El Balona-Linares, para un árbitro marcado por la polémica
Real Balompédica Linense | Segunda Federación
El Comité designa a Fernández Cintas, quien anuló un gol válido a Aridane en Estepona y evitó el triunfo albinegro en febrero de 2024
El trencilla almeriense ya acumulaba otras dos controvertidas actuaciones con los linenses
Rafa Ortiz, el verdugo incómodo

El Comité Nacional ha tomado la desafortunada decisión de designar para el encuentro que este domingo (12:00) dirimirán en el Ciudad de La Línea Real Balompédica Linense y Linares Deportivo, en el que podría consumarse el descenso de los albinegros a Tercera Federación, a un árbitro, el almeriense Francisco José Fernández Cintas, de pésimo recuerdo para los de La Línea, quienes han vivido con este trencilla tres compromisos en los que su actuación les ha perjudicado de manera muy significativa.
La última ocasión en la que este colegiado provoco el malestar del entorno de la Balona fue en febrero de 2024, en el Muñoz Pérez de Estepona. El choque acabó con empate a uno y el trencilla, a instancias de su auxiliar, anuló un gol legal a todas luces a Aridane Santana y no concedió un posible penalti sobre Joao Pedro.
Era la vigésimo tercera jornada de la pasada campaña. El equipo que por entonces entraba Baldomero Hermoso Mere visitaba al Estepona en un intento desesperado por sumarse a la pelea del play-off. Los costasoleños se adelantaron en el marcador en el 13' con un gol del exalgecirista Robin Lafarge (13'), pero seis después Javi Pérez botó con picardía una falta y Fran Carbià hizo el empate. En la segunda parte los visitantes fueron muy superiores y debieron traerse de vuelta un triunfo que les hubiese permitido acabar la jornada empatados en la quinta plaza.
Sin embargo, el encuentro quedó marcado por un error clamoroso del árbitro, que no concedió gol de Aridane Santana cuando apenas quedaban diez minutos para el final.
"De por medio, la acción polémica del partido. Un balón al área. Salió Razak a interceptar un centro y fuera del área pequeña se encontró con Aridane Santana. El balón se le fue de las manos. Es cierto que el trencilla hizo sonar su silbato cuando la pelota aún no había entrado. Así que legítimamente no se puede hablar de gol anulado. Pero la televisión [en el vídeo que se adjunta a esta información] demuestra que el meta perdió el esférico, cometió un error colosal y que no existió falta del atacante canario. Vaya, que el tanto debió subir al marcador", decía la crónica de Europa Sur.
En este apartado cabe recordar que, a pesar de lo que diga la leyenda urbana, el reglamento (como se cansan de repetir los árbitros de élite en los cursillos a jugadores, entrenadores e informadores) no contempla que saltar u obstaculizar al portero en el área pequeña sea sancionable. Se debe castigar si existe falta. Claro, como si sucede en el centro del campo. La jugada, sin duda, cambió el partido y quien sabe si el devenir de la competición.
Errores precedentes
Fue un error de bulto, pero existían dos precedentes en los que las decisiones perjudicaba gravemente los intereses deportivos de la centenaria escuadra linense
Este colegiado almeriense ascendió a la extinta Segunda B en la campaña 2018-2019 y fue designado para el partido que el primer día de octubre disputaban un Municipal cuya Tribuna acababa de ser cerrada la Balona y el Sevilla Atlético, que finalizó en tablas.

Este periódico concedió a la labor del árbitro un suspenso rotundo y escribió de él: “Desastroso, desbordado por un partido muy fácil de arbitrar. Puso el listón tan alto en las amonestaciones que acabó expulsando a dos jugadores que prácticamente no habían hecho nada. Y además, con tintes de protagonista”. El partido no lo acabaron Kibamba por los locales y Juanpe por los sevillistas , pero lo peor estaba por llegar.
A lo largo de la contienda Javi Montoya había caído lesionado y había dejado su plaza a David Robador, quien, por cierto, cuajó un excelente debut. Y una vez concluido el choque... el árbitro reflejó en el acta: "En el minuto 90 el jugador (13) Pinto Robador, David, fue expulsado por el siguiente motivo: Tras finalizar el partido y estando aún en el terreno de juego, patea el balón en mi dirección de forma intencionada e impactándome en mi pierna en señal de disconformidad, no ocasionándome lesión alguna”.
“El portero, absolutamente abatido después de haber protagonizado un excelente debut, intentó hablar con el trencilla pasados unos 40 minutos del término del choque, pero el árbitro no accedió. "Sólo quería explicarle que ha sido sin querer", se lamentaba”, explicaba en este periódico.
“La Balompédica mostró tanto el vídeo de esta acción (que aparenta ser un puntapié más de desánimo por el resultado que con intención de agredir a nadie) como el de la acción que dio lugar a la expulsión del preparador físico Jesús Estrada al informador del colegio, José Ignacio Marcos Martínez, pero éste solo tiene potestad para puntuar el trencilla, no para inmiscuirse en la redacción del acta”, agregaba la información.
El Comité entendió que como el balón realmente daba en el pie del árbitro el vídeo no restaba veracidad a la redacción del acta e impuso dos partidos de inhabilitación a David Pinto Robador, quien, por cierto, está ahora entre los porteros menos batidos de toda España con el Extremadura de Almendralejo, que acaricia el ascenso a la Segunda Federación.
La consecuencia es que la Balona se presentó una semana más tarde en Sanlúcar sin los dos porteros de su primera plantilla. Defendió el marco el juvenil Manu Caro y los albinegros lograron un emotivo empate sin goles.
El inexistente fuera de juego en Huelva

Ya en la jornada 35 de aquella misma andadura y con los equipos envueltos en la pelea por alcanzar la fase de ascenso (de la que la Balona empezaba a descolgarse tras encadenar cuatro derrotas), el 28 de abril los albinegros se personaron en el Nuevo Colombino para medirse al Recre y el encargado de juzgarlo fue de nuevo el almeriense Fernández Cintas. El Decano venció 1-0.
“Como ya le sucedió con motivo del Balona-Sevilla Atlético todas las jugadas dudosas las resolvió contra la Balona, especialmente a instancias de uno de sus auxiliares. El reparto de tarjetas, un disparate”, denunciaba este medio.
“Un penalti absurdo, innecesario, casi accidental –en el que es muy probable incluso que el balón hubiese salido antes del terreno de juego– acabó con la resistencia de los de Jordi Roger en un Nuevo Colombino que se le muestra históricamente esquivo”, advertía la crónica.
En ese espacio también quedaba reflejado: “En la siguiente acción pudo cambiar el partido. En honor a la verdad el árbitro pitó hasta un poquito antes de que Gato disparase al marco y para entonces Marc Martínez ya había decidido quedarse quieto. Pero tan cierto como eso es que no acabó en el 0-1 una jugada en la que, si existió fuera de juego, que a la vista de las imágenes parece que no, fue por micras y que el linier, mal colocado, lo señaló por intuición. Esos goles que solo le arrebatan a los equipos que están en mal momento”
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