarán de acuerdo con sus reflexiones. Otros las criticarán. Pero indiferente dejará a pocos futboleros y menos aún a los balonos.
¿Qué le lleva a volver a los banquilos después de casi diez años?
En primer lugar el interés demostrado por Miguel Ángel León. Además esta temporada, hasta noviembre, he estado colaborando de manera externa con Mané en el filial del Algeciras y eso ha despertado el gusanillo de volver a entrenar, que es lo que siempre me ha gustado. El fútbol es el deporte más bonito, pero también más injusto que existe, no siempre los resultados están en consonancia con el trabajo y como yo sufro mucho, prefería estar en segundo plano, porque además yo no dependo de esto. Pero entiendo que ha llegado el momento de volver.
-Pues para pasarlo mal se ha metido usted en una aventura como poco complicada.
-Soy consciente de eso. Ya le dije a los jugadores que lo más importante ahora mismo es levantar el estado de ánimo. Tras la reunión con los futbolistas el delegado me llamó y me dijo que le había transmitido muchísima fuerza, muchísima energía al equipo, que los chavales estaban muy contentos. Ya estamos dando el primer paso para revertir la situación. Va a ser fundamental que ganemos pronto, porque eso ayuda a coger confianza en el trabajo. No estamos en ningún pozo. Presión tiene el que trabaja en un andamio y puede caerse y matarse o el padre que no puede asegurar a su familia la comida a final de mes. Nosotros hacemos algo que nos gusta, que nos permite disfrutar. Partimos con una ventaja, clasificatoriamente hablando peor de lo que estamos no podemos estar.
-Hace unos años dijo usted en este mismo medio que el futuro de clubes como la Balona pasaba por hacerse fuerte desde su cantera. ¿Sigue pensando igual?
-Por supuesto. Nos ceñimos a la Balona, que solo ha funcionado cuando han sido mayoría los jugadores de la casa, de la zona. Desde el ascenso en Éibar, con Quirós, Tinajero, Loreno, Noly...hasta la liguilla a Segunda que acabó en Tenerife con Francis, Alberto Merino, Ismael Chico, Ezequiel, Juampe... Los números cantan. Un club que se cimenta en su cantera va a tener mucha más estabilidad y va a ser más rentable. No digo que no tenga cuatro, cinco seis futbolistas de fuera, pero que marquen la diferencia de verdad. Pero siempre que la base sean los tuyos, a los que además tienes la posibilidad de traspasar. Al final los clubes traen jugadores que no aportan nada a la institución y, a los últimos años me remito, se ven obligados a cambiar casi toda la plantilla temporada tras temporada. No hay un grupo, una base. Cada verano se empieza de cero. En mi opinión eso es contraproducente.
"A los jugadores del filial hay que motivarles con un pequeño montante económico"
-Compartiendo mucho de esos argumentos también tengo la sensación de que con la continua marcha de jugadores, disparatadamente jóvenes la mayoría, a otros clubes, el nivel de los que están a disposición de la Balona no tiene mucho que ver con aquellos de la etapa dorada de los Antonio Merino, Alberto Merino, Ismael Chico, Carlos Guerra, Roberto... a la que nos estábamos refiriendo. Tampoco tienen, en su mayoría, la capacidad de sacrificio de los de entonces.
-Juanjo Bezares cuando llegó al Zabal era juvenil pero no era titular en el Guadiaro de Preferente. Allí se quejaban de que no era constante. Empezó a venir con nosotros, se sintió comprometido por el hecho de que yo iba cada día a recogerlo y acabó siendo profesional. Incluso me regaló después una camiseta diciendo que yo le había cambiado como futbolista. No trato de echarme flores, lo que quiero explicar es que hoy en día a los jugadores no se les ofrece nada atractivo, no se les hace sentir que forman parte del proyecto. Yo he visto a chavales, no hablo de la Balona, hasta pagarse el agua, lo que me parece mezquino. A los equipos B hay que incentivarlos con un pequeño montante económico. No digo que se le pague a cada jugador 3.000 euros, pero sí 200, 300... que para el club no supone un obstáculo enorme y que ayuda a que el futbolista se involucre, a que tenga más responsabilidad. Y eso que el otro día en mi primera reunión yo tuve a veinte futbolistas en el penúltimo clasificado, no me puedo quejar.
-También es verdad que a los entrenadores cada vez se le pone más complicado exponer con gente de la casa. Un tercio de los técnicos del grupo IV de Segunda Federación han caído en la primera vuelta y hay que entender que a veces se limitan a los recursos más inmediatos que los clubes ponen a su disposición.
-Es que no es culpa de los entrenadores, es culpa de los clubes. Las entidades son las que tienen que crear una verdadera estructura de cantera y generar una dinámica para que estos jugadores jóvenes sean opción. Al club le corresponde la responsabilidad de que la cantera esté súper mimada. Es que hay que mimar más a los filiales que a los primeros equipos. Yo estoy convencido de que tiene que ser así. Hay que darle a los chavales ese sitio, esa confianza, hacerles ver que tienen opciones de verdaderas de llegar al primer equipo. Eso no se ha hecho en la historia de la Balona. Han surgido, por ejemplo cuando la camada de Carlos Guerra, Bezares... porque hubo una desbandada en la primera plantilla por problemas económicos y tuvieron que tirar ellos. Si no, tampoco lo hubiesen hecho.
-Pero esa historia no es solo patrimonio de la Balona. Sin ir más lejos la actual explosión de jugadores jóvenes del Barça tiene mucho que ver con sus limitaciones económicas.
-Sin duda que no sucede solo en la Balona. Yo tuve la suerte de trabajar un par de meses codo con codo en el Villarreal y siempre lo pongo de ejemplo, de cómo se debe trabajar con la base. Otro equipos es el Athletic de Bilbao, que se mantiene con su gente, sin necesidad de reforzarse a golpe de talonario. En el mismo Barcelona, por lo que sea, pero debutan y lo hacen en la élite. Eso quiere decir que están preparados. No se trata de entrenarse con el primer equipo, que eso lo puedo hacer yo, se trata de que abrirle las puertas al jugador, de perseverar, de darle oportunidades. Ahí está el ejemplo de Javi Méndez, que ha estado años vinculado al primer equipo y no ha tenido tres partidos seguidos para demostrar su valía. Y termina aburriéndose.
-Cerremos volviendo al comienzo. ¿En qué puesto va a acabar la Balona B?
-En el primero que suponga la permanencia. Estoy convencido.
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