La Balona ofrece su 'cara B' y cosecha un empate que le invita a reflexionar (1-1)

Marbella (Málaga)/Partido para olvidar, o mejor será escribir, para sacar conclusiones, que para eso está la pretemporada. La Real Balompédica Linense (Segunda RFEF) empató a un tanto con el Atlético Malagueño (Tercera Federación) en un duelo en el que el filial malaguista fue mejor y disfrutó de ocasiones para vencer ante un equipo albinegro deslavazado que en nada se pareció al que el pasado miércoles firmó su primera victoria estival ante el Antequera (Primera RFEF).

No es que sirva de atenuante, pero es justo dejar constancia de que Miguel Rivera compareció a este duelo con las bajas de todavía inédito guardameta Álex Lázaro (aunque compareció en el banquillo), Daviti, que está a la espera de llegar a un acuerdo para abandonar la entidad, y los lesionados Pepe Greciano, Carlos Cano y Fran Carbiá.

El partido quedó condicionado por el primer gol. Ale Hernández se empeñó en sacar jugado un balón desde el borde del área, se entretuvo, lo perdió y permitió a Marco Abreu (ex del Estepona) adelantar a los albiazules.

En tanto descentró tanto al propio mediocampista balono como a su equipo, que se descompuso. Por un lado eran insufribles las imprecisiones y por otro a los de La Línea les faltaba una marcha, de manera que el rival, más metido en el juego, con más intensidad, se adueñaba de todos los balones divididos.

Fruto de esa situación fue el Malagueño el que dispuso de las mejores oportunidades. Hasta tres, pero en todas ellas encontraron sus jugadores certeras réplicas en el meta José Serrano, que sigue ganando puntos.

Ya al borde del intermedio una de las pocas acciones destacadas de un deslucido João Pedro dio origen a una falta dentro del área sobre Jack Harper. Penalti que el propio delantero convirtió en un empate a un gol que no reflejaba lo que estaba sucediendo sobre el terreno de juego, en el que por cierto unos y otros se las veían y se las deseaban para sobrellevar el intenso calor.

Después del descanso llegaron, como es preceptivo en este tipo de encuentros, los cambios. El filial malaguista siguió teniendo el balón (60-40 en posesión al término del choque) y protagonizando las llegadas al área (87 por 56), pero exceptuando un disparo que se marchó muy cerca de la escuadra el canterano Álex Orozco no pasó serios apuros. La Balona, ni eso.

Ese carrusel de sustituciones dio pie al debut del centrocampista de La Estación de San Roque Nono Coronil, para relevar al algecireño Alberto Fuentes que no termina de reivindicarse en esta pretemporada. Tampoco es que David Pecellín hiciese grandes cosas en la media punta. Bien es cierto que es de los que lleva menos tiempo y que además tiene la complicada tarea de suplir a Fran Carbiá.

Adri Carrasco se excedió en la conducción, en el individualismo, mientras que en el apartado positivo los buenos minutos de otro canterano, el tarifeño Ale Cantera.

Al final empate de una Balona al que el juego y la imagen ofrecidos (más que el resultado, intrascendente siempre en pretemporada) invitan a reflexionar. También es verdad que lo lógico, cuando se juegan tantos amistosos, es más tarde o más temprano se cuele una petardada.